Lucia.
Habiamos llegado a la pequeña casa que compro Ted para hospedarnos estas dos semanas. Era hermosa. Tenia una vista impresionante al mar todo se veia desde aqui. Aquella delgada linea que dividia el mar del cielo en lo mas lejano del horizonte es lo que mas me encantaba. Al mirarla pensaba en todo lo que pasamos Ted y yo para estar aqui. Con nuestra pequeña luz. Nuestra hija.
- Deberias recostarte un rato, amor.- me volteo con una sonrisa al escuchar a Ted.
Él esta abrigando a Liz en la cama. Cuando siente mi mirada sobre él termina de subir la cobija, le da un beso en la frente y se acerca a mi tomando mis manos.
- ¿Que sucede?- pregunta bajito.
- ¿Que me dijiste?- pregunto aun con la sonrisa en el rostro.
- Que deberías recostarte un rato. Se te nota cansada.- dice acariciando mi mejilla.
- No, no. Lo ultimo.- me mira confundido hasta que parece recordarlo ya que un hermoso rubor que nunca habia tenido la dicha de ver aparece en sus mejillas. ¡Oh que ternura! Rio y le doy un beso casto en los labios.- Me llamaste amor es la primera vez que me lo dices y espero no sea la ultima.
- Lucia...- lo interrumpo pegando mis labios a los suyos y lo beso por un momento.
- Me gusta que me digas asi.- sonrio y lo abrazo. Me rodea con sus abrazos apretandome a su fuerte cuerpo. Y es aqui donde quiero estar. Mi lugar favorito en el mundo. Los brazos de mi esposo.
[...]
Unas pequeñas manos en mi cara terminan por levantarme. Liz tiene los ojos cristalizados por la causa de que esta por llorar. Me desperezo y la acerco a mi. Descubro mi pecho y ella abre su pequeña boca para empezar a jalar de mi pezón. Suelto un bostezo y la cubro nuevamente. Miro la hora. 7:00 pm. Abro los ojos sorprendida. ¿Tanto dormimos? Miro a Ted que todavia duerme. Sonrio y acaricio la cabellera de mi hija. Ella me mira fijamente con esos hermosos ojos azules. Deberia ser un pecado tener aquel color de ojos.
- ¿Que hora es?- me sobresalto al escuchar la ronca voz de Ted por el sueño y lo miro.
- Las 7.- le digo y él tambien parece sorprendido.
- Dormimos mucho.- asiento mientras sigo acariciando el cabello de Liz.
Ted la voltea a mirar y sus ojos brillan como las estrellas.
- Esta creciendo muy rapido.- dice con melancolia.
Le sonrio sin decir nada. A mi tambien me da pena que mi pequeña luz este creciendo asi de rapido. Elizabeth deja mi seno y voltea hacia su papá a mirarlo quien le sonrie y vuelve a voltearse para tomar mas de mi pezón.
- Comes mucho.- y en eso siento como me muerde.
- ¡Au!- hago una mueca de dolor.- Eso no se hace Elizabeth.
Sabe que la he regañado. Poco a poco sus ojos se llenan de lagrimas y yo me arreglo el polo de dormir para cargar a mi hija en brazos. Me levanto de la cama con ella y se acurruca en mi cuello.
- Ya bebé. Solo me dolio.- beso su cabello mientras sigo meciendola.
Poco a poco va calmandoce y yo me acerco al ventanal que da al mar y salgo al balcon. La brisa golpea nuestros rostros que me hace sonreir.
- Mira Liz. El mar.- ella saca su cabeza y mira el agua que llega a la orilla.- Es hermoso ¿Verdad?.- y otra vez me siento tonta porque se que ella no respondera.
- Muy hermoso.- los brazos de Ted me rodean desde la espalda y yo recuesto mi cabeza en su pecho sonriendo. Liz se echa en el mio jugando con sus dedos sin dejar de ver el agua.- Me gustaria algun dia hacerte el amor en la playa ¿sabes?- me ruborizo y niego.- Ahora ya lo sabes. No te sorprendas cuando lo haga.- rio y abrazo mas fuerte a Liz.