El hilo rojo del amor.

22 4 149
                                    

Xie Lian luce mucho mayor, entrando a la tercera edad, cincuenta o talvez sesenta años. ¿Tanto tiempo ha pasado aquí atrapado?

—¿Cómo llegaste aquí? — pregunta Bai WuXiang.

Xie Lian se arroja a su pecho y lo abraza.

—¡Sí eres tú!, sí eres tú...— lloriquea en seco.

Bai WuXiang trata de separarlo, Xie Lian se aferra con más fuerza.

—Ahora que te he tocado no puedo soltarte. Ven conmigo, vámonos de aquí.

Bai WuXiang se sorprende y vira la cabeza en dirección de la puerta, el Jun Wu y el Xie Lian de esa dimensión ya están haciendo maletas para viajar a Francia. El Xie Lian que lo abraza mira en la misma dirección que él.

—Somos nosotros— sorprendente...y escalofriante—. ¿Qué-qué supone que estás haciendo?

Hasta este momento Bai WuXiang se sentía orgulloso de su intervención en las dimensiones, ahora las circunstancias dan un vuelco y por alguna razón se siente avergonzado.

—¿Sigues aferrado a eso? — Xie Lian sufre y Bai WuXiang sólo se avergüenza más—. Regresa conmigo— insiste el viejo Xie Lian.

—...Lo lamento. Me quedaré aquí— ladea la cabeza en dirección de la puerta.

—...Entonces me quedaré contigo— asegura con gran seriedad.

Bai WuXiang está aturdido. Para venir aquí Xie Lian tuvo que adentrarse en ese mundo oscuro, frío y desagradable, ¿y ahora planea quedarse atrapado aquí? ... ¿sólo por él?

—¿Por qué...por qué arriesgas tanto por mí? — se lamenta.

Xie Lian sonríe con compasión. Toma el hilo rojo, ¡va a cortarlo! Bai WuXiang le sujeta la mano, inmovilizándola. Ese estúpido hilo debe conectarlo con el exterior, no puede permitir que quede atrapado aquí por culpa de una decisión precipitada.

—De acuerdo...Iré contigo.

Xie Lian se conmueve al punto de las lágrimas, excepto que no puede llorar, es un fantasma.

Bai WuXiang sujeta la mano de Xie Lian con más delicadeza y observa a Zhu Xin, posible vasija de la consciencia del viejo Bai WuXiang. Xie Lian espera pacientemente a ver cuál será su próximo movimiento. Bai WuXiang cierra la puerta, lo último que ve es a la pareja abordar el avión hacia Francia.

—Suerte— deja a Zhu Xin en el suelo rocoso— y gracias— se despide.

Ambos atraviesan la barrera divisoria y Zhu Xin yace solitaria, expuesta al viento y al frío...

...

Caminan en la eterna oscuridad tomados de la mano, no pueden ver sus pies, ni qué los rodea, pero sienten la compañía del otro y eso basta. Ni el frío ni la incertidumbre, o el dolor, quebranta su determinación. No saben cuándo saldrán y francamente no les importa, siempre y cuando se tengan el uno al otro.

Han caminado quién sabe por cuánto tiempo, de pronto el suelo desparece y la sensación de avanzar se pierde, de por sí el sentido de orientación era escaso, ahora es nulo. Adelante, atrás, arriba, abajo, toda sensación de ubicación es un sin sentido.

—Vamos por el camino correcto— Xie Lian habla después de quién sabe cuántos días de silencio.

A Bai WuXiang sinceramente no le importa estar perdido, pero después de escuchar la afirmación del viejo siente cierta alegría, y no le desagrada sentirla.

Tocan una superficie, caminan hacia un horizonte luminoso. Se toman más fuerte de las manos y corren. Bai WuXiang mira a Xie Lian y se da cuenta de que éste también lo mira. Bai WuXiang lo hace porque reconoce en Xie Lian a su salvador. Ya se había resignado a pasar la eternidad en aquella dimensión gris, pero Xie Lian lo trajo a la luz. En cuanto a Xie Lian, él lo mira porque después de vagar en la oscuridad hasta perder la noción del tiempo quiere ver a su ser querido.

En cada universo. | BaiLian/JunLian| - 26Donde viven las historias. Descúbrelo ahora