Veintitrés

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La suave luz del amanecer se filtraba por las cortinas, iluminando la habitación donde Catherine y Logan habían compartido la noche. Catherine despertó lentamente, la conciencia volviendo a ella como las olas suaves que acarician la orilla. Al mirar a su alrededor, recordó dónde estaba y con quién.

Logan, a su lado, también comenzaba a despertar. Sus ojos se encontraron, y un instante de complicidad flotó en el aire. Catherine se mordió el labio, cuestionándose las elecciones que la habían llevado hasta aquí. Sin embargo, no se exaltó; después de todo, no había nada de malo en estar con Logan.

 Logan, con la cabeza apoyada en una mano, observó a Cath con una sonrisa suave. Cualquiera que lo viese sabría que estaba comenzando a enamorarse perdidamente de aquella chica que revolucionó su mundo.

—¿Qué estás pensando? —preguntó Cath, curiosa ante la expresión en el rostro de Logan, levantándose lentamente de la cama.

—Solo estoy pensando en lo afortunado que me siento de tenerte aquí —respondió él, acariciando suavemente la mejilla de Cath con el dorso de los dedos.

Ella sonrió, sintiendo un cálido cosquilleo en el estómago. Las palabras de Logan resonaban en su corazón de una manera que no había anticipado, sus mejillas estaban rojas y se sentía como niña pequeña a la que un juguete nuevo le habían regalado.

—No sé cómo sucedió todo esto, pero estoy agradecido de que estemos juntos, Cath. Y no importa lo que decidas sobre el bebé, estaré a tu lado.— Dijo Logan con una sonrisa imborrable en su rostro.— ¿Tú en que piensas?

—Yo estoy pensando en cómo todo esto ha cambiado, pero estoy feliz de que estemos pasando por esto juntos. —Catherine entrelazó sus dedos con los de Logan.

—A veces la vida nos lleva a lugares inesperados, pero creo que este camino es exactamente donde deberíamos estar —agregó Logan, mirándola con una expresión intensa, sus ojos reflejaban el brillo más intenso y puro del mundo.

—¿Te asusta el futuro? —preguntó Cath, con curiosidad en sus ojos.

Logan reflexionó por un momento antes de responder.

—No contigo a mi lado. Me da miedo no tenerte, Cath.

Ella le dio una suave sonrisa que tal vez le respondía una de tantas preguntas que Logan tenía por su cabeza.

—No tienes que preocuparte por eso. Estaremos juntos, pase lo que pase.

Los dos se miraron a los ojos, compartieron un momento de silencio, sus miradas revelaban un sentimiento profundo. Tal vez nadie podría entender lo que pasaba entre los dos jóvenes en ese momento. 

En ese instante, Logan acercó suavemente sus labios a los de Catherine, sellando la conexión entre ellos con un beso lleno de ternura y probablemente, amor. Un intercambio de sentimientos que no necesitaba palabras. 

Logan acarició delicadamente la mejilla de Cath con su pulgar después del beso, sonriendo con dulzura.

—Eso fue... bonito. —murmuró Cath, con los ojos brillando de afecto.

Logan le devolvió la sonrisa, abrió la boca y estuvo a punto de responder pero fue interrumpido por los toques a su puerta.

—¡Chicos, el desayuno está listo! Mamá hizo sus famosos hotcakes —anunció Emily con entusiasmo.

Logan y Cath se miraron entre sí, con una sonrisa en sus labios ambos se levantaron para arreglarse, aún que Cath tuvo que ponerse la ropa del día anterior por el hecho de que aún no movían cosas de lo que solía ser su casa. 

Cuando estuvieron listos, bajaron juntos de la recámara, lo primero que vieron al llegar al comedor fue que la mesa estaba puesta con cariño. Kathy, la madre de Logan, y Richard, su padre, estaban ya sentados, esperando a que se unieran. Emily se sentó con una expresión curiosa, mirando de un rostro a otro. 

Sin embargo, Catherine sintió raro el entorno, nunca había desayunado con sus padres, nunca la habían recibido con tanto cariño.

—¡Buenos días, chicos! —saludó Kathy con una sonrisa acogedora. —Espero que hayan dormido bien.

Cath asintió, devolviendo la sonrisa. 

—Catherine, espero que disfrutes de estos panqueques. Son la especialidad de la casa —dijo Kathy.

Catherine agradeció con una sonrisa y comenzó a cortar un trozo. Emily, la hermana menor de Logan, no podía contener su entusiasmo.

—¡Después de los panqueques, Catherine, te llevaré a pasear en bicicleta! Tengo una bicicleta nueva y es súper genial.

Antes de que Catherine pudiera responder, Kathy intervino.

—Emily, eso suena divertido, pero primero necesitamos hacer una pequeña parada en la clínica. Catherine tiene una cita con el ginecólogo más confiable de la ciudad. Logan, creo que deberías acompañarla, después de todo, eres el papá del bebé. ¿Estarás bien con eso, querida?

Emily, aunque inicialmente decepcionada, asintió con comprensión. Logan tomó la mano de Catherine bajo la mesa, para hacerle saber que él estaba con ella a pesar de todo.

—Es solo una revisión de rutina, nada de qué preocuparse —añadió Kathy, tratando de aliviar cualquier inquietud que Catherine pudiera tener.

Catherine agradeció con una sonrisa, agradecida por el apoyo y la consideración de la familia de Logan. Se sentía como en un verdadero hogar.

Richard, el padre de Logan, mostró emoción por la noticia.

—¡Seré abuelo! No puedo esperar para ver al pequeño o pequeña correteando por esta casa.

Logan sonrió con ternura, sin embargo, Richard continúo. 

—¿Será una princesa o un príncipe? Estoy emocionado por descubrirlo.

Logan y Catherine se miraron, sonrieron emocionados por la emoción que mostraban sus familiares. Al menos, los padres de Logan se mostraban emocionados, más que Christian.

Miss London & The American Boy. | Logan Sargeant.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora