Catherine miraba con entusiasmo la pantalla, dejó de importar si Alison estaba presente o no, ella sólo quería apoyar a Logan, al chico que le encantaba tanto, sus ojos reflejando la admiración y el orgullo. Logan estaba demostrando ser un buen piloto, incluso los reporteros lo comparaban con grandes campeones dentro de la parilla, cada adelantamiento, cada maniobra hábil, generaba un latido acelerado en su corazón.
Mientras qué, en Red Bull, las cosas no parecían ir bien, pues Max en tercer lugar y Checo en octavo, parecía que todo se iba al caño. Christian estaba consciente de que la actuación de Logan estaba desafiando las expectativas, su trabajo y su empeño que tanto le costó construir, apretaba los puños con frustración. Los comentarios de los comentaristas en la transmisión resaltaban el talento que irradiaba el estadounidense, aumentando el odio que tenía Horner hacía él.
En el último minuto de la clasificación, Logan registró un tiempo impresionante, asegurándose un lugar privilegiado en la parrilla de salida para la carrera. Los aficionados estallaron en aplausos y vítores. Catherine estaba más que emocionada, saltaba de alegría en el garaje de Williams, incluso mecánicos y parte del equipo se abrazaron, en ellos incluía a Catherine celebrando con ellos, por primera vez era así, pues en Red Bull nunca pudo hacerlo por las estrictas reglas de su padre.
—¡Vaya, Cath! Parece que tu novio está arrasando en la pista —dijo el mecánico, Chris, con una amplia sonrisa.
Catherine rió, contagiada por el ambiente festivo. Miró hacia el monoplaza de Logan, donde el logo de Williams brillaba con el resplandor del éxito. De repente, el mecánico se agachó ligeramente y dirigió sus palabras al vientre de Catherine de manera juguetona.
—Y tú, pequeño, ¡tienes al mejor piloto como papá! ¡Menuda manera de empezar la vida!
Catherine respondió, jugando con la complicidad del momento, incluso con las bromas que se jugaban entre ellos, parecía llevarse bien.
—¿En serio? ¿Crees que deberíamos empezar a practicar las vueltas rápidas en la cuna?
El mecánico, con una risa contagiosa, continuó.
—¡Eso es! Puede que tengamos un futuro campeón de la Fórmula 1 en camino. ¿Te imaginas?
Catherine sonrió, disfrutando de la ligereza de la conversación en medio de la celebración. Mientras acariciaba suavemente su vientre plano, respondió.
—Bueno, parece que a papá le va bastante bien en la pista.
El mecánico, con un guiño, finalizó.
—Seguro que sí. Y no olvides que tienes asientos de primera fila para verlo, aún que tú ya eres parte de esta familia Cathe, no te preocupes.
Catherine le sonrió, agradeció sus palabras y se despidió de él para estar lista para recibir a Logan en cuanto bajará.
En el box de Red Bull, Christian apretó los dientes con rabia contenida. La victoria de Logan no solo era una demostración de habilidad, sino también un golpe a sus planes para separar a su hija de ese piloto "inútil".
La noticia de la destacada actuación de Logan se extendió rápidamente por el paddock. Los periodistas se aglomeraron alrededor del piloto de Williams, buscando sus comentarios sobre la clasificación. Catherine, entre la multitud, se acercó a él con una sonrisa radiante.
Cuando Catherine se acercó, los ojos de Logan se iluminaron al verla. Se quitó el casco y la miró con una sonrisa radiante. Parecía que todo este tiempo estuvo buscándola desde que finalizó la carrera y que comenzarían las entrevistas, sólo le importaba ella.
—¡Cath! ¿Viste eso?
Ella asintió emocionada, estaba impactada con él, con su talento.
—Fue increíble, Logan. Estás en un nivel completamente nuevo hoy.
Logan se acercó y la abrazó, lleno de euforia y emoción.
—Gracias, amor. Sabía que hoy sería especial, pero no esperaba esto.
Catherine le acarició la mejilla, compartiendo su felicidad. Sin notar como la había llamado.
—Eres asombroso, Logan. Estoy tan orgullosa de ti.
Logan la miró profundamente a los ojos, sentía un amor tan bonito como él de las películas.
—No podría hacerlo sin ti, Cath. Eres mi amuleto de la suerte.
Ella sonrió y le dio un tierno beso en su mejilla.
—Siempre estaré aquí para apoyarte, en las pistas y en cada paso que demos juntos.
Logan la abrazó con fuerza poniendo sus manos en la cintura de ella.
—No puedo esperar para compartir todos estos momentos contigo, y con nuestro pequeño en camino.
Ambos se abrazaron, antes de que llamarán a Logan para entrevistarlo y felicitarle. Catherine se quedó ahí, lo miro con orgullo y de verdad, no podía deshacer la idea de que se estaba enamorando de verdad.
(...)
La noche era fresca y la emoción seguía flotando en el aire sobre todo ahora que Logan, Catherine, Alex y Lily se reunían en un restaurante llamativo, elegante para festejar la victoria de los dos pilotos. Esto se volvería algo habitual, en el pequeño grupo de amigos.
Logan, aún radiante por su éxito en la pista, tomó la mano de Catherine para entrelazar sus dedos con los de ella.
— Esto es genial, ¿verdad? Pero creo que también merece un brindis.
Alex, levantando su copa, sonrió para acompañar a su mejor amigo.
—Brindemos por más éxitos y momentos como este. Sobre todo, ahora que viene un mini Sargeant, ¿verdad?
Dijo Alex de vuelta, él supo desde el día uno acerca del embarazo de Catherine, incluso, discutían sobre ser el posible padrino de aquel bebé.
Las risas llenaron la mesa mientras compartían anécdotas y se felicitaban mutuamente. Lily, siempre la más animada y por supuesto, amigable con todos; contó chistes que hicieron reír a todos. Catherine observaba a Logan, no podía sentirse menos agradecida por estos momentos de felicidad.
Sin embargo, la alegría se vio interrumpida de la mesa, todo fue cuando el teléfono de Catherine sonó. Al ver el nombre de su madre en la pantalla, frunció el ceño y contestó, tenía un mal presentimiento.
—Hola, mamá, ¿todo bien?
La voz preocupada de su madre resonó al otro lado de la línea.
—Catherine, necesitas volver a casa. Tu padre está actuando de manera extraña, está tirando las cosas de tu recámara y gritando.
Catherine sintió un nudo en el estómago, todo el mundo se le caía sobre los hombros de vuelta, siempre tuvo la expectativa de que su padre era buena persona. Comenzaba a caer de ese pedestal por más amor que le tenía.
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Miss London & The American Boy. | Logan Sargeant.
Fanfictionla vida de Catherine Horner, apodada "Miss London" por su famoso padre, el ingeniero Christian Horner, da un giro inesperado. Catherine es una niña caprichosa y mimada, acostumbrada a la comodidad y los lujos, pero nada la había preparado para un em...