Esta historia/obra/libro, no me pertenece, solo lo traduzco.
Le pertenece a: Elizabeth
@Love_Books1998
Todo el mundo tiene un alma gemela... o dos.
¿Podrán estas almas gemelas sobrevivir a lo que la vida les depara?
Bucky acaba de recibir sus órdenes hace unas horas y estaba pensando en una manera de decírselo a Steve. Su novio estaba totalmente a favor de ir a luchar en la guerra, de hecho, era su sueño. Sin embargo, Bucky no estaba seguro de cómo le tomaría que se fuera solo.
Honestamente, no estaba seguro de poder soportar dejar a su Stevie. No quería despertarse sin el pequeño rubio acurrucada contra él. No quería comer nada más que los esponjosos panqueques caseros de Stevie que su mamá le enseñó a hacer. Bucky sabía que el camino por delante iba a ser difícil y miserable, pero mientras llegara a casa con Steve, al final todo valdría la pena.
-Stevie, tengo que decirte algo. No. ¿Muñeco? Sabes cuánto quieres pelear en la guerra, eso tampoco funciona. Mierda. ¿Stevie? Lo siento.- Bucky divagaba mientras caminaba por el suelo. Está practicando lo que va a decir.
-¿Qué sientes, Buck?- Steve preguntó mientras aparecía en la puerta de su dormitorio. Escuchó a Bucky susurrar y quiso ver a qué se debía tanto alboroto.
Bucky se dio la vuelta y el corazón de Steve dio un vuelco ante lo que vio.
Bucky estaba en uniforme.
-No lo hagas. Por favor, no digas lo que creo que vas a decir.- Las lágrimas amenazaron con caer por las mejillas del rubio.
-Muñeco, por favor no llores.- Rápidamente toma a su pequeño amante en sus brazos y parpadea para contener sus propias lágrimas.
-No me dejes. Sólo por favor dime que compraste el uniforme para algún tipo de juego previo que pensaste que me excitaría.- Se aferra a la chaqueta del uniforme y mira sus brillantes ojos azules llenos de lágrimas no derramadas.
-Regresaré antes de que te des cuenta.- El soldado susurra mientras finalmente deja caer las lágrimas.
-¿Cuando te vas?- Se hace la temida pregunta.
-Esta noche.- Él responde vacilante. -Entonces... disfrutemos el resto de nuestra noche antes de que tenga que partir.- Saca entradas para la Stark Expo. Por alguna razón, el nombre le provocó escalofríos. -Nos llevaré a la Stark Expo. ¿Quieres ser mi historia de amor secreta, muñeco?-
-Por supuesto que sí, Buck.-
Los dos enamorados fueron a la Stark Expo y disfrutaron del espectáculo que ofreció Howard Stark.
-Es guapo, pero le falta algo.- Steve le susurra a Bucky para que sepa que alguien más escucha las palabras alegres que salen de su boca.
Bucky asiente. -Sí, aunque no sé qué es.-
Después de la Expo, Bucky tuvo que despedirse. Sin que ambos lo supieran, a Steve pronto se le acercaría una oportunidad que cambiaría su vida y a la que simplemente no podía decir que no.
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