El Diario de Jiang Cheng

Día 27 Año TanYuan

Creo que hoy comenzaré de forma diferente, me siento pacífico: 

Bueno, la verdad Diario, es que estoy mucho más relajado después de ver la lluvia de pétalos de loto que cayó por la ventana. Estos días fríos son los mejores cuando quieres pensar en otras cosas. 

Me parece que, en estos días, mi padre está un poco menos tenso, aunque la situación puede cambiar de un momento a otro. Ya sabes, la secta Wen se está volviendo cada vez más peligrosa y debo decir, presiento que una guerra estallará de un momento a otro. 

Por cierto, mi hermano me contó que el día de hoy se encontró con una mujer un poco pedante y un sujeto que tenía cara de imbécil. No recuerdo el nombre de la mujer, pero si del tipo, Wen Chao. Se ha dado aires por todo el mercado y eso, siendo sinceros, no trae nada bueno. 

Para rematar, ha llegado una carta a la secta. No sé qué dice, mi padre tampoco me ha informado. Solo mi madre y el han hablado, espero que no sea algo malo. 

No, no tengo miedo. Estoy preparado para lo que venga. Es solo que no sé por qué me siento inquieto, es algo como un presentimiento, como si de la noche a la mañana fuera a perder algo importante, pero... ¿Qué?

Pero cambiemos de tema. 

Como te dije, hoy fuimos al mercado. Mi hermano y yo estábamos comprando las cosas que necesitaban para la secta. Después de dar algunas vueltas, decidimos comprarle a shijie una horquilla para su cabello, así se vería más linda. De regreso a casa, mi estúpido hermano como siempre, se montó en mi espalda. Bueno, no, saltó como una bestia cazadora y literalmente me cayó encima. Pero no me derribó, no señor. Tan débil no soy (Aunque de haberlo sabido, me habría quitado MUY A PROPÓSITO) 

Total, terminé llevándolo a caballo. El pedazo de infeliz se iba riendo. Le dije que se bajara, pero se negó y me mostró una cosa que había comprado, un tambor sonajero de esos que son para niños. Yo me enojé, obvio, eso es para niños y nosotros claramente NO SOMOS NIÑOS.

Pero ya que iba feliz, pues lo dejé hacer. 

Y en eso me dijo algo que me detuvo: "¿Sabes Cheng Cheng? Cuando era pequeño, siempre quise un juguete de estos. Pero nunca pude comprarlo. Siempre tenía que estar huyendo de los perros y buscando comida. Podía hacer muñecos de nieve, pero tenía mucho frío. Cuando eres pequeño, el mundo adulto siempre es cruel. "

No pude evitar recordarlo. 

El día que Wei Yin llegó a mi vida, perdí a mis cuatro amados perros, el dominio de mi cuarto y también bastantes juguetes. Me regañaron más a menudo y también... Admito que colaboré en muchas travesuras. 

El día que entró Wei Yin, mis padres se dividieron, mi hermana ahora compartía su amor y ya no era el único consentido. El día que entró a mi vida, las cosas cambiaron de un momento a otro, pero... Si algo agradezco sinceramente, es que, por primera vez en mi vida, tenía un verdadero hermano. 

... Y ya no era el único al que shijie vestía de damita o le hacía colitas. 

El día que entró Wei Yin... Aprendí por primera vez que también la felicidad, venía en ese nuevo par de traviesas manitas. 

Creo que me quedé mucho tiempo en silencio, porque mi hermano empezó a picarme la mejilla para que me moviera. Estuve a punto de tirarlo al suelo, pero no lo hice. Simplemente, sonreí.

- ¿Sabes qué tonto? Vamos por unos palos de azúcar. 

Me lo llevé cargando el resto del camino. Aunque casi me deja sordo con su algarabía. Creo que son estos momentos los que más atesoro en mi vida. 

Y también... espero que estos momentos duren al menos durante algunos años más. 

- Jiang -