Cuarenta y seis.

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Antes de que Christian pudiera responder y hablar con su hija, un toque en la puerta los interrumpió. Él dejó que su esposa y su hija estuviera en la sala tranquilos, abrió la puerta y en medio de la lluvia, estaba él, Logan.

—¿Dónde está Catherine? Necesito hablar con ella —exigió Logan, aún que estaba confundido de ver que Christian estaba presente.

Christian lo miro de la cabeza a los pies, con una expresión dura respondió.

—No verás a mi hija, Logan. No en este momento.

Logan apretó los dientes sintiendo la frustración crecer. Estaba desesperado por no ver a Catherine y a su hijo.

—Esto no es asunto tuyo. Catherine es una adulta y puede decidir por sí misma.

Christian se cruzó los brazos.

—Ella no está sola. Tiene una familia que la cuidará y protegerá. No dejaré que la vuelvas a lastimar y nos alejes.

—No necesito tu permiso para ver a Catherine. —Logan estaba a punto de perder la paciencia.

—Quizás no, pero es mi hija y no permitiré que nadie le cause más daño.

—¡Ella no está mejor contigo! —gritó Logan dejando escapar su frustración.

—¿Y tú crees que está mejor contigo? ¿Después de todo? —Christian no retrocedió.

—Lo que pasó no es lo que piensas. —Logan intentó mantener la calma.

—No sé qué es lo que piensas que pasó, pero Catherine me necesita ahora más que nunca.

—Ella me necesita a mí. —La mirada desafiante de Logan no titubeó.—No puedes controlar la vida de Catherine para siempre. Ella es mi pareja y madre de mi hijo. No puedo permitir que pienses que tienes el derecho de decidir por ella.

Sin embargo, Christian no dio un paso atrás pues en aquel mensaje de Leigh, estaba enterado de lo que había pasado, más no de que ella vendría, pero no dejaría que aquel hombre le faltará al respeto. Así que Christian respondió con frialdad.

—No creo que estés en posición de hablar de derechos, considerando lo que acabo de descubrir.

Logan frunció el ceño, sin entender a qué se refería Christian.

—No sé de qué estás hablando.

—Mi hija estuvo en un hotel, te vio a ti y otra mujer. ¿Puedes explicar eso?

Logan sintió un nudo en el estómago. Recordó el episodio con Madelaine, como se había dado todo y la situación entre los 3, la traición disfrazada. Christian supo todo con la reacción de Logan.

—Parece que no puedes. Y ahora, después de todo eso apareces aquí exigiendo verla. ¿Qué clase de hombre eres?

Logan intentó mantener la calma, pero la rabia y el coraje se apoderaba de él.

—No sabes la verdad, Christian. No fue lo que piensas.

—¿Ah, no? ¿Entonces por qué mi hija está en esta situación? ¿Por qué está sufriendo?

—Eso no tiene nada que ver con lo que piensas que pasó en ese hotel. —Logan estaba decidido a aclarar las cosas. No quería más mal entendidos.

Logan intentó ver por encima de Christian y tratar de encontrarse con Catherine y su hijo, sin embargo, no la vio.

—No permitiré que arruines la vida de mi hija. No otra vez. —La mirada de Christian era un desafío.

—No es tu decisión. Catherine es una adulta, y lo que tengamos que resolver, lo resolveremos nosotros. Sin tu intervención. —Logan apretó los puños.

Al final, Catherine decidió gritar desde la sala. 

— ¡Logan! Vete de aquí. — Gritó ella.— Mi papá tiene la razón.

Algo dentro de él pudo empezar a romperse.

—Catherine, ¿es esto lo que quieres?

Ella bajó la mirada, su madre estaba a su lado apoyándola.

—Solo... por ahora, Logan.

Eso pudo destrozarla, pudo romper lo que había entre ambos y la conexión que tenían. Logan se fue, no dijo más y simplemente se alejó, esto marcaba algo más en la ruptura de ellos. 

Christian a pesar de su disgusto hacia Logan, se acercó a su hija con un gesto de consuelo. Extendió sus brazos hacía ella para poder abrazarla. 

—Catherine, cariño, lo siento mucho —dijo Christian con una expresión compasiva—. No deberías estar pasando por esto.

Catherine, abrumada por la mezcla de emociones y lágrimas, miró a su padre con ojos llenos de tristeza.

—Papá, no sé qué hacer. Todo está tan complicado, y cada día es más difícil.

Christian la abrazó con ternura, tratando de ofrecer algo de consuelo en medio del caos.

—Lo sé, cariño. Pero estoy aquí para apoyarte, pase lo que pase. 

(...)

Sólo pasaron algunas horas necesarias para que Catherine, pudiera calmarse de lo sucedido, sus padres estaban con ella mientras que Leigh sostenía a Tyler emocionada por aquel bebé dormido, hasta que Christian se inclinó para vigilar a Catherine.

—¿Cómo está? —preguntó Leigh en voz baja.

—Dormida. La acostaré y luego hablaremos.

Christian con su hija dormida en su hombro se levantó con cuidado y la llevó a la cama como en los viejos tiempos. Mientras subía las escaleras con Catherine en brazos, Leigh los veía desde lejos, no podía creer que estaba presenciando aquello. Christian colocó suavemente a Catherine en la cama y la cubrió con una manta. Al bajar, Leigh lo esperaba en el pasillo.

—Espero que esto sea un punto de partida para mejorar las cosas entre ustedes —comentó Leigh.

Christian asintió. Ambos bajaron juntos y se dirigieron a la sala de estar, donde el pequeño Tyler estaba descansando en el sillón rodeado de almohadas.

—Debemos cuidar de nuestro nieto, Leigh. Es parte de reconstruir lo que se ha perdido —dijo Christian.— Quiero cuidar de mi nieto y de mi hija.

Leigh asintió y se sentaron juntos para vigilar al bebé. Mientras lo hacían, comenzaron a hablar sobre Catherine.

—No puedo creer lo que ha pasado. Creo que ella necesita nuestro apoyo más que nunca —comentó Leigh con preocupación.

—Sí, lo necesita. He cometido muchos errores en el pasado, y ahora es el momento de corregirlos. No quiero perder a mi hija otra vez —respondió Christian con sinceridad.

Tal vez este comienzo podría significar muchas cosas, entre ellas, el hecho de que Catherine podría haber perdido al amor de su vida, pero recuperado a su familia.

Miss London & The American Boy. | Logan Sargeant.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora