La fragancia a flores desaparece.

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Bai WuXiang está en su casa, haciendo nada, nada más que pensar en lo sucedido esta mañana.

Cuando Hua Cheng aparece en su vida se da de cara con una realidad que, por más estúpido que fuese, no vio venir.

La competencia.

Xie Lian era un chico solitario, pero la aparición de Hua Cheng le permite ver que Xie Lian puede ser feliz como cualquier persona...con personas nuevas. Este chico aparece de la nada y se gana el afecto de Xie Lian sin ningún esfuerzo. Es verdad, no tenía el suficiente valor para confesarse con Xie Lian y tampoco planeaba hacerlo, pero el panorama cambió drásticamente, ante la posibilidad de que Xie Lian se vaya de su jardín, lo quiere de vuelta.

Después de su desastroso primer encuentro con Hua Cheng, no tiene planeado acompañarlos a su estúpido viaje a la plaza de juegos, después de todo...

—Seguro ya no querrá verme.

Pega los párpados y cuando vuelve a abrirlos Xie Lian está sentado a la orilla de su cama, le tiende la mano y le sonríe. Bai WuXiang no tiene idea de por qué está aquí después de cómo se comportó con él esta tarde. De pronto su cerebro se despoja del polvo de la cotidianidad y recuerda que hace varios años atrás soñaba con un niño vestido de blanco, ahora comprende que ese niño era Xie Lian, la primera vez que se conocieron fue en un sueño.

—¿Lo recuerdas? — oye una voz muy parecida a la suya—. Sé bueno con él, toma su mano y no temas, él te ama, quiere ser el novio en tu boda, él no va a rechazarte.

Bai WuXiang siente miedo, su mano temblorosa ya está de camino hacia la de Xie Lian, que espera pacientemente. Su mano reposa sobre la suya, él dobla sus dedos alrededor de esa mano y sonríe todavía más.

—Dime, dime todo aquello que quieres decirme— dice Xie Lian.

Bai WuXiang se da cuenta que no sabe qué decir. Su mano libre se pega a su brazo con fuerza, luego afloja el agarre y vuelve a apretarlo, acariciándole con su pulgar. Oh no, Bai WuXiang fantasma sabe qué significa. Lo comprende, claro que lo comprende, pero no quiere que vea a Xie Lian de esta manera, no todavía. Por otra parte, no quiere que sea un reprimido, los sueños podrían ser el único lugar donde libere este deseo. Actúa sabiamente y pone estas palabras en boca de Xie Lian:

—Si quieres hacerlo, primero debemos casarnos.

Bai WuXiang joven retrocede, pero Xie Lian no libera su mano. Ahora su yo fantasma teme estar poniendo un peso demasiado grande, como lo es el matrimonio, en los hombros de su yo joven. Este Bai WuXiang no vuelve a pronunciar palabras, cuando despierta ya es de mañana y lamenta no haber dicho que sí, de haber sabido que era un sueño hubiera aceptado casarse sólo para...para tener su primera vez, pues está seguro que en la vida real no sucederá. Se sienta y no le toma mucho tiempo decidir ir al paseo a la plaza.

 —Él jamás me querrá así— se toca la máscara del lado lagrimoso—, pero podemos ser amigos.

Es el primero en llegar a la parada de autobús, no quiere decepcionar a Xie Lian y dejarle un último mal recuerdo como el de ayer. Piensa que acompañándolos bastará, no tiene que decir nada, sólo acompañarlos, podría ser divertido. Quiere ser un buen amigo para Xie Lian...Obviamente eso no sucede, que Xie Lian quiera hacerlo amigo de su pretendiente es una idea que no soporta, más devastador todavía es saber que ese mocoso de once años se ha comprometido a llevarse bien con él por el bien de Xie Lian, con ese gesto ha demostrado ser más maduro que él, lo ha dejado en ridículo. El golpe final es cuando ese mismo mocoso protege a Xie Lian y le canta sus verdades en la cara. Intentó ser un buen amigo y fracasó. No puede ser su amigo y tampoco quiere serlo, no porque sea malo, sino porque no es suficiente; pero tampoco tiene el valor de pasar a más.

En cada universo. | BaiLian/JunLian| - 26Donde viven las historias. Descúbrelo ahora