Capitulo 38

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Ted.

Papá lee la nota atentamente, deje a Lucia y a nuestra hija dormidas en la habitación.

— ¡¿Como es posible que llegara a mi nuera sin que se dierán cuenta?!— el grito de papá me hace volver a la realidad.

Todos los de seguridad están aquí reunidos, les lanzo mi peor mirada fría que puedo lanzarles. ¿Como es que llegaron a mi esposa sin que se den cuenta? No podemos permitir errores. Mierda, se trata de mi hija. De mi pequeña luz. Nada le puede suceder.

— No lo sabemos, señor Grey.— susurra uno de ellos.

— ¿Que no lo saben?— papá golpea su escritorio.— ¿Para eso les pago?— se quedan callados sin saber que decir.— Fuera. No quiero verlos. Que no se vuelva a repetir.— dice sin mirarlos.

Todos salen rápidamente y nos quedamos Taylor, papá y yo. Papá se deja caer en su asiento frustrado.

— Taylor que averiguaste de las cámaras.— pregunta papá.

— La verdad, nada Christian.— papá con el tiempo dejo que Taylor lo llamara por su nombre. Papá dijo que era él único en quien confiaba, como su amigo.— Fue muy astuto. Esquivo las cámaras y suponemos que subió por las escaleras de emergencia.

Papá asiente de acuerdo, cuando esta por hablar tocan suavemente la puerta.

— Adelante.— digo para que me escuchen al otro lado.

La puerta se abre y Lucia entra con Elizabeth en brazos.

— Ted, ven un momento. ¿Puedes?— asiento y le digo a papá que al rato vuelvo.

Me acerco y alzo a mi hija para después caminar a la sala. Beso su mejilla y aspiro su aroma, es tan relajante.

— ¿Que pasa?— me atrevo a preguntar luego de un rato.

— No quería estar sola.— dice ruborizándose, le sonrio y me acerco para besarla.

Extrañaba esto, me acerco mas a ella y sostengo su cintura con una mano. Muevo mis labios sobre los de ella y a cada segundo que pasa siento como los dos nos relajamos, me separo y beso su frente.

— Te amo.— beso sus labios castamente y me separo.

— También te amo.— sonríe.

— ¿Que te parece si vamos al jardín y jugamos un rato con Elizabeth?— asiente y empezamos a avanzar hacia aya.

Cuando llegamos dejo a Liz sobre el césped y ella empieza a gatear mientras sonríe. A cada giro que doy veo un guardaespalda en cada esquina. Espero y esta vez hagan bien su trabajo.

— Ven.— me siento en el césped y jalo a Lucia para que se siente a mi costado.

Liz se acerca a nosotros y se sienta mirando hacia las flores que hay, tiene algunas mariposas y es lo que mas llama su atención. Voltea su cuerpo y se acerca gateando hacia aya, intenta agarrar alguna pero al no poder alcanzarla comienza a llorar. Lucia y yo nos acercamos y alzo a mi pequeña, la consuelo por un momento y luego seco sus lágrimas, saco mi móvil coloco un vídeo de Doky en Youtube y por el momento eso llama la atención de mi hija. Nos sentamos y Elizabeth lo mira al menos por 5 minutos, luego suelta el móvil y este cae al césped sin compasión por parte de mi hija. Gracias a Dios no se hizo nada. Se mueve en mi regazo y yo me recuesto con ella en mi pecho, le empiezo a hacer cosquillas y mi hija ríe sin parar al igual que su mamá, ya que también es atacada por mis manos.

Cuando me canso dejo mis manos al rededor del pequeño cuerpo de mi hija para que no se caiga y respiramos entrecortadamente. Liz recuesta su cabeza en mi pecho y cierra sus ojos con su mano en la boca. Me levanto y quito su mano. La recuesto en mi brazo y con mi mano libre ayudo a Lucia a levantarse. Caminamos dentro de la casa y la recuesto en su mecedora portátil. Presiono el botón de vibrador para que relaje su cuerpo.

Los secretos de la familia Grey Donde viven las historias. Descúbrelo ahora