01

3.3K 168 142
                                    


—Capítulo 01—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Capítulo 01—.

Seungmin nunca supo cómo describirse a sí mismo, siempre sintió que nunca fue el personaje principal de su propia vida. Todos parecían ser los protagonistas en cada cosa que hacían, pero, él siempre se percibía como a un personaje secundario en esta situación que asociaba a una película.

La situación en sí, era la vida, su vida. 

Meterse a la cama a dormir y fantasear con la vida de alguien más, tal vez interpretar algo parecido a un romance histórico o chocar repentinamente con alguien y que de ahí surgiera un amor brillante, esa era la clase de cosas que Kim Seungmin pensaba.

Siempre se sintió perdido, como un cero a la izquierda viendo a sus amigos y compañeros vivir el mejor momento de sus vidas o escuchar anécdotas increíbles sobre sus viernes por la noche, romances o cualquier experiencia ardiente. Y él, bueno, siempre escuchaba, reía y los felicitaba, nunca nadie le preguntaba nada sobre su vida personal.

Porque realmente nunca había nada para contar.

Bueno, es que todos tenían muy en claro que Seungmin no llevaba esa clase de vida. Pensaban que sólo era un chico tímido concentrado en sus estudios y muy reservado, pero, en el fondo, ansiaba algo de fuego, sentirse vivo o, algo, cualquier cosa que le hiciera sentirse el protagonista de su propia vida.

Siempre esperaba impacientemente chocar con su alma gemela en el tren, terminar enamorándose a media noche o recibir una carta en San Valentín, pero, eso nunca sucedió. Sólo podía llorar viendo k-dramas, abrazado a un peluche mientras se imaginaba sustituyendo el puesto del protagonista, solo en su casa, como cada noche.

Eso hasta que llegó alguien a su tienda.

La campanilla en la puerta sonó, avisándole que acababa de llegar un cliente a la florería donde trabajaba. Salió de sus fantasías y pensamientos que normalmente lo absorbían hasta dejarlo mirando un punto fijo en el suelo, reaccionó, con su boina café en la cabeza, la camisa blanca holgada y el delantal negro con su nombre bordado y el logo de la tienda.

Trabajaba en la florería de la señora Choi desde hace cuatro años, se podría decir que ya era todo un experto y, tenía el puesto más importante en la tienda, así que, conocía las flores, los materiales y la tienda en sí, como a la palma de su mano.

Él era un chico delgado, aunque se esforzara su voz no podía ser muy alta normalmente y, estudiaba dos carreras universitarias. Vivía solo en un pequeño departamento, su madre vivía del otro lado del país y, él se había mudado para poder asistir a la universidad de Seúl. Su madre le ayudaba a pagar la universidad, pero, igual cumplía con sus horarios en la florería y, por la noche, en una cafetería del otro lado de la ciudad.

Consideraba que, su vida era ocupada, pero, muy aburrida.

—Buen día, bienvenido a la florería Choi. ¿En qué puedo ayudar...-

Тоска; Kim SeungminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora