El suave tintineo de la brisa movía las cortinas en la habitación de Catherine, ella se encontraba arreglando algunas cosas de su habitación, había estado sobre una silla de su escritorio para bajar una caja de fotos, las fotos de su niñez que sin duda la hacía sonreír, era una niña feliz, pero ahora no.
Sólo podía pensar en que quería que su bebé tuviera una familia feliz, un padre presente emocional y físicamente, quería darle lo que ella no tuvo. Quería permitirle tener una familia que lo amará, sin importar si era niño o niña, ella sólo quería desearle lo mejor del mundo y hacerle saber que su madre y padre estarían acompañándolo a lo largo de su vida.
Continúo mirando las fotos, las guardó poco después dentro de la caja y la puso sobre su escritorio, estaba bien cuando, de repente, un agudo dolor la hizo doblarse en su cama. Un gemido involuntario escapó de sus labios, y su mano instintivamente fue a su vientre. La preocupación se apoderó de ella mientras el dolor persistía.
—¡Mamá! —gritó Catherine, llamando a Leigh con urgencia.
Leigh, que estaba en la planta baja, subió las escaleras de dos en dos al escuchar la angustia en la voz de su hija. Entró apresuradamente en la habitación y encontró a Catherine encogida de dolor.
—¿Qué pasa, cariño? —preguntó Leigh, su preocupación reflejada en los ojos.
—Duele, mamá. Duele mucho —susurró Catherine, luchando contra el dolor.
Sin perder tiempo, Leigh tomó su teléfono y marcó el número del médico de confianza de la familia. Después de una conversación apresurada, el médico aseguró que estaría allí lo antes posible.
Leigh se acercó a su hija para tratar de calmarla, pero ella no podía parar de quejarse del dolor, la revisó y no había manchas de sangre, ambas temían que fuera a perder el bebé.
Cuando el médico llegó, su rostro serio reflejaba la urgencia de la situación. Realizó una serie de exámenes, su mirada escrutadora enfocada en el bienestar del bebé. La tensión en la habitación aumentó mientras esperaban los resultados.
El doctor revisó por última vez a Catherine, empezó a revisarla correctamente y después se acercó a la madre de ella para mirarla, ella temió.
—Afortunadamente, no hay señales de complicaciones serias. Parece que fue una falsa alarma. El bebé está bien —informó el médico, aliviando la tensión en la habitación.
Leigh le agradeció, todo parecía estar bien con el bebé y eso era de gran alivio para ambas, Leigh ayudo a que Cath se acostará en su cama y después despidió al doctor para que pudiera marcharse a su casa, empezaba a hacerse tarde, Leigh volvió a la habitación con su hija, se sentó junto a Catherine, cuyos ojos estaban húmedos por las lágrimas que amenazaban con caer.
—Cath, necesitas ser honesta conmigo. ¿Quién es el padre del bebé? ¿Por qué no compartiste esto antes?
Catherine, con la garganta apretada por la emoción, comenzó a hablar entre sollozos.
—Lo siento, mamá. Solo quería ser la hija perfecta, la que no te preocupara. No quería decepcionar a papá ni sus expectativas. Solo quería que estuviéramos bien.
Leigh tomó las manos de Catherine con ternura.
— Cariño, nunca me vas a decepcionar. Siempre serás mi princesa, lo sabes bien.— Murmuró Leigh acariciando el rostro de ella con una de sus manos.
— Pero ustedes querían una mejor hija, una que los hiciera sentirse orgullosos, alguien que no cometiera los mismos errores que estoy cometiendo yo, se que papá es así porque siempre deseo un niño pero.. quería ser amada por él.
Sus palabras rompieron el corazón de Leigh, aún que aún seguía dando vueltas su pregunta por la cabeza. Besó la frente de su hija y después con seriedad, aclaró su garganta y hablo.
— Cath, sé sincera conmigo. ¿Sabes quién es el papá de tu bebé?
Su hija se quedó callada, empezó a llorar aún más, eso preocupó de más a Leigh.
— Cariño, dime.
Catherine, entre susurros ahogados, confesó la verdad no podía aguantarlo más.
—Es de Logan Sargeant, mamá. No lo odies, por favor.
El silencio que siguió fue denso, cargado con la realidad de la revelación. Leigh estaba sorprendida con la confesión de su hija, parecía que no había escuchado bien, pero si lo había hecho, su hija había estado con uno de los pilotos rivales a la escudería de su padre. Pero no le importaba, sino, le importaba entender si acaso el sabía la verdad acerca de su hijo.
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Miss London & The American Boy. | Logan Sargeant.
Fanficla vida de Catherine Horner, apodada "Miss London" por su famoso padre, el ingeniero Christian Horner, da un giro inesperado. Catherine es una niña caprichosa y mimada, acostumbrada a la comodidad y los lujos, pero nada la había preparado para un em...