Lucia.
8 meses después...
- No. No. Liz eso no.- digo y la alzo en brazos.
Estábamos 1 semana aqui en Italia. Si...ya nos habíamos casado, decidimos viajar los tres ya que no estaba tranquila dejando a mi bebe. Elizabeth desde que podía gatear no había un minuto que estuviera tranquila, recuerdo el primer día que lo descubrí, me asuste mucho ya que no la encontraba.
Flash Back...
Hoy Ted había a ido a la oficina ya que tenia que firmar unos documentos y yo me encontraba solo con mi pequeña bebe. Elizabeth ya tenia 7 meses y cada vez se va pareciendo mas a Ted en versión femenina. Cuando llego a su recámara ella ya esta despierta y mirando al techo blanco de su habitación. Cuando me ve alza sus bracitos para cargarla y yo gustosa lo hago. La lleno de besos y ella ríe. Amo a mi bebe. Cuando ya esta cambiada y alimentada bajamos ya que yo aun no he probado bocado y tengo hambre. Llego a la sala y extiendo una cobija en el suelo y la recuesto ahí con un par de osos a su alrededor.
- Ahora regreso.- le digo y ella me queda viendo y luego se ríe. Me encojo de hombros lo tomare como un "esta bien" camino a la cocina y me preparo algo rápido ya que no quiero dejarla sola mucho rato. En una bandeja pongo mi sandwich de pollo y un vaso de jugo de naranja. Lo cojo y camino a la sala de nuevo y pongo la bandeja en la mesita que hay. Volteo a ver a mi hija y lo único que encuentro son sus peluches con la cobija alborotada. Mi corazón deja de latir, y siento que me falta el aire.
- Elizabeth.- la llamo pero al momento me siento idiota ya que ella no habla aun.
Camino rápidamente buscando por todo el salón, sigo por el pasillo y entro a la primera habitación, y las lágrimas empiezan a salir cuando no la encuentro. Empiezo a desesperarme. Voy a la otra habitación y el alma me vuelve al cuerpo al encontrarla. Me sorprendo cuando la encuentro gateando. Me acerco y la tomo en mis brazos estrechándola mientras siguen cayendo mas lágrimas.
- No vuelvas a hacerle esto a tu madre Elizabeth Grey.- digo en tono de reproche y ella me mira seria. La lleno de besos, tenía miedo de que le hubiera pasado algo pero la realidad era otra. Estaba gateando. ¡Mi pequeña princesa estaba gateando! Sonrio y vuelvo a la sala con ella, y la vuelvo a poner en la cobija pero esta vez sentada y yo a su costado y empecé a comer con Elizabeth gateando a pocos pasos de mi. Mira a todos lados y se fija en el teléfono que esta en la otra mesa, estira su pequeño cuerpo hacia adelante y empieza a gatear. La miro con la boca abierta, esto merece foto. Corro a la habitación por la cámara y salgo rápidamente con ella en manos.
- Elizabeth, mirame.- ella deja su mano al aire y voltea a verme cuando ve la cámara ríe y yo tomo la foto.- Eso es hermosa.- me acerco y beso su mejilla. Balbucea cosas sin sentido y sigue en su trabajo. Conseguir el teléfono.
Fin del Flash Back...
Unas manos en mi cintura me sobresaltan y Elizabeth mira sobre mi hombro y empieza a mover sus bracitos balbuceando.
- ¿En que piensas?- susurra en mi cuello y los bellos de mi piel se erizan.
- Cúando Elizabeth aprendió a gatear.
- Me encanto la foto que tomaste.- dijo dándome la vuelta.
Elizabeth estiro sus brazos hacia Ted y él la cargo, se recostó en su hombro y cerro sus ojos, Ted le dio un beso en la cabeza y me miro.
- Si. Me asuste mucho ya que no la encontraba.- dije pasando mi mano sobre su lindo cabello castaño, ella ya había quedado rendida de tanto gatear. Sonrio y me acerco para besar su regordeta mejilla. Mi pequeña princesa. Miro a Ted y el se agacha un poco para atrapar mis labios, me besa sin prisa y me apega los mas que puede a su cuerpo por Elizabeth, con una mano la sostiene y con la otra agarra mi cintura, yo por mi parte con una cubro la espalda de mi hija y con la otra jalo de su cabello para pegarlo a mi y profundizar el beso. Cúando nos separamos los dos jadeando y tenemos los ojos brillando como un árbol de navidad.