Una segunda oportunidad, aunque sea dolorosa.

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La expresión de Xie Lian es sobrecogedora, su amado está en un sitio tan terrible. Su deseo de rescatarlo es tanto que siente que va para allá por inercia...pero no es una sensación, ¡está siendo succionado!

—¡Gege! — Hua Cheng le arrastra lejos.

Xie Lian adopta la conducta de un adolescente irreflexivo:

—Es como te dije, una parte llama a la otra. Debo ir, suéltame, por favor.

—Gege, yo también estaba siendo succionado.

Xie Lian se desanima y agacha la cabeza. Hua Cheng toma su mano derecha y le ata un hilo rojo. El más viejo se muestra curioso.

—¿Qué es esto?

—Gege, mis sentimientos no tienen a dónde ir, únicamente hacia ti. No importa a dónde vayas, ellos estarán contigo— aparta su mano y el hilo crece tanto como se desee—. Si no sabes cómo volver, ellos te guiarán de regreso a su fuente: Mi corazón.

Xie Lian se conmueve y se ríe de sí mismo con angustia.

—Creo que siempre tuve el alma de un anciano melancólico.

—Eso debería decirlo yo— Hua Cheng esboza una leve sonrisa.

Xie Lian le da un abrazo, no escucha su corazón, sólo la energía espiritual que da vueltas dentro de su alma.

—Gracias, San Lang. Me salvaste a mí y ahora también a Jun Wu.

—Siempre procuraré tu felicidad, siempre...

...Xie Lian desciende muy a pesar del dolor de Hua Cheng, él está dispuesto a esperarlo todo el tiempo necesario...

...Xie Lian por fin toca suelo firme, en efecto no ve nada, pero siente la compañía de Hua Cheng y se adentra con toda seguridad. Tiene la firme convicción de que aquello que siempre ha buscado está aquí, aquello que le falta, aquello que siempre esperó. Se siente como en uno de esos cumpleaños occidentales donde le vendan los ojos al cumpleañero y lo conducen hacia su fiesta sorpresa. Este pensamiento le hace sonreír como a un niño.

...

Bai WuXiang y Xie Lian caminan hacia la luz, el primero le pregunta:

—¿Cuánto tiempo ha pasado?

—¿Uh?, yo morí a los sesenta y tres años, pero encontrarte, según mis cálculos, no me tomó más de un mes— explica con una sonrisa.

—...Xie Lian.

—¿Mm?

—¿Cómo moriste?

Xie Lian sonríe con lástima y su voz solemne relata:

—San Lang y yo discutimos mientras él conducía el auto y tuvimos un accidente.

La expresión sonora de sorpresa no pudo ser retenida por Bai WuXiang. Accidentes automovilísticos son comunes desde la invención de los autos, pero no puede pasar por alto la similitud de que ellos tuvieron un accidente de autos también. No obstante, pregunta algo muy diferente:

—... ¿Piensas que fue tu culpa?

Xie Lian borra su intento de sonrisa y asiente.

—Al venir aquí San Lang sólo se rio de lo sucedido y me dijo que su sueño se había cumplido, él quería morir conmigo y le pareció gracioso que se haya hecho realidad de la forma más absurda.

De primera impresión Bai WuXiang tacha el comentario de Hua Cheng como estúpido; sin embargo, después recuerda su caótica despedida aquella navidad y envidia a Hua Cheng por haber cumplido un sueño tan magnífico, partir junto al ser amado y no abandonar a Xie Lian.

En cada universo. | BaiLian/JunLian| - 26Donde viven las historias. Descúbrelo ahora