Capítulo 14

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No te enamores de cristales
Rotos porque te vas a cortar.

Emily:

Salgo afuera y siento cómo la brisa  y el frío de la noche golpea mi cuerpo, tomo mi celular y marco a un taxi, no sé ni a dónde diablos iré, solo sé que en estos momentos necesito estar lejos de aquí. El número me manda al buzón, me quedo mirando mi teléfono celular por unos segundos que parecen horas, decidiendo  cuál maldita decisión tomaré hasta que elijo la opción que me parece más adecuada. Termino llamando a Rubén.

—Hola Mily!— la voz de Rubén aparece al otro lado del teléfono.

—¿Qué tal si vamos por unas 2 o tres cervezas?— al otro lado de la línea se siente el silencio por unos segundos.

—Es raro que me invites a tomar, no es que esta mal, de hecho está más que bien Emily. ¿Quieres que pase por ti?— Rubén tiene razón, es raro que en esta ocasión sea yo quien lo invite. Solo quiero a clarar todo el desorden que tengo en mi mente.

—Si, por favor Rubén.— respondo tratando de aguantar las lagrimas que quieren salir, pero que no voy dejar caer.

Cole y yo no tenemos y ni teníamos ningún tipo de relación amorosa pero eso no cambia que me sienta cómo me siento, me siento utilizada, aunque no fue así, yo quise eso. Era demás saber que él tenía pareja, la cual se va a convertir en su futura esposa, solo fui para él la mujer de una noche.


—Si sigues durante unos minutos más aquí afuera sin estar abrigada, te vas a congelar.— escucho la voz de Drystan detrás de mi.

Justo ahí me llega un mensaje de Rubén.

:Ruben: ya estoy aquí al frente, no me
Permiten el paso.

Me doy la vuelta y le respondo a Drystan—Eso de que me congelaré no será posible, ya llegaron por mi.

Cuando empiezo a caminar por el camino que lleva al enorme portón al final de la mansión, Drystan se pone delante de mí y me corta el paso. Dystran es muy alto, diría que más alto que Cole.

—Mira Emily, no sé qué mierdas te traes con el jefe, para que me diera la orden de no dejarte ir de aquí, hasta que el no hable contigo después de la reunió ahí adentro.— Dystran me lo dice con un tono duro.

—No me quedaré aquí.— le respondo de igual manera con eso doy por terminada nuestra conversión.

Cole:

Pude ver el dolor a través de sus hermosos ojos azules, ella no se lo esperaba. Este matrimonio no va más allá que negocios. Unir la mafia irlandesa y la mafia italiana sería otro nivel. La mafia irlandesa maneja él negocios de malversación de dinero, la mafia italiana maneja el negocio de las armas y lavado de dinero. Unir a las dos familia sería un enorme privilegio para las dos familias, se volverían juntas más poderosas de lo que son . En este mundo todo el poder que tienen nunca le basta, siempre escalan a algo más alto.

Mis ojos bajan a la mesa donde Bianca tiene sus dedos entre lazados con los míos, desenvuelvo mi mano de la de ella y la llevo debajo de la mensa envolviendo mi mano en un puño, aguantando la ira.

Saco mi teléfono del bolsillo y le mando un mensaje a Dystran.

Celular:

Cole: Busca a Emily en la casa, no la pierdas de vista.
Visto:✔️✔️

Dystran: Me temo que eso no
No será posible. Emily salió.

Visto:✔️✔️

Siento cómo mi maldita respiración de vuelve rápida, me levanto de la mesa y de pronto la habitación se vuelve silenciosa, nadie dice ni media palabra, salgo del aérea de banquetes de la mansión, me detengo cuando escucho unos molestos tacones siguiéndome.

—¿Para dónde vas con tanto apuro? No quieres que subamos a tú habitación?— una risa áspera y sin gracia sale de mis labios, me giro hacia ella y me me acerco.

En otra ocasión hubiera aceptado la propuesta, el problema es que no quiero mojar mi polla en otro coño que no sea el de Emily.

—No, sigue tú con el teatro en el banquete, ya estoy aburrido de seguir actuando. No quiero que nos veamos hasta el día de la boda, no quiero que tengas ningún tipo de comunicación hasta ese día Bianca. Si necesitas dinero, algo, habla con Dystran. Los preparativos de la boda háblalo con mi madre, esas cosas no me gustan.

Bianca se acerca a mi y pega su rostro al mío con ojos llorosos— Eres cruel.

Mi sonrisa se agranda más.— Esto es conveniencia Bianca, no amor.— sé que tampoco amo a Emily, pero si sé que no puedo sacármela de la cabeza y que ningún otro la tenga, con eso dejo a Bianca sola.

—¿Dystran dónde está Emily?— Por la cara de Drystan se que no me gustará la respuesta.

Lo agarro por el cuello y lo pego a mi— Te dije, que no la dejarás ir maldición!.

—Iba hacer peor si la retenía jefe, me diste la orden de que no la tocara.— lo suelto y empiezo caminar y caminar, jalando de mi cabello.

—¿Se fue en taxi?— Drystan se queda unos minutos en silencio, decidiendo si contarme o no.

—Estoy apunto de torcerte el cuello Dystran.

—El mismo auto que la recogió la otra ves. Se anunció en la puerta pidiendo ver a Emily, se presentó como Rubén. Por motivo a la cena de hoy, no se le permitió el paso a nadie que no fuera invitado especial.

—Consigue la dirección del lugar en el cual reside, necesito todo para mañana a primera hora.

Estoy en el balcón fumando el cigarro número 4 esta noche, ya son las 1 de la mañana y no tengo señales de Emily, le advertí que se alejara de ese tipo y no lo hizo. Si ella no es mía, no será de nadie.


 Si ella no es mía, no será de nadie

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Peligroso Deseo +18 [libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora