¿Dónde está Bai WuXiang?

36 10 38
                                    

Hua Cheng lo fuerza a correr lejos de ahí.

—¡Suéltame! — Xie Lian forcejea.

Hua Cheng lo lleva de regreso al auto, se gira hacia él con un gesto severo y Xie Lian se asusta. Cierra los ojos con fuerza y se cubre con un brazo. Hua Cheng se sorprende por su reacción.

"...Su esposo lo golpeó a tal punto que le costaba hablar".

Aprieta la mandíbula y hace aquello que tanto ha querido hacer y ha estado reprimiendo: Abrazarlo.

Xie Lian se asombra, el contraste con su pareja es innegable. Se suelta en llanto.

"—¿Te despidieron?

—...No quieren que beba alcohol.

—Pues déjalo."

Oh no, su mente hace de las suyas, tratando de ahogarlo en el océano de la culpa.

"¡Por qué no mejor dejas de beber, así dejarás de romper las cosas!"

"Estás ebrio, no soporto a la gente que huele a alcohol".

"...Yo pensé que...por haber crecido con un pariente alcohólico ibas a ser diferente a ellos...No sé por qué repites el mismo camino".

"¡Entonces deja de beber tanto!"

"Holgazán, pasa todo el día bebiendo y no hace nada".

"A ti nunca te ha importado cómo me siento..."

¿Cómo?, ¿este es él? Qué vergonzoso, lo único que hizo fue gritarle, vestirse con un manto de superioridad moral, darle sermones y pensar sólo en él, como todo un egoísta. ¿De verdad Bai WuXiang fue el malo?

"—Deberías dejar de beber.

—Mierda, ¡¿otra vez con eso?!"

...

"—Deja de gritarme, ebrio inútil.

—Retira lo que has dicho.

—Entonces deja de beber.

—¡Ya estoy harto de que me des órdenes!

—¡Lo que pasa es que prefieres perderme en lugar de abandonar el alcohol! ... ¡Por eso te echaron del trabajo! ¡No tienes amigos, eres un fracasado sin futuro!"

Espantoso, ahora piensa que merece la golpiza que le dio su esposo, jamás se esforzó por comprenderlo ni trató de ayudarlo. Fue un idiota.

Hua Cheng lo abraza con todas sus fuerzas, acaricia su cabeza y recuesta su mejilla en él a modo de consuelo propio.

—San Lang...Vete...de todas formas, todos me abandonan.

—Yo no te abandonaré.

—No, yo-, ya no puedo...Ya estoy harto...harto de todo, harto de despertar cada mañana en vano... ¡Harto de sufrir!, ¡ya me cansé de luchar cada día!, ¡no puedo y tampoco quiero hacerlo! ¡Como si algo fuera a cambiar, nada va a cambiar! ¡Que tú estés aquí tampoco va a cambiar nada! ...Nada.

Hua Cheng empieza a llorar, su garganta tiene tres nudos, pero hace lo posible por usar esa voz suya tan característica:

—No soy yo el que hará el cambio, serás tú, Gege...

En cada universo. | BaiLian/JunLian| - 26Donde viven las historias. Descúbrelo ahora