Miss London & The American Boy. | Logan Sargeant.

Veinticinco.

Catherine estaba sentada sola en la cafetería del paddock, estaba a dentro de sus pensamientos y sintiéndose abrumada por las palabras hirientes de los periodistas, ¿era un estorbo para Logan? ¿por qué se sentía así si no quería por completo a Logan? Intentaba reunir el coraje para enfrentar la situación, incluso para hablar con Logan y pedirle perdón, hasta que Lando, uno de los pilotos, se acercó con una sonrisa amistosa.

Maldijo el momento una y otra vez.

—Hey, Catherine, ¿cómo estás? Vi lo de la entrevista. —saludó Lando, tomando asiento frente a ella.

Catherine le ofreció una sonrisa forzada. 

— Me veo bonita, ¿no?

Lando notó la tensión en su rostro y decidió cambiar el tono de la conversación. 

—¿Te importa si me uno? No deberías estar sola en un momento así. Quiero hacerte compañía.

Catherine asintió, no podía decirle que no porque sabía que eso generaría un drama entre ellos.

—Gracias, Lando. La verdad es que no esperaba que todo esto se volviera tan complicado.

Lando la miró, no esperaba que la misma Catherine a quién solía conocer estuviera de tal modo.

—La prensa puede ser brutal. Pero no estás sola en esto, ¿sabes? Tienes gente que te apoya.

Catherine asintió, apreciando sus palabras. 

—Gracias, Lando. Es solo que... es difícil, especialmente porque no sé cómo va a afectar esto.

Lando acercó su mano a la de Catherine.

—Mira, Catherine, estoy aquí para ti. Si necesitas hablar o ayuda en algo, solo dímelo. Y sobre el bebé, créeme, puedo ser un buen apoyo.

Catherine le miró con sorpresa, y Lando, sin darse cuenta del doble sentido de sus palabras, continuó. 

—Quiero decir, puedo ayudarte en lo que necesites, incluso si se trata de cambiar pañales o cantarle canciones de cuna al pequeño.

Antes de que pudiera decir más, Catherine sintió la mano de alguien poniéndose en su cintura, al instante supo de quién se trataba. Sólo miro hacía atrás para asegurarse de sus sospechas, y vaya que lo hizo, pues se trataba de Logna.

—¿Todo bien aquí, Catherine? —preguntó Logan, mirando fijamente a Lando.

Lando se puso de pie. 

—Solo estaba ofreciendo mi apoyo, Logan. Sabes que somos amigos.

Logan asintió, pero su mirada seguía siendo intensa, estaba celoso.

—Lo sé. Gracias, Lando. Pero Catherine no necesita más amigos. Necesita a alguien que esté dispuesto a comprometerse, y aquí estoy yo. 

Catherine se sintió incómoda con la situación, y antes de que pudiera intervenir, Logan continuó.

— Princesa, te estuve buscando. ¿Por qué te fuiste? Me preocupaste demasiado.

Dijo Logan, a lo que Lando sintiéndose fuera de lugar, se disculpó y se retiró de la escena. Se sintió un poco triste al ver a la persona que le gustaba con alguien más.

 Catherine miró a Logan, agradecida por su intervención pero también desconcertada por sus palabras.

—Logan, no sé qué decir...

Logan le sonrió suavemente. 

—No tienes que decir nada. Solo déjame estar ahí para ti y para nuestro bebé. Juntos superaremos esto.

Catherine no respondió nada, no tenía las palabras adecuadas para ese momento, ni siquiera supo como reaccionar. Logan la tomo de la mano y se dirigieron juntos al mostrador, él pidió lo que a ella le gustaba, ¿cómo lo sabía? Se preguntó a si misma, pero no importó ahora, salieron de la cafetería con su desayuno para llevar y dirigiéndose al box, dónde ella podría desayunar. 

Por lado de Logan, aunque la situación con los periodistas había sido tensa, Logan no pudo evitar sentir una pequeña chispa de celos al ver a Catherine conversando con otro hombre. Se acercaron a la zona donde los equipos estaban preparando los autos, y Logan, sintiendo la necesidad de expresar sus sentimientos, buscó un momento a solas con Catherine.

—Catherine, ¿puedo hablar contigo un momento? —preguntó Logan con ternura.

Ella asintió, notando la expresión seria en el rostro de Logan. 

—No quiero que malinterpretes lo que voy a decir. —Logan comenzó, eligiendo sus palabras cuidadosamente—. Vi cómo estabas hablando con Lando, y no pude evitar sentirme un poco celoso.

Catherine se sorprendió por su honestidad, pero también lo encontró tierno. Si no fuera por aquel jugo, hubiera muerto ahogada. ¿Logan celoso por algo de ella? Definitivamente esto sólo mejoraba, pensó ella.

—Logan, no hay razón para que te sientas así. Lando es solo un amigo y estaba tratando de ser amable.

Logan la miró directamente a los ojos, no sabía si dar el siguiente paso, no sabía si su pregunta le ayudaría a ambos.

—Catherine, no quiero que seamos solo amigos. Siento algo más por ti, algo que va más allá de la amistad. No quiero perder la oportunidad de explorar esto contigo, de estar contigo de una manera más profunda.

Catherine se quedó en silencio por un momento, procesando las palabras de Logan. La sinceridad en su mirada la conmovió, y una sonrisa jugueteó en la comisura de sus labios, incluso sintió que el corazón le latía un poco más rápido al escuchar las palabras de Logan. Tomó una respiración profunda antes de responder.

—Logan, yo también siento algo por ti. Y ahora, con este bebé en camino, quiero que seamos una familia de verdad. Pero... ¿podemos primero conocernos de verdad?

Logan le devolvió la sonrisa y la abrazó con suavidad. 

—Eso es lo que quiero, Catherine. Quiero construir algo significativo contigo y nuestro hijo. No solo amigos, haré lo que tú me digas.

Ella se dirigió a Logan, no le importó si alguien más los veía, ahora mismo sólo quería besarlo y unirse con él en algo que nadie podría romper jamás.

(...)

James continuaba caminando con su asistente, concentrado en sus propios asuntos, los detalles de la próxima carrera, detuvo su caminata, pero no a su asistente, a ella le aclaró que podía seguir adelante, él se detuvo cuando accidentalmente escuchó la conversación de Christian Horner. Sus oídos captaron las palabras que lo llenaron de preocupación. Christian hablaba sobre acabar con la carrera de Logan, una amenaza que no podía pasar desapercibida.

Vowles se escondió manteniéndose fuera de la vista de Christian, pero con la posible decisión de intervenir y proteger a Logan traba en su contra. Sabía que las emociones y relaciones personales a menudo se mezclaban en el mundo que competían, pero no permitiría que un deseo de venganza afectara la carrera de un joven piloto prometedor, menos de Logan, a quién veía como un hijo.

— No puedo permitir que mi hija continúe con ese piloto. Si se queda con él, arruinaré su carrera. No lo permitiré.

— Pero señor Horner, ¿no es un poco extremo? Podría haber otras maneras de manejar esto.

— Si quiero proteger a mi hija, debo asegurarme de que se aleje de ese muchacho. Arruinaré su carrera y así ella verá que no hay futuro con él.