Dos héroes, una propuesta.

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El día menos deseado por todos llegó, sin previo aviso hubo un terremoto que obligó a todos a abandonar sus viviendas, hubo edificios que colapsaron. Los aullidos de la gente aumentaron y al mismo tiempo fueron opacados por un fuerte estallido proveniente del Monte Tonglu. El volcán expulsó piedras rojas y brillantes, algunas cubiertas de llamas amarillentas. En medio del terror hubo una voz que intentó traer la paz, la de Xie Lian.

—¡Cálmense, usemos los amuletos y oremos a Su Alteza Jun Wu!

Los ciudadanos casi rompían sus amuletos de tanto apretarlos, pero lo único que les trajo esperanzas fue la aparición de Jun Wu en los cielos.

Los ciudadanos casi rompían sus amuletos de tanto apretarlos, pero lo único que les trajo esperanzas fue la aparición de Jun Wu en los cielos

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—¡Miren, es Su Alteza Real!

La turba enardecida y exaltada corrió hacia él, casi aplastando a Xie Lian en el proceso. Jun Wu trató de concentrase y activó la matriz. Una estela de luz recorrió los trazos pintados por todo el reino, como un pez espada levantando el agua por donde nada.

—De prisa— Xie Lian apenas y consiguió levantarse, tosió un par de veces y exclamó—, ¡usen esos círculos para escapar!

La voz de Xie Lian fue opacada por un estallido todavía más fuerte, un lateral de la montaña salió disparado y la lava se derramó por la pendiente a gran velocidad, como quien bota una taza con agua en la mesa. La turba corrió enloquecida hacia su salvación. Xie Lian estaba fascinado, mares de gente desaparecían en un parpadeo a través del hechizo. Miró a todos lados y corrió contra marea para ayudar a los que estaban hasta el final, usualmente enfermos, discapacitados o personas de edad avanzada.

La lava choca contra las primeras casas, frenando brevemente el avance de la ola ardiente. Había tantas matrices esparcidas por WuYong que las personas más cercanas al volcán consiguieron salvarse primero, siendo las de los bordes las últimas en entrar por el hechizo. Jun Wu no mostró ninguna mueca de agotamiento, parecía un monje sereno durante su sesión de meditación, pero su frente estaba goteando sudor. Xie Lian se quedó hasta el final, ya no había signos de vida a la vista, de pronto miró hacia el volcán y vio una espesa nube negra bajar a gran velocidad. Xie Lian se tapó la nariz, trató de correr hacia Jun Wu y cayó de cara, otro terremoto estaba azotando el reino en ruinas. El suelo se estaba partiendo, de las grietas brotaba agua, pero también lava. Pasó tan rápido, ahora estaba rodeado por grietas y ríos de lava. Jun Wu cortó el flujo de energía suministrado al hechizo, pues ya no percibía que estuviera en uso. Echó un vistazo a su reino destruido y sintió mucha tristeza, todos sus recuerdos estaban en este lugar. Su belleza al despertar cada mañana lo hacía sentir como un niño, incluso ahora de adulto. Aquel paraje mágico en cada nevada, los festivales llenos de música, las casas llenas de linternas al anochecer, todo eso había desaparecido.

Estaba listo para irse y de pronto escuchó una voz resonar en su cabeza.

"¡Su Alteza, sálveme!"

Se giró abruptamente, con los ojos bien abiertos barrió el paisaje de fuego una y otra vez, entonces lo vio, Xie Lian estaba encima de un árbol. Xie Lian le oró a aquel amuleto con tanta devoción que Jun Wu pudo escucharlo. Apenas y podía ver el rostro de su salvador cuando éste llegó a recogerlo, lo acogió en sus brazos y él se prendió a su cuerpo como un molusco a su nuevo caparazón.

En cada universo. | BaiLian/JunLian| - 26Donde viven las historias. Descúbrelo ahora