Una noche en la posada del amor.

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Bai WuXiang de máscara ensangrentada ve a través de los recuerdos del viejo Bai WuXiang la mala vida que tuvo en este desierto de roca. Trabajó en una mina, en un astillero y por último en la construcción de los rieles de un tren a pleno sol, siempre con una mala paga. Su reputación era terrible, había matado a algunas personas por rencillas personales, por eso, de adulto, le fue difícil conseguir trabajos decentes. Harto de su mala suerte y de casi morir de insolación, mató a los jefes de la construcción y huyó con el dinero del proyecto. La llanura fue sólo un poco más amable, su medio de vida era robarle sus pertenencias a la gente, así llegó a Pueblo Puji, donde fue apresado, azotado, pateado, laceado y después de varios años fue puesto en libertad porque Xie Lian pensaba que podía transformarlo en un ser de bien.

Bai WuXiang no estaba interesado en las clases de bondad, él gustaba de apretar las patas del hámster hasta hacerlo chillar, entonces reía divertido.

—¡No, suéltalo! — Xie Lian azotaba su mano con una varilla—. ¡Ve a sentarte!

Bai WuXiang obedeció. Jian Yu, recién despedido, llegó y tomó asiento, Xie Lian tomó asiento al frente y abrió su libro de enseñanzas de bondad escritas por él mismo. Ni uno de sus dos alumnos prestaba atención realmente.

—Por fin acabamos— murmuró Jian Yu al final de la clase, tomó sus cosas y casi salió huyendo.

—¡Ah, nos vemos mañana! — gritó Xie Lian.

Bai WuXiang se levantó y cerró ventanas y puertas. Xie Lian se puso nervioso, él sabía por qué lo hacía. A Bai WuXiang no le gustaban las clases de bondad, pero le gustaba el maestro. Xie Lian había sido la primera persona que tuvo esperanzas en él, y gracias a Xie Lian estaba fuera de esas horrorosas celdas de la prisión. Acorraló a su maestro contra la pared y lo inmovilizó. Xie Lian estaba ligeramente asustado, esto siempre pasaba después de clases y él accedía porque le parecía mejor que su alumno descargara sus emociones y deseos carnales con él y no que las reprimiera hasta transformarse en algo mucho más peligroso. Por el contrario, los primeros días accedió por "caridad", Bai WuXiang estuvo varios años en prisión, como hombre sabía lo difícil que era resistir y se apiadó del pobre. Todo empezó con caricias, luego abrazos, luego besos y Xie Lian se dio cuenta demasiado tarde que Bai WuXiang no padecía de una necesidad pasajera, sino de un interés directo y exclusivo para con él.

Bai WuXiang lo besó con cierta agresividad, Xie Lian correspondía entre gemidos de protesta, en especial cuando apretaron una de sus tetillas. Bai WuXiang estaba muy contento de oírlo chillar, como hacía el hámster. Xie Lian ladeó la cabeza, entonces su cuello expuesto fue presa de los labios ajenos mientras era estimulado en sus partes íntimas por encima de la ropa.

—Esto no puede seguir, ya te lo he dicho. Debes controlarte— protestó Xie Lian en voz baja, temía que alguien pasara afuera y los escuchara.

—Ya te lo he dicho, quiero estar dentro de ti, me bastará aunque sea una vez.

En cada universo. | BaiLian/JunLian| - 26Donde viven las historias. Descúbrelo ahora