"San Lang comprende".

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Era de noche en la Capital Celestial. Xie Lian pensaba y volvía a pensar en las razones por las que fue a buscar a Jun Wu hoy.

—...Talvez...quería escucharlo decir...que me amaba.

Esa fue la única verdad que encontró.

San Lang lo observaba a escondidas desde atrás de una puerta. Se preguntaba si de verdad había algo entre su Gege y el Emperador, o si era el primero quien sentía algo por el segundo.

...

Jun Wu estaba en su alcoba, pintó la matriz del hechizo de acortamiento de distancia y esperó. Aún faltaban unos minutos para la hora acordada, talvez Xie Lian...

¡¿?!

Pasos apresurados resonaron en el recinto silencioso. Los ojos de Jun Wu brillaron al ver a Xie Lian allí, de pie, con su espada a la altura de la cintura. Los ojos de Xie Lian también brillaron al ver que Jun Wu lo había estado esperando, no había perdido la esperanza de que llegara.

—Mi Señor, hay algo que no le dije la primera vez que nos vimos. ¿Lo recuerda?, usted me pidió que dijera aquello que quisiera decir, que no me lo guardara.

—Lo recuerdo.

Xie Lian sonrió y se sonrojó.

—Usted es mi mayor inspiración, lo he admirado desde siempre. Mi sueño es salvar a la gente común, pero mi meta personal es ser como Mi Señor.

La felicidad de Jun Wu fue tanta que sonrió antes de darse cuenta de que lo hacía.

Atravesaron la matriz y esta vez Jun Wu no se quedó atrás. La cueva de los demonios fue asaltada por los dos dioses. Los demonios ni siquiera supieron que estaban siendo atacados, su existencia desapareció más rápido que un parpadeo. Xie Lian envainó su espada y se puso de frente a Jun Wu, como si esperara un cumplido por su trabajo. Jun Wu no era de cumplidos, él hablaba lo que para él era la verdad.

—¿Quieres ser como yo? Te lo digo, ya eres mi sucesor.

Xie Lian casi se asustó.

—No puede ser, aún me falta tanto.

—Naciste con un talento excepcional, en pocos años me superarás, es cuestión de tiempo. Cuando esté ausente, sé que puedo confiarte el mando de la Capital Celestial. ¿Qué dices?, la próxima vez puedes quedarte y tomar mi lugar en el trono.

Xie Lian se escandalizó, agitó las manos incesantemente en señal de negación.

—¡Jamás, jamás! ¡¿Quién me tomaría en serio?!

Jun Wu rio levemente.

—XianLe, ¿me concederías el honor de darte un beso?

A Xie Lian se le retorció el corazón, no quería aceptar que estaba emocionado por la propuesta, y talvez tenía un poco de miedo. ¿Y si ese beso los condujera hacia otro tipo de...de "actividades"? No estaba seguro si podría decirle que no a Jun Wu.

—No temas decir "no"— dijo Jun Wu sin sonreírse.

Xie Lian sintió que la oportunidad se le escapaba.

—Sí quiero...— aturró los ojos y se tensó, esperando lo peor.

Jun Wu tomó su mano con delicadeza y depositó un beso en su dorso. Xie Lian abrió sus ojos y sonrió como tonto.

—Aah...aa...— decía sin decir nada— Un beso en la mano, claro, jajaja.

Jun Wu masajeó con su pulgar la zona donde le besó, como queriendo borrar los hechos. Al final soltó su mano. Su estrategia era dejar a Xie Lian con ganas de más y al parecer dio resultado.

En cada universo. | BaiLian/JunLian| - 26Donde viven las historias. Descúbrelo ahora