Absolución
Caminó lentamente hacia ese lugar a pesar de que estaba desesperado por reunirse
con ella y verla una vez más. Cada uno de sus pasos llevaba inseguridad, tenía
miedo de llegar al final. Incluso temía que ella no estuviera ahí, sentada en una de
las bancas del viejo cementerio de la forma en la que él la había visualizado, justo
como Belly le prometió que sería.
Siguió caminando hasta que llegó al cementerio, atravesó la reja oxidada y cuando
llegó y no vio a Helen, no pudo evitar pensar que Belly lo había engañado. Se sentó
en el concreto de una de las tumbas abandonadas y miró hacia arriba.
—Hola—dijo con la voz entrecortada—, solo quiero decir que lo siento, siento no
haber sido un mejor hijo para Ti. No sé porque tuvo que pasarme esto, a un niño de
ocho años que quería divertirse y tener amigospero no te culpo. No te culpo
porque ellos me hayan encontrado, quiero que sepas que nunca te he culpado,
aunque eso ya debes saberlo. No te voy a pedir que salves mi alma porque sé que
tal vez no sea posible, pero Helen, su papá y muchos otros de este pueblo no han
hecho nada malo, nada que sea muy malo. Por favor, sálvalos, es lo único que
quiero ahora—no retuvo más las lágrimas. Se aclaró la garganta y continuó
hablando—. He estado alejado de Ti mi vida entera y entiendo que no quieras
escucharme ahora, si tuviera la oportunidad lo haría todo diferente, sería el mejor
hijo que hayas tenido, pero sé que no puedo cambiar nada ahora, así que te pido
que los salves, por favor. Es lo único que quiero.
Mantuvo los dedos entrelazados, cerró los ojos, agachó la cabeza y permaneció en
silencio, atento a todos los ruidos de su alrededor, rogando que Belly respetara el
tiempo que le había dado y que no llegara a molestarlo y aturdirlo con su aguda voz
y su risa escabrosa con la que disfrutaba torturarlo.
—¿Adam?
Se puso de pie al escuchar la voz que más deseaba escuchar en esa noche, estaba
muy cerca de él y vio a la chica parada junto a uno de los tantos mausoleos.
—¡Adam! — exclamó ella corriendo hacia él para abrazarlo.
Él abrazó a Helen con fuerza y la escuchó llorar, por segundos permanecieron
unidos entre sus brazos y en silencio. Finalmente, Adam se separó de ella y colocó
sus manos sobre las mejillas de Helen y con los pulgares le retiró las lágrimas.
—Hola—dijo en voz baja— ¿Estás bien?
Ella asintió.
—Pensé que no te iba a volver a ver y tuve mucho miedo, yo lo siento tanto
Colocó la mano en su nuca para acercarla a él y abrazarla de nuevo. Permanecieron
en esa posición, hasta que ella se apartó de él con premura, tomó por sorpresa a
Adam, pero ella se apresuró a explicar el motivo por el que había reaccionado de
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Caminos de medianoche
TerrorUn culto siniestro se estableció en las tierras de Kenny's Lake y Candy's Dock. Trescientos años después volvieron para recuperarlas. Durante un evento histórico, comenzó la peor noche de todos los habitantes de estos pueblos, desatando el mal del...