13 de septiembre del año 2013
Esa mañana, el sacerdote despertó más tarde de lo que acostumbraba, se
preparó para celebrar misa en la mañana con la poca concurrencia habitual, y
poco después desayunó, leyó un poco, llamó a sus orgullosos padres, celebró
otra misa en la tarde y después de eso emprendió su viaje. Caminó hasta la
casa a la que había prometido realizar una visita. Vivía en un pueblo pequeño,
así que no tenía necesidad de usar un automóvil, además disfrutaba de
caminar solo porque le permitía pensar y reflexionar
Llegó a la residencia y la observó por unos segundos antes de acercarse para
tocar el timbre de la casa de los Price el cual sonó en el interior y a los pocos
segundos los pasos de la señora resonaron, desde la sala hasta la puerta
principal. Abrió la puerta y suspiró aliviada cuando vio al hombre con el
maletín en su mano.
—Padre William, que bueno verlo por aquí—dijo ella—. Por favor, pase.
Él entró con una sonrisa en su rostro y estrechó la mano del hombre que se
acercó a él.
—Hola, soy James, el papá de Adam.
—Gusto en conocerlo, señor. La secretaria de la parroquia me informó de su
petición y luego su esposa me pidió personalmente que viniera.
Los señores intercambiaron miradas, Laura se notaba más nerviosa que su
marido.
—Sentémonos un momento—propuso ella— ¿Quiere una taza de café?
—Gracias—dijo el padre William con un asentimiento.
James se apresuró a ir a la cocina y servir en una taza el café que ya aguardaba
su consumo en la cafetera, le entregó la taza y se sentó en el sillón a lado de
su esposa.
—Para ser honesto, no estaba en mis planes venir, pero luego de la visita de
la señora Laura, mi hermana me habló ayer por la noche, dijo que esperaba
que yo viniera.
—Si, verá...su hermana es la cuñada de mi hermano— explicó Laura—, usted
es el sacerdote más cercano de la familia. Aunque el lugar es chico, usted es
el único al que podíamos acudir sin sentir vergüenza.
El padre William tomó un sorbo de su café.
—No lo entiendo.
El matrimonio parecía incómodo con la situación, sobre todo Laura que había
sido la que insistió en concretar esa reunión.
—Mi esposa es católica y yo tengo ascendencia judía, pero no practicamos
nuestras religiones para nada—confesó James.
—¿Y por qué estoy aquí? — preguntó el padre William.
Otro intercambio de miradas. Laura explicó.
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Caminos de medianoche
HorrorUn culto siniestro se estableció en las tierras de Kenny's Lake y Candy's Dock. Trescientos años después volvieron para recuperarlas. Durante un evento histórico, comenzó la peor noche de todos los habitantes de estos pueblos, desatando el mal del...