Capítulo 43

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Emily.

Mientras bajo las escaleras mis ojos siguen a todas las personas en la mansión. Hoy hay más personal de lo habitual, al parecer se contrató más para la celebración de esta noche. Me dirijo al jardín donde se está llevando acabo la actividad, no veo a Cole por ninguna parte.

—¿Una copa, señorita?—El camarero me ofrece una, sin dudarlo ni una sola vez tomo una de las bebidas.

—Oh, gracias.— Hay mesas elegantes esparcidas por todos lados. El ambiente es tranquilo... más bien aburrido para mi gusto, los invitados llevan traje de gala, en especial las mujeres, todo en ellas gritan dinero.

Me quedo observando mi copa sintiéndome algo cohibida al escuchar los sonidos de las copas y personas riendo y brindando con sus copas de vino y champán.

—Odio estas fiestas.— Sofía se para a mi lado, y de repente me siento más cálida.

—La verdad es que no te culpo.—todo en estas persona se ve tan falso.

—Todos son unos hipócritas. Por ejemplo, observa a esa chica de cabello rojo.— mi mirada se posa en una mujer con un vestido deslumbrante, mientras conversa con una morena de cabello corto, al estilo de la princesa Diana.

—Si, la veo. ¿Qué ocurre con ella?.— Sofía me sonríe.

—Si te fijas, lleva rato riéndose con una sonrisa que no le llega a sus ojos, elogiando a su amiga con palabras bonitas pero vacías. Y estoy segura que sus palabras son calculada, como si estuviera siguiendo  un guion.— Sofía tiene razón; mi ceño se frunce mientras reímos.

—Tienes razón... Todo se ve tan falso. —mi mirada va más allá y veo a un grupo de hombres, más o menos de mi edad. Los veo  murmurando  entre risas, parecen que están haciendo comentarios despectivos de otras personas.

—Estás personas están llena de envidia y competitividad. Lo que quiero decir en realidad es que hasta en el entorno más glamuroso, la falsedad puede estar en la vuelta de la esquina Emily.— Sofía tiene toda la razón.

—Así que mientras las champaña  burbujea en sus copas, las sonrisas falsas son su brindis de la noche.

—Exacto. Aprendes rápido Emily.

Siento cómo mi corazón late fuerte en mi pecho al ver a Cole a caminar hacia mi. No hace ni dos horas que tuvimos sexo en la ducha como dos salvajes, me duele todo, de lo salvaje que fue esta noche y lo más aterrador fue que me gusto todo, lo volvería hacer todas las veces posibles.

Mi sonrisa cae cuando veo que una mano con uñas pintadas de un rojo vino se posa en su pecho deteniéndolo. Bianca Angustino, su ex prometida. ¿Cómo olvidaría ese nombre? Fue la chica con la cual el anunció su compromiso, ese día pensé que iba a enloquecer.

Bianca se mueve al frente de él con una gracia etérea con su vestido rojo. La mirada de Cole se aparta de la mía, él le dice algo y ella ríe, su risa es como una bala hundiéndose en mi pecho y mierda estos celos se están volviendo como algo tóxico.

—Mi hermano sabrá cómo quitársela del medio. Bianca siempre a sido a sí, le gusta ser el centro de atención.—Mis manos se cierran en puño.

—Si ella sigue tocándolo.. creo que perderé la cabeza Sofía.—Sofía se acerca más a mí.

—Tranquila. Ella no es nada a los ojos de Cole.— La voz de Sofía se desvanece para mí. La imagen de ellos dos juntos aviva mi ira, está necesidad posición me aterra, el deseo de reclamar algo mío.

Espero que esto solo sean las hormonas del embarazo por lo que estoy apunto de hacer.

Sofía intenta tomar mi brazo pero la esquivo y camino hacia Cole. Llevo el vestido blanco que dejo esta tarde para mi, tiene un abierto a un lado desde la cintura, con un escote abierto dejando ver un poco mis pechos. El vestido realza un poco mi figura con un toque de sensualidad.

Peligroso Deseo +18 [libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora