Entre Ellos Y Nosotros +18 • JJK (COMPLETA)

『Treinta』

Capítulo 30
Incertidumbre

Canción del capítulo: JungKook - Hate You.

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Penúltimo capítulo

El reloj no dejaba de avanzar, los días se convirtieron en un mes y todo parecía volverse más frío. El departamento donde la pareja vivía se la pasaba solo la mayor parte del tiempo, JungKook había comenzado a buscar locales para abrir una nueva tienda de tatuajes, tenía el apoyo de NamJoon en esa ocasión, aquel asunto lo mantenía ocupado todo el día hasta la noche, HyeLin por otro lado se la pasaba por su cuenta caminando sin rumbo por la calle, miraba a las personas ir o venir, pensaba mucho en cada pequeño detalle de su vida, pensaba mucho en las personas que la rodeaban, en todo lo ocurrido desde el año pasado, en sí misma, en su madre, en JungKook y...ese era el más doloroso. El anillo de promesa en su dedo le hizo recordar el día de su cumpleaños, JungKook se había esforzado mucho para que fuera un día perfecto, una pequeña sonrisa triste se dibujó en sus labios, sus sentimientos hacia el chico se veían tan complicados desde la muerte de JaeWang, Hye sabía que sólo estaban siendo opacados por sus emociones negativas.

Amaba a JungKook, pero de repente no podía corresponder ese amor. Se odiaba tanto así misma, se tenía rencor así misma y se detestaba por todo, para ella, la única culpable era ella misma. Todos esos pensamientos y emociones la estaban hundiendo, por las noches ya no podía dormir, JungKook y ella dormían en lugares separados, HyeLin en la habitación mientras que el chico en el sofá de la sala. Ambos necesitaban hablar incluso cuando el pelinegro se negara a hacerlo.

JungKook se rehusaba a dejarla ir. Cuando se lo decía era evidente el miedo en su mirada, no era sencillo para ninguno de los dos.

Inhaló profundo mirando una pareja cruzar la calle mientras reían mostrándose cariñosos, las lágrimas se acumularon en sus ojos haciéndole parpadear varias veces para impedir que salieran. Tal vez ella y JungKook nunca debieron estar juntos, quizás lo suyo no estaba destinado a ser.

El teléfono en su oreja inició la llamada, esperó que respondieran levantando en alto su sartén por si acaso fingía estar dormido y la ataca de sorpresa, pero, su miedo fue disminuyendo al reconocer ese rostro. Su cabello negro estaba más largo de lo que recordaba, en su labio inferior había un piercing y en su ceja derecha también, su brazo derecho estaba lleno de tatuajes desde su hombro hasta su muñeca, bajó su brazo con la sartén sin entender.

—¿Jeon JungKook?—susurró.

—¿Hola?—la llamada había sido aceptada del otro lado.

Cuando HyeLin iba a responder escuchó la voz ronca del chico.

—Cuelga esa llamada.

Y todo había iniciado de nuevo la noche que apareció en su casa escapando de la policía.

—La última vez que te vi teníamos 17 y 18.

—No evites mi pregunta.

—Vine porque este es el único lugar donde no me buscaría la policía—bebió otro poco de café. La castaña frunció el ceño sin entender.

—¿Cómo supiste dónde vivía?, hace ocho años que no sabemos del otro.

—Bueno, eso no es del todo cierto—rascó su cabeza. Una clara señal de incomodidad o nerviosismo, Hye también sabía leerlo bien—Desde hace un tiempo estuve viéndote.

"JungKook ha sido realmente la única cosa buena en mi vida"

Su corazón dolió con esos recuerdos, llevó su mano allí controlando las lágrimas. Una vez más se decía así misma que primero debía encargarse de sus propias emociones, de su perspectiva sobre ella misma, la depresión y la ansiedad la estaban hundiendo cada vez más rápido hasta volverla loca. Necesitaba ayuda profesional antes de que todas esas emociones se vuelvan peor.