Logan permaneció inquieto en la silla de la cafetería, las palabras de Kika resonando en su mente y causando todavía un poco de daño en él, ¿cómo alguien podría ser tan desalmado como intentar causar la muerte en una persona inocente? Aunque intentaba descartar las sospechas, pero algo más en él le decía que lo de Kika era verdad.
Decidió regresar a la habitación de Catherine. Al entrar, la encontró despierta y sonriente.
—Logan, ¿cómo estuvo tu café?
Él forzó una sonrisa tratando de disimular la preocupación.
—Bien, solo necesitaba despejar la cabeza. ¿Cómo te sientes?
Catherine acarició suavemente su vientre.
—El bebé y yo estamos bien, gracias a ti.
Logan tomó asiento a su lado sintiendo la urgencia de protegerla, cómo si tuviera la posibilidad de protegerla del mundo.
—Cath, Kika tiene algunas preocupaciones. Piensa que Alison pudo haber estado involucrada en tu caída.
Catherine frunció el ceño desconcertada. No recordaba nada del accidente, no podía confirmar nada.
—¿Alison? No tiene sentido, ella estaba comprando cosas para el bebé, me estaba acompañando.
Logan asintió pero las palabras de Kika insistían una y otra vez en aparecer en sus pensamientos.
—Lo sé, lo sé. Pero Kika piensa que algo no cuadra.
Catherine suspiró.
—Logan, confío en Alison. No creo que haya tenido algo que ver con mi accidente, me ha demostrado ser buena amiga desde hace meses.
—Está bien, Cath. Pero prométeme que serás cuidadosa. No quiero que te pase nada.
Ella le sonrió con ternura.
—Te lo prometo, Logan. Solo quiero que nuestro bebé y tú estén bien.
Aún que había algo entre ellos que los hacía dudar, no podían dejarse llevar por palabras, que en realidad, eran más que verdad. Pero ellos aún no lo veían lo demasiado claro.
(...)
Alison se mordía nerviosa el labio, mientras Madelaine la observaba, ella daba vueltas una y otra vez en la habitación, no sólo estaba pensando en mil maneras de deshacerse de "su amiga", estaba tan desesperada, tan cegada por la envidia que no le importaba sí le hacía daño a su amiga, definitivamente se volverían locas.
—¿Puedes dejar de estar así por amor de dios? — Dijo molesta Madelaine, cuando Alison paró, ella habló de nuevo. — ¿Qué demonios pasó con tu plan? —espetó Madelaine, sin rodeos.
—¿Mi plan? No era mi plan, era el tuyo. ¿Y tú qué hiciste para echarlo a perder? No debería haber sido tan difícil hacer tropezar a Catherine desde que se acercó contigo para preguntarte sobre la ropa.— Alison suspiró frustrada
—Ella sigue viva, y el bebé también. ¿Eres tan incompetente que no puedes cumplir una tarea tan sencilla?
Alison apretó los dientes, conteniendo su furia hacía las palabras de Madelaine.
—La situación se complicó. Pero eso no significa que no pueda manejarla. Logan aún está a mi alcance.
Madelaine se rio incrédula de ella, Alison le miró confundida.
—No te confundas, Alison. Logan Sargeant es mío, ¿entendiste? No permitiré que te interpongas.
Su amiga negó varias veces. Sin embargo, Alison no la dejó continuar.
—Tú siempre serás las migajas de Catherine —espetó Alison con un tono venenoso— Siempre estarás a la sombra de su luz, porque jamás podrás ser como ella.
Madelaine, sintiéndose herida en lo más profundo no pudo expresar ni una palabra para defenderse. En cambio, Alison soltó una risa burlona, como si estuviera disfrutando cada momento del conflicto entre ambas, y vaya que lo hacía.
—Madelaine, por mucho que lo niegues, Catherine siempre será mejor que tú. Más fuerte, más valiente, más amada. Logan la eligió a ella, no a ti. ¿No te das cuenta de que siempre estarás en segundo plano?
Las palabras de Alison resonaron como un golpe directo al corazón de Madelaine, quien a pesar de su fachada segura se tambaleó ante la cruda realidad que le exponían.
—No permitiré que te burles de mí de esta manera —replicó Madelaine tratando de recuperar la compostura.
—Lo que no puedes admitir es que Catherine tiene algo que tú nunca tendrás: el verdadero amor de Logan.
—¡Fuera de mi casa, Alison! No necesito tus mentiras y tu veneno aquí.
Alison sin mostrar arrepentimiento se encogió de hombros y abandonó la vivienda de Madelaine. Mientras la puerta se cerraba tras ella lanzó una risa sarcástica y una última mirada a Madelaine.
—Estás perdiendo la cabeza, Madelaine.
Madelaine sola y enojada cerró la puerta de golpe, dejando un portazo en la cara de Alison, corrió hasta su sala, ahí se dejó caer en su sofá. Abrió una botella de whisky y bebió directamente de ella, dejando que el alcohol le proporcionara un alivio temporal a su tormento emocional.
Con el tiempo, el cansancio y la intoxicación la vencieron, y Madelaine se quedó dormida en el sofá. En sueños, vio a Catherine, pero no era ella, era diferente, pues no estaba embarazada y no lucía como siempre. La imagen de Catherine la miraba con lástima.
—¿Realmente pensaste que podrías competir conmigo, Madelaine? Eres patética. Logan puede sentir lástima por ti, pero nunca será tuyo. ¿No entiendes que él me ama a mí y a nuestro hijo? Eres solo una distracción momentánea.
Madelaine apretó los dientes furiosa.
—Eres una presumida. Tal vez Logan te elija, pero eso no significa que sea la mejor elección. No eres la única que puede ser amada.
Su "amiga" se rio.
—Pero soy la única que será recordada. Mientras tú te desvaneces en la oscuridad, yo sigo brillando. ¿Te duele, Madelaine? ¿Te duele saber que nunca serás más que una sombra en mi vida?
Madelaine se tapó los oídos frustrada, pero Catherine parecía no querer terminar.
— Sólo estás celosa, Mad.. — Dijo Catherine inclinándose hacía Madelaine para estar cerca de su rostro.— Porque me eligió a mi.
Hizo una pausa más, Madelaine se descubrió sus oídos para escuchar a Catherine.
— Porque yo sí le importo. Porque se quedó conmigo.
Madelaine estuvo a punto de despertar, pero algo la interrumpió, y fue que su celular la despertó, una notificación sin sentido. Todo había sido un sueño, un sueño sin sentido, pero a la vez era tan real. Sólo estaba decidida en algo, se desharía de Catherine costará lo que costará. No le arrebataría más su sueño.
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Miss London & The American Boy. | Logan Sargeant.
Fanfictionla vida de Catherine Horner, apodada "Miss London" por su famoso padre, el ingeniero Christian Horner, da un giro inesperado. Catherine es una niña caprichosa y mimada, acostumbrada a la comodidad y los lujos, pero nada la había preparado para un em...