Тоска; Kim Seungmin

29.

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La pelinegra de ojos oliva se hallaba acomodada tranquilamente en la cama, sus ojos centrados en las letras del libro, con sus gafas puestas y la lámpara encendida a un lado de la cama. Había un silencio bastante tranquilizante, su novio llevaba más de media hora en el baño, así que, aprovechó aquel tiempo para releer algunos capítulos de uno de sus libros favoritos.

Había sido una noche larga, la fiesta de inauguración había concluido bastante tarde, por ende, sus ojos estaban algo cansados y le dolía la espalda, todavía sin haberse quitado el maquillaje y su ostentoso peinado estaba algo deshecho. Se preguntó en varias ocasiones qué hacía su novio en el baño, puesto que, había pasado bastante tiempo desde que dejó de escuchar la ducha, sin embargo, ______ optó por molestarlo, probablemente estaba relajándose.

Mientras leía —por tal vez, milésima ocasión— sobre el abordaje de Phileas Fogg al Magnolia junto a Picaporte, escuchó el seguro de la puerta del baño, lo que le indicó que el castaño de tez clara estaba por salir, pero, antes de que esto pudiera ocurrir, de los altavoces ubicados junto a la televisión empezó a sonar una conocida melodía provocativa.

Escuchando la sensual melodía de I see red, una canción bastante conocida, levantó la vista, despegando su atención del libro, regresando de las imágenes que creaba en su cabeza para interpretar el libro. En cuanto elevó sus ojos, bastante extrañada por la música que repentinamente empezó a sonar, la puerta del baño se abrió. Tuvo que esperar varios segundos para averiguar qué es lo que ocurría.

La respuesta fue gratificante.

Con un notorio sonrojo en su rostro, Kim Seungmin atravesó el umbral del baño y, salió con pasos lentos, agachando la mirada, con el rostro hirviendo en vergüenza, temblaba sutilmente y apretaba las piernas al detenerse frente a la cama.

Los ojos grandes de la rusa recorrieron lentamente la figura de su novio semidesnudo, quien portaba una provocativa y tierna lencería blanca, con largas medias y ligueros apretando sus muslos; un bonito bustier de encaje transparente y, unas preciosas bragas que sólo cumplían la mitad de su función.

El chico no se atrevía a mirar a su mayor, sentía que vapor saldría por sus orejas en cualquier momento, el corazón le latía con tanta fuerza que temblaba, se sentía extremadamente nervioso. Era la primera vez que hacía algo como esto, o al menos, utilizaba prendas tan sensuales como la que Felix consiguió para él. Porque sí, detrás de su explícita presentación, estaba de cómplice Lee Felix con sus útiles consejos.

Seungmin respiró hondo, sentía que había sido muy idiota al utilizar la canción más básica del repertorio. Tragó grueso, puesto que, debía armarse de valor debido a que su show no estaba completo. Los ojos de la rusa que no había dicho ni una sola palabra se lo comían vivo, haciéndolo sentir mucho más pequeño y avergonzado.

Ella apreciaba con encanto los muslos de este, las medias apretadas, las bonitas bragas que sólo alcanzaban a cubrir la mitad de su erección y, el bonito liguero, además del precioso bustier de tirantes que, dejaba ver los pequeños pezones brillosos de Seungmin a través de la tela.

Como recién se mencionó, Seungmin apenas había empezado con el primer paso de sus planes. La rusa se quedó inmóvil en su sitio, a la espera de ver cómo él tomaba la iniciativa. El castaño, sin borrarse el rubor de su rostro, movió lentamente sus caderas de un lado a otro, siguiendo los pasos tan descriptivos que le dio su mejor amigo, haciendo que, una sonrisa ladina se formara en el rostro de la pelinegra.

Él, con algo de inexperiencia, movió suavemente sus caderas de un lado a otro, de forma lenta, intentando seguir el ritmo de la supuesta canción seductora, pasándose sus temblorosas manos por el pecho, se dio la vuelta lentamente, meneándose de forma sensual frente a la cama, inclinándose hacia el suelo para demostrar el bonito lazo que tenían las bragas atrás. Las mejillas de la rusa se tornaron sutilmente rojas, el vapor se le subía a la cara con sólo ver a su novio meciéndose y manoseándose para ella.