En cada universo. | BaiLian/JunLian| - 26

Cena en casa del Alcalde.

Xie Lian se frustró nuevamente, él mismo comenzó a preguntarse por qué hizo lo que hizo. Pasaba la mayor parte del día solo y los fines de semana los derrotaba el tedio, a él y a Hua Cheng; la monotonía apagó sus sentimientos, pero talvez ni uno de los dos se había dado cuenta...hasta hoy. Hoy Xie Lian fue consciente de cómo su matrimonio se estaba deteriorando, por el contrario, Hua Cheng no debía saberlo todavía. No, definitivamente no lo sabía, así como no debía saber lo ocurrido en el cementerio, ¿cómo iba a saber que él se estuvo besando con otro hombre?

—Xie Lian— insistió Bai WuXiang.

—...Fue bueno, agradable...Me hiciste sentir vivo— sonrió con decepción—, me divertí yendo a buscar trabajo contigo...Es todo lo que puedo decir.

Bai WuXiang no insistió. Estaba obligando a Xie Lian a pasar por una situación incómoda. Talvez sí tenía problemas en su matrimonio y le era vergonzoso admitirlo o siquiera hablar del tema.

—Comprendo...Gracias por ser sincero conmigo. Yo...no volveré a molestarte— dejó la silla y se fue a una banca.

—Ah-— Xie Lian quiso decir algo, pero se retractó.

—¿Qué sucede? — Bai WuXiang todavía tenía esperanzas de escuchar algo alentador.

Xie Lian se mordió la lengua.

—¿Qué me pasa? Estuve a punto de decir una tontería.

Si Hua Cheng no estuviera, caería en sus brazos; si tuviera que enamorarse de él, no le sería difícil. Era guapo, disfrutó sus besos y quería más, soñó con él anoche y lo prendió... ¿Por qué pensaba estas cosas?, ¿tanto quería consolar al extraño? Si no iba a hacerlo volar, ¿por qué darle alas? ... ¿O quería consolarse a sí mismo?

—Um, sólo quería decirte que...eres una persona con sentimientos maravillosos, estoy seguro de que habrá alguien más que sepa apreciarlos y...y te hará muy feliz.

Bai WuXiang bajó la cabeza, después de pensarlo un rato prefirió cubrir su cara con aquella máscara horripilante de risa y llanto. Oh no, sus comentarios debieron dañarlo. Xie Lian suspiró decepcionado y avergonzado. Retomó el libro.

—E-empecemos con la clase de hoy. Primero te haré saber cuáles son las leyes en nuestro Pueblo Puji, que ahora también es tu pueblo.

Fue la clase más aburrida del mundo, cuando finalizó, Bai WuXiang se fue sin despedirse.

—¡Nos vemos mañana...!

Xie Lian se sintió muy triste, su nuevo amigo acababa de ignorarlo...Era muy pretencioso siquiera llamarlo amigo.

Esa noche volvió a soñar con el hombre de la máscara, en el sueño los dos se revolcaban en la nieve, sentía el frío y eso mismo azuzaba su deseo para combatir con el de su amante, el cual le proveía de una calidez irresistible. Despertó sudoroso, era media noche y estaba en llamas. Qué deshonor, mientras su esposo dormía a su lado, él estaba acalorado por el pensamiento de otro hombre.

—Esto no puede seguir así... ¿Esto es lo que realmente siento por él?, ¿esta persona representa un simple deseo?, ¿eso son las personas para mí? Soy lo peor...

...

Xie Lian estaba sentado en su escritorio en su casita de la bondad, esperando, aturdido por la fiebre, pero esperando. Se oscurecía el cielo y aquel a quien esperaba no se presentó...

—¿Qué pudo sucederle?

No es como si no supiera, lo rechazó y ahora se alejó para no sufrir.

—Es lo que querías, ¿no, Xie Lian? — golpeó la superficie del escritorio con su dedo índice—. Pero ahora lo quieres de vuelta, ¿verdad? ...Sabes dónde encontrarlo.