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—Sé que la pintura corporal es una expresión plástica, pero, no es que esté del todo emocionado, especialmente porque no tengo un voluntario todavía.

El castaño Seungmin se hallaba recostado sobre su abdomen, con las piernas cruzadas hacia atrás y, los antebrazos reposando sobre la cama, hallándose frente a él su computadora portátil encendida y, un libro abierto entre sus manos.

Estaba atardeciendo, la habitación de Felix estaba desorganizada gracias a su extendido tiempo de práctica, trabajo y estudio. Su mejor amigo, el australiano de cabello azul y pecas se hallaba sentado en la silla de su escritorio, con los pies sobre esta, apuntando con la cámara hacia su pierna llena de dibujos hechos con pintura por parte de su mejor amigo.

Llevaba algunas horas ahí, había pinceles, tubos y botes de pintura por toda la cama y la habitación, algunos libros, servilletas y la música estaba a volúmen bajo, así que, era casi imperceptible la melodía de fondo. La casa olía a carne y sopa, lo que le decía que seguramente el novio de su mejor amigo estaba en la cocina dando lo mejor de sí mismo, puesto que se le dificultaba un poco la cocina de vez en cuando.

—Después de practicar todo el día me dices ésto, definitivamente eres incomprensible, Kim Seungmin —sinceró su amigo, riéndose mientras rodaba los ojos, concentrado en hacer una buena fotografía de los peces pintados en su pantorrilla.

Cabe resaltar que Seungmin tenía un dragón pintado en la mejilla, subiendo hasta su ceja y, aunque era pintura corporal, batallaba hace diez minutos con no rascarse la cara y arruinar lo que Felix había denominado como el mejor trabajo de su vida. Él también se había sacado unas fotos, sólo que no se sentía del todo seguro sobre publicarlas o no.

Él rió levemente por la queja de Felix, miró la habitación, ellos mismos escogieron ésto, ahora no había escapatoria alguna.

Volvió a mirar la computadora, poniendo sus manos sobre el teclado y, entró a su Instagram, de donde había estado sacando algo de inspiración para los peces que pintó con bastante esfuerzo en la pantorrilla de Felix. De no ser por el vídeo explicativo del influencer dedicado al arte que siempre veía, no habría salido tan bien.

A Seungmin le apasionaba el arte en sentido teórico, aunque lo práctico era fascinante de admirar, conforme avanzó sus estudios en la carrera de arte, se dió cuenta de que tal vez él nunca sería el mejor artista, ni siquiera sería uno. No podía abandonar la carrera luego de haberse esforzado tanto, especialmente por su madre, pero, de alguna forma, sentía que todo lo que hacía no tenía un trasfondo, un mensaje o siquiera un sentido.

Cuando veía los vídeos de ese chico, Hwang Hyunjin, quien hacía vídeos reflexivos y hablaba con tanto corazón sobre lo que hacía, Seungmin sentía que definitivamente estaba haciendo algo mal o, el arte realmente no fue realmente lo suyo. Cuando entró a la universidad de arte, se sintió emocionado e ilusionado, luego, empezó a percatarse de que nunca tuvo una respuesta a las preguntas de por qué hacía arte en sí.

Тоска; Kim SeungminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora