PARTE 57: ADAM LADO B2 Y HELEN LADO B2

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"Llovizna"

Los sacerdotes comenzaron a inquietarse cuando el padre Daniel no llegó al lugar

acordado. Minutos después, tres de ellos fueron voluntarios y se dirigieron a su

parroquia solo para encontrarse con la masacre. Desconcertados y espantados,

corrieron a la primera iglesia de Kennys Lake para informar a los demás. Y fue en

ese momento en el que decidieron que debían actuar y no perder más tiempo.

A pesar de que el plan le generaba mucha incertidumbre, Helen había brindado toda

la ayuda posible a los sacerdotes, dándoles la información que necesitaban para

realizar el ritual exitosamente.

—¿Qué haré yo? — preguntó ella una vez que concluyó.

—Sabemos que nuestro hermano, el padre Daniel, fue asesinado junto con varios

novicios, es muy probable que haya sido Adam— el rostro de Helen se nubló y de

inmediato William corrigió sus palabras—. Fue lo que está dentro de Adam. A él no

le importa si es la novia de su recipiente, solo te verá como un obstáculo.

—Entonces ¿Debo quedarme aquí sin hacer nada?

—Tal vez sea lo mejor—sugirió Nicolás—. Lo que el padre William dice es verdad,

probablemente Adam estará muy confundido y será incapaz de reconocerte como

su novia.

—Si me ve tal vez recuerde quien es él en realidad.

—Existe esa posibilidad, pero no deberíamos arriesgarla de ese modo—opinó Jack

mientras se ponía de pie ayudándose con un bastón.

—Recuerden que nuestro hermano Daniel está muerto y fue

Jack lo interrumpió llevando su mano al brazo de su compañero, la expresión de

Helen era de tristeza y pena porque ella sabía quién había sido el que ocasionó ese

deceso.

—Lo siento—dijo él—. No podrás salir así—le dijo Nicolás a Jack que no había

dejado de mirar la pierna herida de su compañero.

—Estoy bien, puedo caminar. La bala me rozó, no es nada grave.

Nicolás negó con la cabeza, demostrando el desacuerdo que tenía por la decisión

de su amigo de unirse a la búsqueda.

—Tenemos que irnos—dijo William—. Hay que encontrarlo ahora, antes de que sea

demasiado tarde. Helen, escóndete y no salgas.

Ella asintió y seguido se dirigió a uno de los viejos confesionarios, abrió la puerta y

se sentó en el interior. Antes de irse, Jack se acercó a ella y le dedicó una sonrisa.

—Todo estará bien— le dijo—. Te lo prometo.

Ella agachó la cabeza, le costaba creerlo.

—Lamento mucho lo que le pasó a Daniel.

Jack agradeció el pésame, pero no quiso continuar con el tema porque todos sabían

quién lo había asesinado con violencia. Helen también se percató de que ese tema

entristecía a Jack, así que decidió cambiarlo.

Caminos de medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora