Capítulo 30

7.2K 331 25
                                    

Emily

En estos momentos estoy en la cocina ayudando a las demás mujeres a triturar vegetales, aunque se negaron al principio que yo las ayudara. Este lugar es un palacio de lo grande que es y lo vacío que se siente, y me siento sola, mi madre decidió esta mañana volver a vivir con su amiga Ana por unos días y la entiendo. Mildred la madre de Cole, ni siquiera los miembros de la familia no se a acercado hablarme y yo tampoco lo e hecho, aún no.

—No deberías estar aquí cortando vegetales. No creo que al señor le agrade.—Belina pasa su cálida mano por mi hombro.

—"El señor" no tiene porqué molestarse. Me gusta ser de ayuda.— ambas nos reímos mientras Brenda nos observa, no me a dicho una frase desde que llegué hace dos 4 días.

Cuando estoy apunto de hablarle a Brenda, Sofía entra en la cocina. Sofía es muy diferente a su madre en todo los sentidos, pero se puede notar mucho el parecido entre Cole y Sofía, menos la actitud claro. Mientras que Cole es misterioso y con un aspecto pecaminoso. Sofía es todo lo opuesto, es como si fuera un alma libre. Sofía saluda con sonrisa y tule saca temas de conversación a todas, hasta que su mirada se encuentra con la mía, mirándome con extrañes.

—Emily. Podemos hablar a solas, en mi habitación.— estoy apunto de decirle que no. Pero no es mejor tratar de que por lo menos ¿Sofía me tolere un poco?

La noche en que escuché a Cole hablar con ella me di cuenta de que quiere a su hermana. Es raro ver a Cole muy apegado a alguien, con ella el lo es.

—Oh, cla-claro. Yo no encantada.— Sofía sale de la cocina sin voltearse a mirarme, dejándome saber que la siga.

Antes de empezar a seguirla unas manos de alguien de mucha edad  me agarra por el abrazo, mirándome con pena y dulzura a la misma ves.

—Ella es buena, al menos es lo único aparte de ti que si tiene un buen corazón. No confíes en nadie. Ten cuidado.— observo a Belina tratando de entender que me quiere decir.

La habitación de Sofía es acogedora, casi todo es rosa . Los juegos de sábanas, la pared tapiz con colores rosas florales... el color rosado no entra en mis gustos de colores favoritos pero no puedo negar que todo se ve hermoso y en su lugar.

—al parecer no te gusta el color rosa. Tú habitación se siente acogedora y bonita.— Sofía abre los ojos como platos.

—¿Ves?! Eso mismo le dije a mi madre... Ella dice que todo es horrible.— Sofía me mira con diversión por unos momentos mientras yo contemplo todo el lugar pero sin tocar nada, no quiero que se sienta incómoda. A mi tampoco me gusta que toquen mis cosas. En eso incluido su hermano.

—Oh.— es lo único que sale de mis labios.

—Le gustas.— Sofía camina hacia el balcón mientras yo igual la sigo.

—shh.—resoplo. La vista me permite ver el océano azulado hacia la distancia.

—En verdad le gustas. E visto a mi hermano salir con muchas...

—No necesito los detalles. Discúlpame.— Los celos van disparados hacia mi pecho.

—Mierda! Lo siento. Solo quería decirte que veo que las cosas van enserio con Cole. Me disculpo por no felicitarlos por su matrimonio.— una sensación de alivio es lo que siento en estos momentos.

—Gracias.— Sofía se pasa el tiempo hablando sobre ella y sus series favoritas. Sin duda sus gustos y personalidad es como si no se llevaran para nada. A Sofía le gusta la literatura, dice que puede vivir varios mundos y vivir miles de vidas. Mientras que a mí me gusta el arte, mediante el arte expreso mis emociones, sentimientos.

Peligroso Deseo +18 [libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora