Cole
Emily es perfecta, fue exactamente elaborada por las mismísimas manos de Dios, como para castigarme por todas las fechorías que e cometido. Pero lamentablemente ella no pertenece al cielo, ella pertenece a mi infierno.
Mi pequeña da una paso hacia delante, puedo notar la incertidumbre que la acecha. Necesito que esta parte de ella salga, de esa forma ella liberará sus demonios.
—Me pregunto qué sienten en este momento ahora que los papeles se han invertido.— un sentimiento de orgullo por mi chica es lo que siento justo en este puto momento.
Pensé que Emily no iba a llevar esto acabo por un momento, pero su voz esta tan calmada que se siente una carga perturbadora en el aire. Tomo asiento en mi silla y volteo hacia Dystran mostrándole mis dientes con una sonrisa el cual me mira desconcertado. Emily no es débil, solo hace falta empujarla para que pueda soltar sus alas.
—¿Saben qué?. Cada maldito golpe, cada maldito toque de sus asquerosas manos, cada maldita lagrima derramada mía y de mi madre, se está manifestando hoy como mi venganza.
Mis manos se aprietan voluntariamente, lleno de rabia y con ganas de quemar todo con cada palabra que sale de la boca de Emily. ¿Cómo diablo se atrevieron a tocarla y pesar que saldrían ilesos?.
—Emily...— suelta el que se llama Fran.
Emily voltea hacia a mi con una sonrisa ladeada y luego se dirige hacia la mesa tomando un cuchillo de aspecto pequeño.
—Ahora están sintiendo la misma impotencia que sentí yo al estar al merced de ustedes dos. Pero... mi prometido quiere un buen espectáculo y eso le daré, un maldito buen espectáculo.
Los ojos de Emily se dirigen a la mesa de cuchillos, justo puse mis cuchillas personales. Luego de pensar, por fin toma una de mis dagas favoritas y tan solo con ver su sonrisa mi emoción del caos invade todo mi cuerpo.
Con un movimiento rápido Emily clava la daga en el pecho de Crow, y si mis cálculos no me fallan, le dió justo en el corazón, otra vez más y unas cuantas veces más. Sus manos ahora están llena de sangre al igual que su cabello rubio y jodidamente está imagen de mi chica me pone duro.
Si tiempo atrás pensé que Emily fue elaborada por las mismas manos de Dios, me retracto. Su otro lado está mostrando su cara y creo que este me gusta más, y ya mi infierno la reclamo como mía. Estoy jodido por esta mujer, su inocencia me gusta, su malicia que está mostrando ahora por igual. Emily acaba con Fran por igual.
Le hago un gesto alzando la mano despidiendo a Drystan.
Me levanto y camino hacia Emily, ella se voltea mirándome con una sonrisa de victoria, me mira con sus hermosos ojos abiertos, su piel pálida manchada de sangre, ella me recuerda que la belleza puede ser un veneno mortal y lo tan débil que me puedo volver cuando todo se trata de ella.
—Gracias.— Emily se lleva mi mano a sus labios dejando un beso.
Emily
Cole me observa con una mirada llena de orgullo que no sé cómo describirla. Él me está volviendo hecha a medida para él, como uno de sus tantos trajes Armani personalizado.
Su boca choca con la mía y me abro más hacia él, dejándolo que tome todo de mi, su beso es desenfrenado, me toma un poco seguirle el ritmo, mis piernas se enganchan en su cadera. Siento ese sabor a metal en mi lengua cuando clava sus dientes en mi labio inferior haciéndome sangrar, su aliento a menta me vuelve loca.
En estos momentos me doy cuenta que Cole Torrance, el monstruo del cual todos temen y tú propia madre te advierte. A pesar de eso es el tipo de comodidad que quiero, e incluso sé que esto no es inteligente y tampoco lo es que llevo en mi vientre, un fruto de nosotros dos.
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Peligroso Deseo +18 [libro 1]
RandomEmily es una chica de bajos recursos, llega a la ciudad de Londres cuando su mamá consigue trabajo para la familia Torrance. Es unas de las 3 familias más adineradas y no solo de Londres, ahí es donde conoce a Cole, el hijo heredero de la mafia. Col...