— ¿Y así sacaste la conclusión? — Susurro Madelaine, mientras veía la pantalla del teléfono de Catherine.
Leyó con claridad y seguridad cada uno de los malestares que podían tener las embarazadas, cada uno podía coincidir con lo que sentía Catherine, ella tenía las manos sobre su cabeza mirando hacía un punto fijo en la mesa de la cafetería. No quería adelantarse pero, vaya que estaba comenzando a espantar a Catherine.
— ¿Por qué no sólo se lo dices a Logan? Después de todo, ambos lo hicieron.
Su amia bufó.
— Nos odiamos, mi padre lo odia. ¿Lo olvidas?
— Pero tiene derecho a saber de ese bebito en tú vientre.— Bromeó su amiga, a lo que Catherine no pudo evitar imitarla en expresiones y sentir molestia por lo que había dicho.
Por su cabeza jamás había pasado pensando que nunca tendría que pasar esto, al menos hasta que fuera más joven, apenas tenía veintidós, no quería ser madre.
(...)
Christian estaba concentrado en su trabajo en la oficina, revisando papeles y uno que otro deber que tenía por cumplir, revisando informes y tomando llamadas, cuando Catherine entró. El ambiente estaba tenso, lleno de la energía de la próxima carrera y las expectativas que él mayor tenía en su equipo.
Pero Catherine se había armado de valor para contarle a una de las personas en las que más confiaba, le contaría su secreto.
—Hola, papá —dijo Catherine con una sonrisa forzada mientras se acercaba a su escritorio.
Christian levantó la vista y le devolvió la sonrisa, aunque algo en su expresión denotaba preocupación.
—Hola, mi niña. ¿Cómo estás?
—Bien, todo bien —respondió ella, aunque la tensión en el aire no pasó desapercibida.
Christian dejó de hojear los informes y, después de un momento de silencio, habló con cierta seriedad.
—He estado escuchando cosas sobre ese piloto americano, Logan Sargeant. ¿Cómo es posible que alguien de ese calibre haya llegado hasta aquí?
Catherine se sintió incómoda al instante. Su padre no sabía nada de lo que había sucedido entre ella y Logan, y la crítica hacia él la puso a la defensiva.
—Papá, Logan puede ser un piloto talentoso. No hay necesidad de juzgarlo sin conocerlo.
Christian frunció el ceño.
—Escuché que tiene un historial problemático. No quiero verte cerca de ese tipo, Catherine. Tú mereces algo mejor.
Catherine, intentando mantener la calma, respondió.
—Papá, no tienes que preocuparte por mí. Además, juzgar a alguien solo por rumores no es justo.
Christian suspiró, como si estuviera a punto de decir algo más, pero la entrada de un ingeniero a la oficina interrumpió la conversación.
Catherine se alejó del escritorio de su padre, pero la incomodidad persistía en el aire. Mientras miraba por la ventana, no pudo evitar pensar en la posibilidad de que estuviera esperando un hijo de Logan. La complicación de su situación personal se mezclaba con la tensión en la oficina, creando un ambiente difícil de ignorar.
Sólo debía ignorar eso, ¿no?
(...)
Por otro lado Logan se encontraba en el lado de Williams, repasando datos y estrategias para la próxima carrera. Sin embargo, una persistente fatiga comenzaba a hacer mella en su concentración. A pesar de haber descansado lo suficiente, las horas de sueño no parecían ser suficientes para combatir la sensación de agotamiento que lo envolvía.
Frotándose los ojos, Logan se preguntó si el estrés de la competición estaba comenzando a pasar factura. Aunque estaba acostumbrado a las demandas del mundo en el que vivía, la fatiga persistente lo estaba desafiando de una manera diferente.
—¿Por qué estoy tan cansado últimamente? —se preguntó a sí mismo, tratando de encontrar una explicación lógica.
Sus días se volvían borrosos entre sesiones de entrenamiento, reuniones con el equipo y análisis de datos. A pesar de su dedicación y entrenamiento riguroso, el sueño se volvía cada vez más difícil de resistir.
—Debería estar acostumbrado a esto —se dijo a sí mismo con cierta frustración. Sin embargo, la fatiga parecía persistir, sin darle tregua.
Su enfoque estaba completamente en la preparación para la próxima carrera, sin darse cuenta de que su cuerpo respondía a cambios que no podía explicar, ni siquiera sabía aún.
En el paddock, los ingenieros y mecánicos trabajaban a su alrededor, pero Logan se sentía cada vez más desconectado. La fatiga lo llevaba a momentos de distracción, y las conversaciones con el equipo se volvían borrosas en su mente cansada.
A medida que se sumergía más en la vorágine de la competición, Logan no sabía que, de alguna manera, su cuerpo respondía a cambios que solo el tiempo revelaría. Sin sospechar lo que estaba sucediendo en la vida personal de Catherine, continuaba con la preparación para la carrera.
(...)
Catherine daba vueltas en su habitación, frente a ella estaba su mejor amiga, aún intentaban encontrar una solución a esos nervios, posibilidades, miedos que ella sentía. Tratando de encontrar una manera en la que ella pudiera sentirse más tranquila.
—Catherine, ignorar la posibilidad no la hace desaparecer. ¿No crees que deberías hacerte una prueba de embarazo para estar segura?
Catherine frunció el ceño, molesta por la insistencia de Madelaine.
—No necesito una prueba. Debe haber otra explicación para cómo me siento.
Madelaine suspiró y le tomó las manos con firmeza.
—Catherine, entiendo que esto puede ser aterrador, pero ignorarlo no va a cambiar la realidad. Hacerte una prueba es la única manera de obtener respuestas, y si estás embarazada, podemos enfrentarlo juntas.
Catherine miró hacia abajo, mordiéndose el labio inferior.
—No puedo, Maddie. Si mis padres descubren que estoy embarazada, me odiarían. No puedo soportar eso.
Madelaine asintió con comprensión.
—Lo entiendo, Catherine. Pero enfrentar la realidad, cualquiera que sea, es el único camino para encontrar soluciones. Estoy aquí para apoyarte, sin importar lo que decidas hacer. Tus padres harán lo mismo.
Catherine suspiró, mirando alrededor como si buscara una respuesta en el paisaje de la ciudad, cómo si de alguna manera fuera a ayudarla.
—¿Y si simplemente ignoro todo esto y espero a que desaparezca?
Madelaine le sonrió con suavidad.
—Catherine, las cosas no funcionan así. Ignorar no elimina los problemas, solo los posterga. Más vale saber ahora y tomar decisiones desde ahora.
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Miss London & The American Boy. | Logan Sargeant.
Fanfictionla vida de Catherine Horner, apodada "Miss London" por su famoso padre, el ingeniero Christian Horner, da un giro inesperado. Catherine es una niña caprichosa y mimada, acostumbrada a la comodidad y los lujos, pero nada la había preparado para un em...