Capítulo 29

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Cole

Al llegar a la propiedad de Grimaldi, con tan solo pronunciar mi apellido las mierdas que están encargado de vigilar la seguridad me permiten el paso.

—Bienvenido señor Torrance.

La casa de Grimaldi es lo más parecido a una finca. Grimaldi era unos de los capos de mi abuelo, pero cuando ocupé el puesto de Don lo saqué de mi tablero. Su casa está decorada con muchísimo lujo pero claro, el dinero no da clase. Todo el lujo de se ve fuera de lugar.

—El señor Grimaldi lo espera en su despacho.— Asiento hacia su empleada del hogar y me dirijo hacia allí, pero no antes de darle una mirada a Drystan dejándole saber mi orden de desalmar a todos sus hombres y sacar a todos los adolescentes que tiene abajo en unos de sus sótanos.

Sin tocar la puerta entro en su despacho y lo que me hace apretar los dientes es la horrible escena de una niña morena de algunos 15 años sentada en sus piernas y puedo notar el miedo y el terror en sus ojos esmeraldas. El mierda puede ser su abuelo.

—Torrance! Que placer tenerte aquí.— Levanta a la chica de su regazo y le hace seña para que se marche.

—Espero no ser importuno.— hago gesto refiriéndome a la morena que acaba de salir por la puerta su despacho.

—La sangre Torrance es bienvenida en mi hogar.— Me desabrocho el saco y tomo asiento frente a él y su escritorio.

—Es bueno saberlo.

Grimaldi se levanta y toma dos vasos—¿Qué deseas Tomar?—mis ojos no lo abandonan, permanecen estudiando cada paso.

—Coñac.— Me estoy empezando a aburrir. En otro momento estuviera feliz de ver como el alma abandona el cuerpo de un ser humano, pero en estos momentos mis pensamientos están con esa chica de cabello rubio, ojos grande y piel de porcelana.

—El mismo gusto de tu abuelo. A tú abuelo le encantaba el Brandy, le ayudaba a su estómago después de la comida.

—Te has equivocado, prefiero el Whisky escocés y más si tiene etiqueta de diseñador de Valerio adami.

La mandíbula de Grimaldi se endurece pero trata de no dar a demostrar su enojo, en ves de eso me sonríe. Grimaldi es el tipo de hombre al cual no le gusta equivocarse y mal por él ya que le guste suponer demasiado o creer que conoce las costumbres de las personas.

—¿A qué se debe tenerte por aquí?. No me digas que quieres hacer negocios nuevamente.— ya quisieras.

—¿Qué tipo de negocios crees que puede hacer conmigo?. Lamento decirte que nada. No tienes ningún tipo de mercancía que ofrecerme, cosa que tenías cuando eras capo de mi abuelo.

—¿Estás tratando de humillarme?!— grita Grimaldi con dientes apretados, levantándose de su asiento y yo ni siquiera me inmuto con mi cara de póquer.— trabajé años para tú abuelo. Yo debí haber quedado dentro, no fuera.

—¿Olvidas que querías ocupar el puesto de Don? Pero lamento decirte que soy Capo di tutti capi, jefe de jefes Grimaldi.

Una sonrisa tira de mis labios.

—Maldito!— Me levanto a toda velocidad tomándolo por el cuello y cortando su respiración.

—Sabes que cruzaste una línea y más en mi puto territorio, haciendo trata de menores imbécil.—digo con todo el maldito odio del mundo.— sabes que amo las cosas arder, ver las cosas quemarse y me doy a conocer por eso.

Peligroso Deseo +18 [libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora