Miss London & The American Boy. | Logan Sargeant.

Cuarenta y tres.

La nueva luz de la mañana entraba por la ventana, Catherine no estaba más en la cama, fue de lo que percató Logan cunado se movió tratando de encontrarla. Hasta que escucho el ruido de un bebé llorando en la sala, ahí supo dónde se encontraría Catherine. Se levantó de la cama y se vistió rápidamente para bajar a la sala. 

Notó que su pareja cargaba al pequeño tratando de hacer que dejará de llorar, él se quedó en silencio esperando a que ella se percatará que estaba presente. Poco a poco, se acercó a ella para poner su mano en la espalda, Catherine se sobresalto girándose para mirarlo.

— Cath, lo siento, no era mi intención hacerte sentir mal anoche.— Comenzó Logan ofreciéndose tomar al pequeño en sus brazos. 

— No fue sólo eso, Logan. También el hecho de que me sentí como si no existiera por culpa de quién es mi supuesta amiga. — Su voz estaba llena de dolor, cómo si tuviera espinas que le golpearán la garganta.

— Cometí un error al no protegerte de esas intenciones. Pero a partir de ahora, haré todo lo posible para cuidarte, para que solo tengamos espacio para nosotros dos.

Catherine asintió, con los ojos ligeramente humedecidos por casi llorar ante las palabras de Logan, realmente parecía ser sincero.

— Eso es lo que quiero, Logan. Necesitamos ser fuertes juntos.

Logan acarició suavemente el cabello de Catherine y la besó en la frente, también dejó un beso en la frente del pequeño.

— No permitiré que nada nos separe, lo prometo.

(...)

Un par de horas después, Logan tuvo que salir para hacer algunas compras necesarias para la casa, Catherine se quedó cuidando al pequeño, estaba tan cansada que ahora mismo sólo quería estar descansando con su pequeño. 

Mientras ordenaba algunas cosas de la habitación del bebé quién dormía tranquilo, el timbre de la puerta principal sonó, Catherine bufó antes de bajar las escaleras despacio para dirigirse con cuidado hacía la puerta.

Al abrir la puerta, se encontró cara a cara con Leigh, su madre. Catherine frunció el ceño, sorprendida y molesta por su visita inesperada.

—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Catherine con frialdad.

Leigh suspiró en cuanto miró a su hija, lucía igual de hermosa que la última vez que se habían visto. Era totalmente igual a las fotografías que veía en las redes sociales. Desde que Catherine se mudó con Logan, había mantenido una distancia deliberada de sus padres, especialmente de su padre Christian, con quién era obvio que no podría volver a llevarse bien.

—Solo quería conocerte y ver a mi nieto. Algunas amistades me dijeron dónde estabas.

Catherine estaba desconfiada, se preguntaba a sí misma si se trataba de algún plan de su padre. Él era capaz de eso.

—No necesitas saber dónde vivo. No tienes derecho a aparecerte así.

Ella se acercó a su hija tratando de mantener la calma.

—Catherine, entiendo que estés molesta. Solo quiero ser parte de la vida de mi nieto y estar presente para ti. ¿Por qué no quieres verme? 

— Leigh, no es que no quiera verte. Es solo que... las cosas son complicadas.

— Lo entiendo, cariño. Pero quiero ser parte de tu vida, especialmente ahora que eres madre. Quiero conocer a mi nieto.

Las emociones golpearon directo en el pecho de Catherine. Aunque no tenía resentimientos hacia su madre, la idea de dejarla entrar en su vida después de tantos meses de distancia le resultaba imposible de creer. Ni siquiera podía referirse a ambos como "padres"

— No sé, Leigh. Todo es tan complicado.

En medio de sus palabras y de una respuesta a medias de Leigh, un suave llanto resonó en la casa.

— Parece que alguien necesita atención. Un momento.

Catherine se dirigió a la habitación del bebé y encontró a su pequeño Tyler llorando en la cuna. Mientras lo alzaba en brazos,  los sollozos pararon algunos instantes.

Leigh desde la entrada escuchó el llanto y sus ojos se llenaron de lágrimas. Entro a al casa rápidamente y se acercó a la habitación dónde se encontraba la puerta abierta y notaba a Catherine con el bebé.

— ¿Es él? ¿Es mi nieto?

Catherine asintió sosteniendo a Tyler con ternura.

— Sí, Leigh. Este es tu nieto.

Los ojos de Leigh brillaron al ver al pequeño y extendió sus brazos para acogerlo.

— ¿Puedo sostenerlo?

Después de todo, algo impactó en el corazón de ella y no pudo negarse, Catherine depositó a Tyler con cuidado en los brazos de su madre. Leigh estaba tan emocionada lo acunó con cariño mientras sus lágrimas caían en las mejillas del bebé.

— Oh, mi querido nieto, eres tan hermoso. Cómo tú mamá de pequeña.—Leigh empezó a soltar algunas lágrimas mientras el pequeño se calmaba en sus brazos.— Catherine, no hay palabras suficientes para expresar cuánto lamento todo el dolor que te causé. Cometí errores, y me duele profundamente que hayas tenido que cargar con las consecuencias. Lo siento mucho, cariño.

Catherine contempló las lágrimas en los ojos de su madre. La tristeza y la nostalgia se mezclaban en su mirada. Respiró hondo antes de responder.

— Mamá, ha pasado mucho tiempo y las cosas han cambiado. Pero no olvido el dolor. — Un nudo en su garganta estaba presente.— Aprecio tus disculpas, pero no puedo olvidar tan fácilmente. Sin embargo, Tyler merece tener a su abuela en su vida.

Leigh sonrió, estaba tan conmocionada por el hecho de que por fin podía estar en paz, pues tenía el perdón de su hija, él único perdón que deseaba tener.

— Entiendo, Catherine. Haré todo lo posible para ser una buena abuela para él, y para ti. No quiero perderme más momentos importantes en la vida de mi familia.

Catherine asintió, no tenía mucho que decir, también estaba sentimental por el hecho de que se había reconciliado con una de las personas que eran esenciales en su vida, su madre.