18: Side story I

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Side story I: Erkan & Viktor

Madre, ¿Puedes jugar conmigo?

—Erkan, has sido un niño malo; madre no volverá a jugar contigo porque eres débil y haces que tu padre me castigue por ello.

Los pequeños brazos del pelirrojo resguardaban el cuerpo del que era de su mismo tamaño, el peso del cuerpo más grande contra su espalda asfixiándolo, aún así, con todas sus fuerzas, levantaba el cuerpo que se sacudía y se hacía más débil con cada golpe sobre sí mismo.

Viktor divisó las lágrimas de su hermano gemelo bajo sus brazos, este le miraba con desesperación y temor, siendo su llanto lo que se escuchaba por toda la sala ligado a los gruñidos que salían de los labios de su hermana con cada golpe seco que caía contra su espalda. Miró a su izquierda, el delgado y pelinegro asiático a quien llamaba hermano, se hallaba tumbado en el piso con una mano en el abdomen, una expresión de agonía y debilidad en su rostro.

Aquella escena fue crucial, aquel momento específico fue lo suficientemente significativo en su vida como para cambiarlo todo, porque aunque Yury estuviera tirado en el suelo gracias a un par de fuertes golpes para evitar que se interpusiera, él aun así intentaba levantarse, aunque nunca logró hacerlo, entre murmullos le pedía a su hermana que se mantuviera firme, protegiéndolo a él a Erkan.

Mientras su hermana mayor los defendía, sobreponiendo su cuerpo, ocultándolos bajo sus brazos, el niño de tan corta edad mantuvo sus pequeños brazos extendidos mientras sus manos estaban plasmadas en el suelo, el peso de su hermana siendo extremadamente difícil de soportar, mas ver a su hermano gemelo llorando bajo su cuerpo lo motivaba a hacer lo posible por, así como su hermana los protegía, sostenerla a ella y ocultar a su hermano de su padre, quien la castigaba por interponerse en un castigo que originalmente le correspondía a Erkan.

Así que, Viktor miraba a la ventana con aquel recuerdo en su mente, una expresión vacía, pero, aunque el silencio era profundo, su corazón latía con la misma rapidez que aquella noche donde su hermana los protegió a ambos bajo su cuerpo.

—Viktor... Viktor, ¿Estás despierto?

El adolescente salió de sus pensamientos, pestañeó repetidamente para asegurarse de que no estaba de vuelta en aquel recuerdo y realmente estaba en una situación distinta. Prontamente se percató de que efectivamente estaba en una situación diferente, viviendo el mismo infierno, pero, al menos, no estaba de vuelta a esa noche.

Algo acelerado y, con un sobresalto, reaccionó ante el llamado, ahora poniendo su atención nuevamente en el libro frente a él y los varios cuadernos abiertos, los rayos del sol por la ventana sobre la cual decidió acercarse a estudiar iluminando todo.

—¿Terminaste el ejercicio tres?

Para el ruso adolescente de pecas y ojos oliva fue gracioso, así que, rió apenas escuchó las palabras de su gemelo, quien le reprochó mientras sus mejillas se tornaban rojas y le pegaba con el puño cerrado y el bolígrafo en la mano en la espalda por burlarse de él.

Viktor siempre se consideró aséptico, sin mucha motivación, solía ser tan callado y relajado que, le era sencillo cumplir con cualquier actividad o reto, puesto que le daba igual ser el mejor o el peor, aquel comportamiento tan indiferente y errático le condujo a demostrar a sus instructores y sus padres que era el mejor sin la necesidad de hacer demasiado, ni de hablar.

Fue el más callado de todos sus hermanos, incluyendo de su hermano gemelo, que aunque podía ser exactamente igual físicamente, era tan extrovertido, torpe y parlanchín como nadie más en la casa. Viktor creció imitando a su hermana mayor y su hermano adoptivo, quienes siempre mantenían una expresión neutra y se mostraban indiferentes, sin lágrimas, sin muchas palabras.

Тоска; Kim SeungminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora