Se miran, se presienten y se desean; se acarician, se besan, se desnudan, se respiran, se acuestan y se olfatean; se penetran, se chupan, se demudan, se inflaman, se enloquecen, se derriten, se sueldan, se calcinan, se desgarran, se muerden, se ases...
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—Fase uno del curso profesional de Felix para asistir a una cita: ¡Deja de ser un tonto!
—Bueno, sinceramente no creo que eso sea de mucha ayuda para Seungmin, Felix.
Seungmin se sentía como en una boutique ligada a un reformatorio. Era apenas las tres y media de la tarde y, ya se hallaba sentado frente al tocador de madera de su mejor amigo, mirando su reflejo en el espejo, mientras que, a su alrededor, se hallaba su grupo de amigos.
Era viernes, había pedido salir temprano de la florería y, su turno nocturno en la cafetería, lo cubriría el fin de semana, así que, hoy era el día, ésta noche sería la esperada cita con ______ Ivanov en un restaurante que él nunca había escuchado, pero, en internet, parecía ser un lugar lujoso y muy ostentoso.
Había pasado cuatro días desde que recibió aquella invitación por teléfono a aquella cena que, ya no era sólo de negocios. Y, en esos últimos días, conoció de forma superficial, un poco más, a Ivanov ______, ¿Cómo? Más correos electrónicos.
La excusa perfecta era el trabajo que los unía, aunque faltaban dos semanas y media para el cumpleaños de Ivanov Jeonsan, el hermano menor de ______, conversaron en varias ocasiones... bueno, casi todo el día, todo ese tiempo. Aunque él conoció muy poco de ella, la rusa de ojos oliva le hizo muchas preguntas sobre él.
Los libros que leía, su comida preferida, sus carretas universitarias, su trabajo y hobbies, de todo. Y, claramente, él no halló forma de resistirse a mantener conversaciones con ella.
Aunque siempre decía estar ocupada, parecía tener el tiempo suficiente como para contestarle casi a los diez segundos de haberle enviado un correo electrónico.
Y, ahora se hallaba aquí, como si fuera un ídolo, rodeado de muchos maquillistas y expertos. Bueno, al menos, para él, sus amigos eran un grupo de expertos porque tenían más experiencia en ésta clase de cosas que él mismo.
—Muy bien, Seungmin. Ya has tenido citas antes y, aunque no quiero escandalizarte, quiero que entiendas que ésta no es una cita como cualquier otra —sermoneó Felix, poniéndole las manos en los hombros, parado detrás de él y, mirándose mutuamente al espejo frente a ellos.
Definitivamente Felix hacía todo menos darle calma.
Estaba sentado frente al tocador que, tenía bombillas en todo el marco del espejo. En la estética y amplia habitación de Felix que, estaba encargándose de ayudarlo ese día.
El tocador estaba lleno de productos de belleza, específicamente para el cuidado de la piel, definitivamente su amigo tenía una rutina bastante extensa. Él tenía una piel bastante suave y tersa, así que, no ocupaba demasiados productos. Sobre todo porque no tenía demasiada experiencia en ello.
—¡No le digas eso! —reprochó la pelirosa Jeongyeon al peliazul, negándole con la cabeza.
—Bueno, hablamos de Ivanov ______ —argumentó el pecoso australiano—, no podemos tomarlo a la ligera.