Tocando la puerta en busca de un amigo.

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Su sentencia fue firmada.

La mujer se pone en pie y lo acorrala, doblega sus brazos detrás de su espalda, le arrebata la máscara y lo acerca a la estufa. Bai WuXiang no necesita preguntar para qué enciende la hornilla.

—¡Suéltame! ¡Te odio!

—El sentimiento es mutuo.

Pega su cara al hierro caliente. Los gritos del niño casi no le permitieron escuchar los golpes a la puerta de su casa, para cuando los escucha su puerta ha sido derribada. Nunca tuvo tanto miedo en su vida. Apenas suelta a Bai WuXiang los oficiales ingresan a su cocina, la apuntan con sus pistolas. Ella alza las manos y proceden a arrestarla.

—¡Llévatelo, rápido! — ordena el jefe de la misión a un subordinado.

El susodicho carga a Bai WuXiang y lo saca de la casa, corriendo.

Lo siguiente que Bai WuXiang sabe es que está en el hospital, por suerte estuvo desmayado durante el tratamiento de sus heridas, tiene la cara llena de vendajes. Oye voces cercanas, al principio no comprende lo que dicen y hubiese preferido no entenderlas.

—Podemos intentar una reconstrucción facial— dice la doctora.

—No, no, eso es demasiado caro— es la voz de su padre.

—Entonces está el método de injerto de piel.

—Ya se lo dije, no tengo dinero.

La doctora desiste y se va, el padre se acerca a la cama de su hijo.

—¡Grandes noticias! — le susurra emocionado—. Las autoridades te han cedido la casa de tu madre como compensación.

Como si a un niño le importaran estas cosas. Si no tiene nada mejor que decir, Bai WuXiang prefiere que se largue.

Bai WuXiang fantasma no se arrepiente de haber llamado a las autoridades, tristemente no pudo evitar que resultara lastimado. La policía dijo que no trabajaba de noche, forzosamente tuvo que esperar a la mañana. Quiso arreglar la vida de su yo pequeño y siente que la empeoró...

...

Un año después su cara está curada, pero ya no es la misma. Tiene la mitad dañada y la otra mitad sana. Lo odia, odia mucho estar así...pero no le sirve odiar, su cara no va a sanar. Usa la máscara todo el tiempo, pero cuando no la usa, procura no ver ningún espejo.

Vive solo en la casa de su madre, su padre le trae un rollo de dinero cada mes y le pide a la vecina que le haga los comprados, no quiere salir de casa ni recibir visitas, no quiere ser visto, aunque use su máscara todavía siente que el mundo puede verlo...

Bai WuXiang fantasma quisiera consolarlo, pero sería raro que un extraño visite a un niño. Usa su viejo método: Los sueños.

En su recuperación en el hospital soñó con un niño que le leía cuentos, ahora vuelve a soñar con este niño. Lo recuerda únicamente cuando sueña con él, sólo al poner un pie en los sueños recuerda que él habita estas tierras. No le desagrada, tampoco le presta mucha atención, es un sueño y ya.

En una ocasión a sus diez años escucha que tocan la ventana de la casa. Bai WuXiang cree que es la vecina, aunque ella suele tocar la puerta, ¿de verdad será ella? Se asoma por el vidrio y en la casa de enfrente, a la entrada de la puerta, hay un niño. Es una experiencia extraordinaria, es un deja vú, uno fantástico, siente que lo conoce y sí es así. A diferencia de su madre, a él sí lo recuerda, es el niño que ha visto en sus sueños. Las piernas le tiemblan, como si presenciara algo que desafía la lógica, y sí, soñó con alguien que no conocía y ahora está aquí, es real. Da miedo por lo raro que es, pero también es fascinante. Él no se ha dado cuenta todavía, ver a este chico le ha hecho olvidarse de su cara. De lo que sí se ha percatado es de la tristeza del niño, su vecino está pegado a la puerta, viendo a una familia caminando calle abajo. Sus ojos están rojos, como si fuera a llorar. El chico se encierra en su casa y la maravillosa experiencia de Bai WuXiang se termina. Se despega de la ventana, ahora sintiéndose triste por este desconocido. Afuera hay otros niños como él, que también lloran y la pasan mal. Tiene ganas de conocerlo.

En cada universo. | BaiLian/JunLian| - 26Donde viven las historias. Descúbrelo ahora