"Vamos a mostrarles lo que somos capaces de hacer"
Jeon JungKook y Shin HyeLin huyeron a Los Ángeles con la esperanza de poder salir adelante después de que los malos se salieran con la suya. Las cosas siguen tensas en Seúl, HyeLin sigue estando en...
Canción del capítulo: Chris Brown ft. Ariana Grande - Don't Be Gone Too Long.
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Capítulo 26 Asume la culpa
Sabía que no podía ser cierto. Sabía que era imposible que HyeLin le hubiera pedido algo así a JaeWang, mucho menos a alguien como él. Caminó de un lado a otro sin pensar con claridad, Hye debía seguir con vida, Jae sólo la escondió. Era seguro, era típico de él, asesinarla sería muy aburrido para el gánster, JungKook intentó calmarse, intentó respirar aunque su apariencia era la de alguien teniendo una crisis de ansiedad, NamJoon lo detuvo sujetando sus hombros.
—Tienes que detenerte, estás mareándome.
—¿Por qué no ha aparecido?—habló un poco más bajo—Agust D entraría en escena en cuanto JaeWang nos atrapara.
—Aparecerá, tienes que mantener la calma—YoungOk intervino.
—¿Te parece que puedo tener calma cuando no sé que demonios le hizo a Hye?
—JungKook, conocemos a JaeWang, no pudo haberla asesinado.
—Ese audio...
—Te aseguro que debió obligarla a decirlo, tal vez la grabó en algún momento.
Incluso cuando sabía que podía ser cierto, el no saber donde estaba su novia lo estaba inquietando más que encontrarse encerrado en ese sótano. Tomó asiento en uno de los escalones llevando sus manos a su cabeza, ese plan había sido muy sencillo y por eso salía mal, los chicos llevarían a YoungOk, le harían creer a Jae que se había salido con la suya mientras que los hombres de Agust D entrarían en acción dándole la entrada al rival de JaeWang, allí lo atraparían en su casa.
Pero todo debe salir diferente.
Todo debe irse a la mierda otra vez.
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—¿Señorita Shin?—escuchó una voz ronca a lo lejos, era masculina, fue haciéndose más nítida a medida que sus ojos se abrían con lentitud adaptándose poco a poco—Señorita Shin, ¿Puede escucharme?—desconocía esa voz por completo.
La castaña tenía una intravenosa en el brazo la cual se conectaba a una bolsa transparente colgada en alto, Hye se encontró en una habitación de hospital amplia, no se sentía del todo bien todavía, pero sí un poco mejor, la ventana de aquel lugar daba hacia el pasillo donde el personal del hospital, pacientes o familiares pasaban. Por último se fijó en el hombre que estaba sentado junto a su camilla, la cicatriz en su ojo fue lo que más llamó su atención.
—¿Quién es usted?—su voz fue baja.
—El doctor dijo que se recuperaría si guarda reposo, se alimenta bien y descansa, ha estado bajo mucha presión, todo su malestar es producto del estrés—aquel cabello negro iba peinado hacia atrás exponiendo su frente.
