Siete.

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Los días pasaron desde la noche en el antro, y Catherine intentaba llevar una vida normal. Había estado con su padre trabajando acerca de lo que pasaría cuando Cat decidiera trabajar.

Sin embargo, estaba constantemente ocupada por los recuerdos de la noche con Logan. Intentaba convencerse de que no significaba nada, pero algo en su interior le decía lo contrario.

Una tarde, su familia organizó una cena en casa. El aroma de la comida recién preparada llenaba la casa, y la familia se sentó alrededor de la mesa. Catherine, aunque intentaba disimular, no podía dejar de sentir un nudo en el estómago.

Durante la cena, su padre, Christian, hablaba animadamente sobre el próximo gran premio, mientras Catherine trataba de mantener la compostura. Sin embargo, a medida que avanzaba la cena, su estómago comenzó a revolverse de una manera que no podía ignorar.

Intentó disimular su malestar, pero su madre, notando su palidez, preguntó preocupada.

—Catherine, ¿estás bien, cariño?

Catherine forzó una sonrisa. 

—Sí, mamá, solo un día largo. No te preocupes.

Pero el malestar aumentó, y Catherine tuvo que levantarse de la mesa abruptamente. Corrió al baño con la mano en la boca, apenas logrando llegar a tiempo.

Su madre la siguió con preocupación. 

—Catherine, ¿qué está pasando?

Catherine, con la mano en la frente, trató de explicarse. 

—No lo sé, mamá. Solo me siento mal de repente.

La madre de Catherine, con experiencia maternal, preguntó con una sonrisa sugerente.

Sin decir una palabra sobre sus pensamientos más profundos, Catherine se esforzó por dar una explicación plausible a su madre. ¿Podría ser algo más que simplemente un día largo?

Catherine la miró con sorpresa, y de repente, su mente hizo clic. El malestar, el nudo en el estómago... ¿podría ser posible?

Negó, no podía ser posible, ella y Logan se habían cuidado, de eso estaba segura. ¿Verdad?, Se levantó y se acercó a su madre, sin decir una palabra sobre sus pensamientos más profundos, Catherine se esforzó por dar una explicación plausible a su madre.

—Catherine, cariño, ¿qué está pasando? No parece solo una infección estomacal.

Catherine, tratando de ocultar sus pensamientos más profundos, respondió con tono forzado.

 —No te preocupes, mamá. Es solo una infección estomacal, nada grave.

La madre de Catherine le sostuvo el rostro con cariño. 

—¿Estás segura, querida? Has estado un poco distante últimamente.

Catherine intentó sonreír para tranquilizar a su madre. 

—Sí, mamá, estoy segura. Solo necesito descansar un poco.

La madre de Catherine, Leigh, con una mirada aguda, comentó.

—Bueno, si necesitas algo, estoy aquí. Y recuerda, no hay secretos entre madre e hija.

Catherine asintió con agradecimiento de tener a su madre cerca de ella y su apoyo, pero en su interior, la idea de ocultar la verdadera razón de su malestar la llenaba de incertidumbre. Mientras se quedaba sola en el baño, una mezcla de emociones la invadía. La cena, que comenzó como una reunión familiar normal, se convirtió en un momento de introspección y preguntas sin respuestas.

(...)

La luz de la pantalla iluminaba la habitación de Catherine en la tranquila madrugada. Mientras el mundo dormía, ella estaba sentada frente a su computadora portátil, con la mente llena de pensamientos y preocupaciones.

Catherine tecleaba palabras clave en el motor de búsqueda, sus ojos cansados pero estaba intrigada por saber más del tema, no quería perderse ni una sola nota. La página web de información médica se abría ante ella, y comenzó a leer sobre los síntomas de una infección estomacal y, lo que le preocupaba más, los síntomas de un embarazo.

Sus manos temblaban ligeramente mientras hacía clic en enlaces y leía detenidamente cada descripción. La lista de síntomas se desplegaba ante ella: náuseas, sensibilidad en los senos, cansancio... Cada línea parecía resonar en su interior, y su corazón latía más rápido con cada confirmación.

Catherine se pasó una mano por la frente, sintiendo cómo la ansiedad se apoderaba de ella. La idea de estar embarazada era abrumadora, especialmente considerando la noche inesperada con Logan. Se mordió el labio inferior, sumida en sus pensamientos.

Mientras continuaba su investigación, una lágrima escapó de sus ojos. La realidad comenzaba a hundirse en su mente, y el miedo a lo desconocido se reflejaba en su expresión. Cerró la computadora con un suspiro pesado, dejando la habitación sumida en la penumbra.

Catherine se tumbó en la cama y miró al techo, perdida en sus propios pensamientos. La tranquilidad de la noche contrastaba con la tormenta de emociones que la envolvía. En la quietud de su habitación, Catherine se encontraba en una encrucijada, preguntándose cómo afrontaría lo que vendría a continuación y cómo podría que cambiaría su vida a partir de ese momento.

Miss London & The American Boy. | Logan Sargeant.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora