Día 17 Año TanYuan

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Diario:

Las cosas en la secta están bastante tensas. Acabo de enterarme de que la Secta Wen, está imponiendo sus reglas sobre las otras sectas. También se ha dado un edicto general. Mi padre me ha dicho que vuelva de Gusu de inmediato.

Dos días de viaje, pero he regresado.

El maestro Qiren no se opuso a mi vuelta, tampoco al regreso del resto de discípulos. A pesar de que estamos finalizando el período de estudios, solo nos dijo que fuésemos. Que las cosas proseguirían después.

Tanto mi hermano como yo nos reunimos con el resto de la familia en el salón principal. Mi hermana nos sonreía, pero Wuxian y yo sabemos que algo no está bien.

Nos lo han dicho todo o mas concretamente, me lo han gritado todo en la cara.

Estábamos comiendo, cuando mi madre se ha alterado y alzando la voz, ha increpado a mi padre: ¡¿Y ahora dejarás que tu hijo vaya a ponerse en peligro, mientras sigues consintiendo a ese bastardo discípulo tuyo?! ¡¡¿Le darás prioridad a el verdad?!! ¡¿Cómo la clase de padre sabio que eres?! Si ¡Envía a tu hijo, ignora el incumplimiento de ese discípulo irresponsable tuyo!

En palabras de mi padre, la secta Wen ha exigido que todas las sectas pequeñas y grandes envíen a los Herederos a estudiar con ellos. Al parecer, nos enseñarán "Un método de cultivo mas confiable y avanzado, algo con lo que seamos útiles." Aunque a mi parecer, esto es solo una farsa. Wuxian y yo coincidimos en que todo es solo una forma de tener bajo control a las sectas. No me sorprende dado el nivel de descontento que se ve actualmente.

Lo que me ha sorprendido bastante, es saber que mi padre no pretende enviarme. Según el decreto, tengo que ir solo, pero mi madre ha insistido en que Wuxian vaya en mi lugar.

Conozco mi responsabilidad y se lo que debo hacer.

Hace unos momentos, nos acaba de llegar una misiva: Gusu Lan ha sido visitado por los Wen. Aún no se tienen mayores noticias.

Wuxian está preocupado.

He preferido preparar mis cosas.

No lo se... Tengo un mal presentimiento.

- Jiang -

El Diario de Jiang ChengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora