Rivers vagaba felizmente por su casa, con una manzana entre sus manos hasta que llegó a la oficina de su madre, la puerta estaba entreabierta pues su padres estaban en casa y a ellos les disgustaba eso de "puertas cerradas"
Cuando Lenay miro pasar a su hija, la llamo;
— ¡Ouh! ¡hija, hija!—esta entro en la oficina y le sonrió a su madre.
—¿Que pasa?
—recuerda que tienes cita en el urólogo—rivers suspiro.
—sigo creyendo que esas revisiones son inútiles, lo siento pero de mi parte no obtendrás nietos—dijo sarcásticamente.
—no es eso, solo es por tu salud...además recuerda que un cambio en tus hormonas puede causar muchos cambios.
—sisi, está bien hire—se rindió, había tenido tantas charlas con sus padres, suplicando que por favor detuvieran las consultas, pero se dió cuenta de que era inutil.—no tengo nada que hacer hoy, así que talvez en un rato vaya.
—esta bien, hija.—ambas se sonrieron—y...¿Cómo vas con Ari?
—¿A qué te refieres?
—Samy, no soy ni una tonta, esa niña te gusta—rio—y empiezo a creer que tú también le gustas.
—¿Eso crees?—Lenay asintió—ojala y si. Pero está con Juan y creo que sería raro estar con una niña fe diecisiete, estoy a nada de cumplir diecinueve y sería algo, incómodo.
—la edad no se sabe por la cantidad de años, se sabe por qué tanta sabiduría tiene esa persona...
—¿Entonces Ari tiene cuarenta años?—ambas rieron.—ya entiendo, solo es que sigue con ese tipo.
—dale tiempo, cuando una persona ama a otra es muy notorio, aunque intenten ocultarlo estando con otra persona será muy obvio que solo lo hará por...—penso un poco—por miedo a ser rechazada, miedo a ser criticada, señalada. Pero estando juntos esos miedo se pueden vencer ¿De acuerdo?
—de acuerdo.
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—idiota, para la próxima no te traigo.
—¡Para la próxima te dejo sola!
Samantha tenía muy claro que llevar a Osvaldo a algún lugar, sea serio o casual, terminarias comprando una nieve o un café para el.
—Samantha, puedes pasar—hablo la secretaria de médico de rivers por lo que está sonrió y se levantó.
—ojala se te caiga el pito—dijo Osvaldo mientras le daba un sorbo al café que rivers le había comprado.
—ojala te caiga un camión encima—dijo de vuelta haciendo que su hermano la mirara feo.
—si necesitas algo me llamas, ¿De acuerdo? A qui voy a estar.
—si yo te llamo, y se que vas a estar aquí.
—te odio hermanita.
—te odio poste de luz—mas bipolares no podían ser.
•
Decir que rivers estaba nerviosa era poco, usualmente sus citas duraban cinco o diez minutos, pero llevaba veinte minutos ahí, mientras su médico revisaba algunas cosas en su computadora.
Cómo siempre todo inicio con una muestra de sangre, pero después le pidio a Samantha algo de su Semen, y como ya le habían pedido eso en anteriores veces, rivers se los dió, pero su preocupación aumento cuando el médico se miraba confundido.
Después de unos minutos en total silencio el médico hablo;
—Sam, ¿Últimamente haz tenido relaciones sexuales?
—¿A qué se refiere?
—¿Cuántas veces haz tenido sexo desde nuestras última consulta?
Algo apenada respondió.
—no lo se, ¿Unas ocho o diez?
—la cifra aumento ¿Novia?—rivers asintió.—ya veo el porque.
Rivers seguía confundida.
—mira Sam—le mostró su computadora la cual mostraba una grafica—nuestras últimas consultas me comentabas que no tenías novia y no eres mucho del sexo casual—rivers asintió—ahora con una novia que al parecer es difícil de complacer el sexo activo está ocasionando un cambio en tus hormonas.—señalo una linea en su pantalla—es como una segunda pubertad.
Rivers fruncio el ceño.
—durante unos meses, comenzarás a tener erecciones en cualquier ocasión, al momento de tener relaciones sexuales y eyacular, soltarás más semen de lo que estás acostumbrada.
—¿Pero no ocurre nada malo?
—hay algo, pero no sé que pensar, no se cual será tu respuesta—rivers solo se quedó callada—tus hormonas están cambiando, están creciendo y se estan multiplicando, y con los estudios de tu semen me confirmaron que oficialmente eres una persona fértil.
Fértil...
—talvez necesitemos más exámenes, pero todas las pruebas que han hecho anuncian que efectivamente eres fértil y ahora eres capaz de reproducir.
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—Sam, hija ¿Cómo te fue? Haz estado muy callada durante el día—hablo Germán.
La cena había acabado y rivers apenas y habia dicho unas cuantas frases.
—bien solo... Me dijeron que mis hormonas están cambiando.—lenay y Germán se vieron entre si.
—¿Está todo bien Samy?
—me dijeron que soy fértil. De un día para otro.
Osvaldo sonrió.
—era obvio que este día iba a llegar hija.
—si lo se...solo pensé que se sentiria, diferente.
PROBLEMAS
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El precio del amor
Fanfic¿Cuál es el precio del amor? Samantha y Abril, dos personas enamoradas. Juan y David, dos personas rencorosas.