Capítulo 25

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Deja que te consumas y lograrás pasar tus límites.

     Dijo la obsesión.

Emily

El día transcurre rápido y llega la noche, estoy para en en el espejo observando mi propio reflejo de pies a cabeza.  Mi mirada está puesta en el vestido rojo fuego, con un corset, el vestido de la cintura hacia abajo cae en tul en escala larga  y en los brazos cae 3 collares de perlas como mangas.

Una chica joven  y otra mujer de mucho mayor edad terminan mi maquillaje. labios rojos y sombras de ojos ahumadas.

—¿y qué tal señora?— señora. El calor sube a mis mejillas.

—Emily esta bien.— le dedico una sonrisa. En realidad estoy nerviosa, no sé cuánta gente habrá en esa fiesta de compromiso.

—Solo tengo permitido utilizar ese término de cortesía ante usted, ni ningún otro nombre.— mi risa rebota en el aire.

—Señora me hace sentir... muy adulta. ¿Creen que le guste?.— ambas se miran y luego voltean a verme y me regalan una enorme sonrisa.

Hace unos minutos las dos mujeres se fueron.  Salgo del cuarto de baño y observo a Cole sentado en la cama con las manos en las rodillas, lleva camisa color vino y su traje negro como la noche, su pelo está peinado hacia atrás y 2 botones de su camisa desabrochados me deja ver algunas líneas de sus tatuajes.

—Sei bellissima, mia regina— su mirada recorre mi cuerpo entero.—Il colore rosso si abbina ai tuoi occhi.

—¿Te gusta?.— No entiendo nada de lo que acaba de decir, su voz suena más sexy cuando utiliza su idioma. Nunca me a importado como me ve un hombre, pero me gusta saber todo lo que pasa por la mente de Cole acerca de mi.

Cole se levanta y da algunos pasos hacia a mi.

— Estás perfecta, no sé cuánto maldito tiempo podré aguantar sin meterme entre tus piernas.— su nariz se mete en mi cuello y siento como suspira, como si me estuviera consumiendo.

—Tienes que aguantar,  no quiero que mi maquillaje se corra.— estuve a punto de soltar un gemido cuando sentí los dientes de Cole en mi cuello.

—Vamos mi reina.— Cole planta un beso en mi frente.

****

La camioneta se adentra en una mansión aislada, con una grande fuente en frente , la mansión no se ve tan enorme como la de Cole, pero no da indicio que esta gente está forrada en dinero.

Cole baja de la camioneta y luego me ayuda a salir, miro como 3 camionetas se detienen, hombres de Cole. Unos hombres armados nos guían hacia el salón donde se están celebrando la fiesta de compromiso.

Todos los ojos están puestos en nosotros, hay una mesa larga y todos están sentados conversando. Mis nervios se disparan, Cole pone su mano en mi espalda baja.

—Tranquila mi reina.

Caminamos hasta la mesa donde están todos, al ver a Cole todos se levantan y asienten con la cabeza. Cole retira una silla y me hace seña para que me siente y luego toma asiento a mi lado.

—Torrance, me alegra verte.— un hombre mayor de edad que debe rondar entre los 50, saluda a Cole, el cual entabla una conversación con el.

Mi mirada recoge la mesa y cae en Bianca, la que se suponía la prometida de Cole. Su nombre no se me a olvidado y cómo olvidarse si... mejor quita esa pensamiento de tú cabeza Emily.

Sus ojos no se apartan de Cole ni un minuto a pesar de que algunas mujeres le buscan tema de conversación.

—Torrance, veo que tienes un nuevo juguete. Wao te admiro hombre, tú futura esposa y tu juguete en la misma mesa. Es guapa, cuando te aburras quiero un turno— la mirada de Cole observa al hombre rubio que se está fumando un cigarrillo, tiene un lado de la cara llena de desfigurada. Cole muestra su cara de Poker pero puedo sentir la tensión en sus hombros.

Esas palabras de ese hombre es como si me hubiera dado una bofetada justo ahora, como si me aventara un balde de agua. "Juguete" ¿en realidad esa mierda soy?.

La sala está en un silencio total, los sonidos de los cubiertos, las conversaciones, la música, todo se detiene, mantengo mi cabeza baja mirando mi postre de chocolate. Solo pienso en salir corriendo y perderme porque en este momento la vergüenza me inmunda. ¿Qué diría mi papá si me viera en esta situación? estaría decepcionado de mi.

—Lorenzo ¿Ricordi quella volta in cui il tuo viso era distorto?.— la mano de Cole aprieta mi muslo.— veo que te encantan las cicatrices y algo me dice que quieres volver a sentir una plancha caliente en tu rostro.

Mi cuerpo se pone rígido y mi corazón se acelera. Mi rostro se dirige a Cole el cual está muy serio, demasiado serio, luego miro al hombre rubio el cual tiene la cara roja.

—Torrance no e dicho nada ofensivo. Solo que te admiro por tener a tu prometida y a tu perra en.....

¡Bang!

Un grito alarido sale de mi garganta al ver como un disparo choca en un ojo del hombre que se hacía llamar Lorenzo. Varios gritos de mujeres y asombros llenan el aire.

Algunos hombres se levantan de la mesa, y vuelven a poner su culo en ella con una sola orden de Cole.

—Siéntense.— no me atrevo a mirar a Cole, no sé hasta donde sería capaz de llegar, pero estoy en shock, no puedo asimilar como una vida se fue tan rápido.

—Vaya hombre, Lorenzo era un buen comerciante.— habla el hombre sentado al pie de la mesa. Las personas siguen tomando vino como si nada, como si no se fijaran que una persona durante unos segundos o minutos estaba vivo.

—Dejó de serlo Visconti, en el momento en que le faltó el respeto a mi reina.— Cole se levanta haciéndome levantar junto a él— Si tan solo alguien vuelve a ofender o decir algo que no es del agrado de ella, es hombre muerto. Disfruten de su compromiso, hasta luego Visconti.— el hombre y la mujer asienten.

Al salir al aire frío de la noche, mis lagrimas caen.

—¿Porqué?— pregunto entre sollozos. Cole se acerca limpiando mis lagrimas y yo mientras solo inhalo su cálido aroma varonil.

—¿Porqué, qué Emily?— pregunta con extrañeza, cómo si me hubiera crecido otra cabeza.

—¿Porqué matarlo? El solo dijo la verdad, solo soy tu juguete.

—No, el no dijo la verdad.— Cole presiona su frente contra la mía, mirándome  a los ojos.— solo cásate conmigo mi reina.

Mi respiración para unos segundos, analizando sus palabras que parecen mentiras, él no puede estar hablando enserio.

—¿Pero cómo? Tú y Bianc....

—Shhhh no. Todo fue antes de saber lo valiosa que eres para mi. No sé si es amor lo que siento por ti, solo sé que quemaría el mundo por ti, cuando se trata de ti es como si no tuviera escrúpulos.— Cole me mira como si me estuviera suplicando.

—Se mi reina Emily.

—Quiero ser tú reina Cole.— Solo quiero ser yo quien lo vea dormir, aprovechar sus caricias, no quiero que mire a otra más. Mierda parezco una gata en celos.

Peligroso Deseo +18 [libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora