— Por la cloaca será más conveniente— dijo con un tono firme—. Es un espacio
cerrado y no hay muchos lugares a donde ir, pero no creo que esas cosas puedan
entrar por ahí. Creo que estaremos a salvo.
Pero ¿en realidad estaba seguro de que sería la mejor opción? Claro que no, aun
así, creyó que tal vez tendrían más posibilidades de encontrarse con las criaturas
aladas si iban por las azoteas.
Cuando propuso ir por la cloaca nadie se negó y eso hizo que en realidad
comenzara a creer que confiaban en él, algo que no apreciaba en un momento como
ese porque lo que menos quería era que sus compañeros lo culparan de lo que
fuera que pudiera salir mal si tomaban una mala decisión, pensando que sería lo
mejor.
Antes de salir se equiparon con objetos que encontraron en el cuarto. Las patas de
unas sillas y una lámpara sirvieron como armas. Eliot abrió la puerta y fue el primero
en asomarse para verificar que la zona estuviera despejada y en cuanto se aseguró
de que no había nada que pudiera atacarlos hizo un movimiento con la mano y
salieron de ahí, directo a la primera planta donde estaba el cuarto de servicio, ahí
se hallaba la compuerta que los llevaría a la cloaca.
La puerta ya estaba abierta, y aunque no lo dijeron en voz alta, todos estaban
seguros de que algunos habían tenido la misma idea que ellos y tal vez encontrarían
sobrevivientes abajo, así que sin pensarlo mucho bajaron de un brinco.
Martín, que era uno de los guardias de seguridad, llevaba una linterna consigo y no
dudó en usarla para alumbrar el camino. El otro hombre que los acompañaba se
llamaba César.
— No parece haber peligro— dijo Martín— ¿Hacia dónde iremos?
— Deberíamos buscar la manera de salir del centro del pueblo— opinó Eliot, pero
el resto no parecía estar de acuerdo con su propuesta—. No sabemos hasta donde
se extendió esto.
— ¿No tienes una familia en la cual pensar? — le preguntó César molesto.
Eliot era un hombre divorciado y sin hijos, toda su familia vivía en otro estado y no
tenía a nadie por quien preocuparse, por lo menos nadie que estuviera en el mismo
lugar que ellos. Martín no tenía hijos y su esposa recientemente lo había dejado
porque descubrió que él le fue infiel con otro hombre, pero César si tenía familia,
una esposa y tres hijas que vivían muy cerca del centro de Kennys Lake a escasos
kilómetros del museo. En ese momento César era el que manifestaba más urgencia
por salir de ahí, sin interesarse mucho por el cuidado y el sigilo que debían tener
para evitar ser atrapados. Adam sabía que sus papás estaban lejos porque se
habían ido hace horas y su hermano ni siquiera vivía ahí así que su única
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Caminos de medianoche
HorrorUn culto siniestro se estableció en las tierras de Kenny's Lake y Candy's Dock. Trescientos años después volvieron para recuperarlas. Durante un evento histórico, comenzó la peor noche de todos los habitantes de estos pueblos, desatando el mal del...