Diecinueve.

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Catherine observó la mezcla de sorpresa y confusión en el rostro de Logan mientras procesaba la noticia. El silencio se prolongó, creando más miedo del que Cath ya tenía guardado, era casi inevitable temblar por la culpa del momento, se sentía tan nerviosa y llena de miedo que no sabía que hacer o que decir con aquel momento. Hasta que Logan hablo.

—Embarazada, ¿dices? —sus ojos verdes buscaban respuestas en Cath.

Ella se acercaba con cautela, sintiendo la necesidad de explicarse. No quería crear mal entendidos entre ambos.

—Logan, esto... esto no estaba en mis planes. No es lo que quiero para mi vida, para nuestra vida. Deberíamos... deberíamos considerar otras opciones, tal vez...

Antes de que Catherine pudiera terminar la frase, Logan la interrumpió, sabía lo que ella quería decir, lo supo con tal sólo ver sus ojos llorosos y la manera en que se refería con dolor y temblar al hablar.

—No, Cath. No puedo aceptar eso. Este es mi hijo también, y quiero ser parte de su vida. No importa si no estaba en nuestros planes. Asumamos la responsabilidad y hagámoslo funcionar.

Catherine frunció el ceño, intentando comprender la firmeza en las palabras de Logan. 

—Pero, Logan, ¿no ves lo complicado que será? Arruinará todo lo que hemos construido hasta ahora. Nuestras carreras, nuestras familias, nuestras vidas.

Logan tomó su mano con suavidad.

—Quizás sí, pero también podría ser lo más hermoso que nos ha pasado. No estoy dispuesto a renunciar a nuestro hijo, Cath.

El conflicto de emociones se reflejaba en el rostro de Catherine. La idea de convertirse en madre le resultaba abrumadora, pero el hecho de que Logan no temblará ni siquiera un segundo o lo dudará para hacerse cargo de aquel bebé, la hacía pensar aún más.

—Cath, entiendo tus miedos, pero también creo que juntos podemos superar cualquier desafío. No tienes que hacerlo sola.

Las lágrimas empezaron a emerger en los ojos de Catherine, mientras luchaba con la complejidad de la situación. Necesitaba salir.

—Logan, no sé si estoy lista para esto. No sé si seré una buena madre, y...

Logan la interrumpió suavemente. 

—No tienes que tener todas las respuestas ahora. Pero quiero estar aquí para ti, para nosotros, sin importar qué decidamos. No te pediré que tomes decisiones precipitadas, pero no quiero que te sientas sola en esto.

En ese momento, Catherine se dio cuenta de que la decisión no sería fácil, y había un largo camino por recorrer. Las lágrimas cayeron libremente, y Logan la abrazó con ternura. El abrazo entre Cath y Logan se rompió abruptamente cuando se percataron que había alguien más con ellos, se trataba de Christian, el papá de Cath.

Sus ojos se estrecharon en desaprobación al ver la cercanía de los jóvenes.

—¡¿Qué diablos está pasando aquí?! —rugió Christian, su voz llena de furia contenida.

Catherine se separó de Logan, su rostro mostrando tanto temor como tristeza. Logan, a pesar de la tensión en el ambiente, mantuvo su posición defensiva.

—Espera, Christian. —intervino Catherine, tratando de calmar la situación—. Necesitas escucharnos antes de saltar a conclusiones.

—No hay nada que puedas decirme que justifique esto. —Christian señaló a Logan con desprecio—. Y ahora te atreves a tocar a mi hija.

Logan, intentando mantener la calma, tomó la palabra. 

—No es así, señor Horner. Cath y yo...

—¡No me llames señor! —Christian lo interrumpió con fiereza—. Si piensas que voy a aceptar a tu bastardo en mi familia, estás muy equivocado.

Catherine se puso entre ellos, buscando desesperadamente evitar una confrontación física. 

—Papá, por favor, escucha. Este bebé es nuestro, y queremos hacerlo funcionar, con o sin tu aprobación. Estoy embarazada de Logan, él es el papá de mi bebé, de tu nieto. — Soltó Cath.

—¿Embarazada? ¿Y ese... ese niño es el responsable? —Christian señaló a Logan con un dedo tembloroso.

—Papá, por favor... —Catherine intentó explicar, pero sus palabras se encontraron con la furia de su padre.

—¡Ese idiota de piloto no va a ser parte de nuestra familia! —Christian gritó, su rostro rojo de ira. —Te lo he dicho, Cath, te dije que te alejaras de él. Y ahora, ¿qué? ¿Un bebé no deseado?

—Papá, escucha... —Catherine temblaba bajo la mirada de su padre.

Christian avanzó amenazadoramente hacia Catherine, levantando una mano como si estuviera a punto de golpearla. Cath cerró los ojos, estaba asustada, su padre nunca le había levantado la mano a ella o a su madre, nunca había sido agresivo. Abrió sus ojos un par de segundos después, no esperaba la imagen que se encontró, Logan intervino, colocándose entre ellos. 

—¡Eso es suficiente! —La voz de Logan resonó con enojo pero a la vez firme, actuando en defensa a Cath. —. No vas a tocar a Cath.

—¡Este no es tu problema, niño idiota! —Christian lo miró con desprecio.

—Es mi problema, porque amo a tu hija. Y no permitiré que la lastimes, mucho menos cuando esta esperando a mí hijo. —Logan no retrocedió, su mirada no se movió ni un solo segundo de él.

Catherine, entre lágrimas y sollozos, se volvió hacia su padre.

—Papá, lo siento... —susurró con la voz quebrada, extendiendo tímidamente una mano en un intento de buscar consuelo.

Christian la miró con dureza, sus ojos reflejando una mezcla de furia y decepción.

—No hay perdón para esto, Catherine. Has traído la vergüenza a nuestra familia. Ese bastardo no será parte de nosotros. —La frialdad en su tono cortó como un cuchillo.

Catherine, aún con la esperanza de un atisbo de perdón, se acercó con la intención de abrazar a su padre, pero fue recibida con un gesto de rechazo.

—No me toques. Eres una decepción. Tu madre y yo ya no te consideramos parte de nuestra familia, estás muerta. Y tú, Sargeant, considérate acabado. —Christian se dio media vuelta y abandonó el lugar, dejando a Catherine sola, con el único apoyo que tendría de ahora en adelante, su hijo y Logan.

En ese momento de desesperación, sus piernas cedieron, y Cath se derrumbó en el suelo. El peso de la realidad la aplastaba, y cada palabra de su padre resonaba como un eco doloroso en su mente.

Logan, testigo de la cruel escena, se acercó a Catherine con ternura. Sin decir una palabra, la envolvió en un abrazo protector, convirtiéndose en su ancla en medio de la tormenta.

—Estoy aquí, Cath. —Logan murmuró, susurrando palabras de consuelo mientras acariciaba suavemente su cabello. Catherine lloró en silencio, liberando el dolor que se acumulaba en su pecho. 

Miss London & The American Boy. | Logan Sargeant.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora