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Nota: mi laptop está de vuelta; estaré corrigiendo los capítulos anteriores y, este estará corregido en unas horas, por ahora, disculpen las faltas que encuentren en el proceso de la lectura. 

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Amami ancora, fallo dolcemente; un anno un mese un'ora, pererdutamente~

El castaño de flequillo rubio se removió lentamente en la cama, frunciendo el ceño, puesto que lo que escuchaba no parecía ser una alarma y, hasta ahora, había estado durmiendo plácidamente, sobre todo porque su cuerpo estaba tan cansado y débil como el de un albañil.

Se pasó una mano por el rostro, sentía que era casi imposible abrir sus ojos, incluso temió por unos breves segundos nunca poder volver a abrirlos. Mas aquel susto se desvaneció ante lo que creyó haber sido un murmullo producto de su imaginación, acarició su oído acompañado de un suave masaje en su cadera, presionando con sus dedos aquel punto sensible con una caricia amorosa.

La melodiosa voz lo espabiló un poco y, para cuando empezó a ser más consciente de dónde estaba y, especialmente lo que ocurría, nuevamente la escuchó.

Amarti mi consola, mi allegria

Aquella voz suave le hizo esbozar una sonrisa adormilada y, se volteó casi al instante, de forma lenta, agotado, sus ojos pesados cruzándose con los de la que parecía tan fresca como una lechuga. Apenas sus miradas se cruzaron, soltaron una suave risa y un suspiro amoroso.

Seungmin se cuestionaba a sí mismo en medio de la escasa disposición que tenía para despertarse en qué momento cometió una tontería como imaginarse que _____ podría ser alguien inexpresiva, debido a la perspectiva que tuvo inicialmente acerca de ella su actitud y algunas señales que percibió en su errática, frívola y vacía personal, llegó a pensar que nunca podría ser exactamente como ahora, mucho menos comportarse de una forma como esta.

Cuando sus manos acariciaban su cuerpo bajo las sábanas se autocontestaba, como si pudiera sentarse a charlar consigo mismo de hace un tiempo atrás para explicarle que nada de lo que pensaba era de esa manera.

Su corazón latió fuertemente, nada había sido un sueño, fue como si sintiera alivio de seguir en la misma realidad deseada. Se volteó por completo hasta estar entre los brazos femeninos, su cuerpo tibio gracias a las sábanas y el calor corporal de su compañera de cama. Sus ojos tan acaramelados y amorosos que parecía todo un enamorado.

_____ estaba del otro lado de la cama en aquella amplia habitación que ahora le correspondía, el aroma de su sudor impregnado a las sábanas que, presenciaron todos sus actos pecaminosos durante la noche. Su melena lisa y negra suelta, haciéndola lucir mucho más hermosa y radiante esa mañana, mirándolo con tal tranquilidad que sus ojos oliva lo ponían tímido.

—Buenos días —susurró con voz adormilada, sus mejillas adoptando un tono carmín al mismo tiempo que tomaba lugar en el regazo ajeno.

La rusa acarició su cabello, las sábanas bajo sus cuerpos algo húmedas todavía y, los pañuelos sucios en el bote más cercano a la cama. Las fotografías junto a la cama reposaban de forma organizada en la mesilla de noche, seguramente mientras él dormía la mujer se había encargado de acomodarlas perfectamente y darle unos últimos vistazos.

Él no recordaba demasiado luego de haberse dormido, ciertamente no recordaba demasiado en general, el tan alto grado de éxtasis que alcanzó su cuerpo fue tal que lo único que podía vislumbrar en su mente eran sus propios gemidos y la sensación de su cuerpo fuera de control mientras padecía espasmos.

Siempre todo era tan vergonzoso cuando lo recordaba.

—Siento levantarte temprano, sé que estás cansado —dijo ella, acariciando la espalda del que estaba desnudo entre sus brazos.

Тоска; Kim SeungminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora