El destino es algo cruel, más aún cuando te juega las pasadas que le juega a Jungkook, quién conoce al destinado de su lobo cuando lo descubre en el momento en que el mismo Jungkook se enreda en las sábanas de la prometida de Tae.
o, cómo Jungkook t...
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¿Por qué?, es lo que no dejo de preguntarme a mí mismo mientras me tambaleo de vuelta a la habitación después de tener la mano y la sangre de Taehyung en mi mano, la boca de mi destinado tan cerca como para hacerme salivar y soñar con algo que claramente él no desea, dejándolo más que claro en el momento en que me rechazó.
"No quiero saber más de tí" y vuelvo a lo mismo. ¿Por qué, por qué, por qué?. Mi corazón duele de una forma indescriptible, y siento como si todas mis fuerzas se quedaran atrás en la misma habitación en donde sé que está mi luna, en el mismo espacio físico en donde respiré su aroma hasta intoxicarme, en donde deseaba derretirme a su lado.
¿Por qué tuvo la vida que mostrarme primero a esa Omega, ese indicio de olor tan atractivo que me hizo ir a ella en la búsqueda de algo de significado en una situación que jamás me había ocurrido, cuando ella no iba a ser el destino del todo el viaje? ¿Por qué me permitió involucrarme con ella, hacerle un jodido nudo desenfrenado cuando jamás pierdo así el control, acostarme en la cama de él con su olor restringiendo mis propios límites autoimpuestos y finalmente hacerlo ver todo? Permitirle vernos en esa situación, quebrarle el corazón de esa manera, hacerlo llorar de frustración y yo sin poder detenerlo.
Quiero volver atrás y limpiar cada una de sus lágrimas.
Quiero evitarle el increíble dolor que le causé.
Quiero entender por qué, por qué el destino había sido tan injusto y cruel, pero en cambio no pude hacer nada. Solo tener su sabor en mi boca como si fuera un jodido vampiro, y arrastrarme a la cama porque no tenía fuerza suficiente para hacerlo en mis dos piernas y cerrar los ojos para verlo nuevamente, ver sus labios abultados tan llamativos que mi estómago daba un brinco, ver su espalda tan ancha como jamás lo había visto en un Omega, ver su rostro cincelado de manera perfecta por la luna, ver sus ojos y cómo estos (alargados pero almendrados al mismo tiempo) brillaban como si fueran una constelación, mi constelación favorita.
Abrí esa jodida habitación que estaba cruzando el pasillo hasta el fondo de la de Tae y me di cuenta que todavía tenía sus prendas de vestir alrededor de mi colchón luciendo un montón de basura desordenada pero que era mi mayor tesoro, mi nido, y sollocé en voz baja al caer sobre ellas, al notar (nuevamente) que su olor había desaparecido, al notar que mi nido ya no era el mismo lugar seguro que había sido al principio, y haciéndome sentir tan patético de las lágrimas silenciosas que caían y del hecho de que, como si fuera un ser vulnerable, necesitaba la protección de un jodido nido. ¿Cuándo en la mierda había escuchado de Alfas haciendo nidos? Solo cuando perdían a sus destinados y...-
Mierda.
La sola imagen de perder a Taehyung hizo que mi corazón se detuviera como en un paro cardíaco, y cuando volvió a latir, dolía como el infierno.
Mi Alfa aulló al aire, rogando y exigiendo por el Beta que nos había sacado de su pieza. Por ese Beta que anhelamos y que no queríamos perder, pero el mismo que no sabíamos como recuperar.
