Capítulo 35

6.8K 276 28
                                    


Mantén cerca a tus amigos, pero más cerca a tus enemigos.
                            No lo olvides.

Emily

Entro en la sala de estar con pasos acelerados por el breve tipo enfrentamiento con el padre de Cole, en cuanto escucho una voz suave y con toda la altura, me doy cuenta que es Cole y Meredith, al parecer discutiendo por lo bajo y sé que está mal escuchar a escondidas, pero de alguna forma desvió mis pasos del camino hacia las escaleras y en vez, caminó hacia el ala este.

—Si no paras esto, lo haré yo. Te doy mi palabra de que le voy a poner fin te lo asegu..

¿Parar qué, mi relación con su hijo?

—Te dije que no tienes el derecho de interferir en mis asuntos y no tomo tus amenazas. Necesito tomar una llamada en mi oficina. Ah y por favor, no estorbes madre.— estoy parada en el pasillo y me asomo por las enormes puertas dobles de cristal que da a unas de las salas con chimenea y piano, que parece una sala de música en realidad, donde la madre de Cole siempre se la pasa viendo revista y compartiendo el té. Desde aquí puedo ver el rostro de su madre y ver a mi prometido de espaldas a mi, no puedo ver su rostro y tampoco saber de qué carajos hablan.

—En realidad acepta mis amenazas. Sabes que elimino las piezas que no encajan en su lugar.— Cole empieza a reír con una risa ronca y de disgusto y se acerca más hacia  su madre.

Mi estómago se revuelve de la tensión que flota en el aire.

—Ella no es ella y joder si intentas tocar aunque sea una hebra de su cabello o si vuelves amenazar su vida, estarás poniendo la tuya en peligro madre y no habrá nada, ni nadie que te salve de mi ira y créeme que será muy despiadada.—Cole besa su mejilla y se retira. Sus zapatos caros hacen que cada paso resuenen hasta desvanecerse mientras se aleja.

Ella no es ella. Esas cuatros palabras suenan en mi mente.

Una mano se posa en hombro y me sobre salto.

—Es de mala educación escuchar a escondidas.— Sebastián me mira frunciéndome el ceño.

—Yo.. ann.. disculpa, no era de mi intención escuchar a escondidas...

—Solo vete antes de alguien se dé cuenta.— mi labios se inclina con una sonrisa.

—Gracias de verdad, gracias.— de los nervios lo cubro con mis brazos rápidamente. Él me mira como si me hubiera crecido dos cabezas.

Me dirijo inmediatamente al cuarto del baño a lavarme las manos y mis pensamientos se van lejos y mil preguntas mentalmente haciéndome a mi misma.

"Hay cosas que es mejor no contarlas" Eso fue lo que me dijo ese día en la cabaña cuando le pregunté porqué no suele compartir comida con su familia, mayormente es solo en momentos especiales, siempre Sebastian me enviaba a subir su comida aquí al dormitorio o llevarla a su oficina o simplemente la mayor parte del tiempo a fuera.

Cole y su madre no tienen solo una mala relación de madre e hijo, es como si la odiará realmente y eso me hace preguntarme si mi prometido en verdad se atrevería a tentar contra su propia sangre, si intentan hacerme daño. El padre de Cole se puso tenso al defenderme yo misma ante él y poniendo a Cole como un escudo de defensa.

"Sabes que elimino las piesas que no encajan en su lugar" esas palabras de Meredith suenan en mi mente.

Unos minutos después salgo de la ducha y me envuelvo con una toalla, mientras que con otra me seco el pelo, cuando salgo a la pieza  me encuentro con una caja blanca envuelta en un moño azul, en mi lecho.

Peligroso Deseo +18 [libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora