El frio húmedo de San Sebastián calaba tan profundo que Judit tuvo que encogerse todavía mas dentro de su abrigo. ¿En que momento se le había ocurrido pensar en visitar un lugar tan frío?
Si, sí. Siempre decía que prefería los lugares fríos, nublados y lluviosos porque se le hacían tan románticos como sexys. ¿Qué tal? Todos aman el frio hasta que ningún abrigo es suficiente.
El choque cultural era tan desconcertante.
Acostumbrada a vivir en un país en donde el agua de las playas es cálida y el sol te tuesta la piel dejándola de un tono oro y bronce tan cautivador como peligroso, ni siquiera quería entender como una playa tan bella podía ser tan fría.
Estaba empezando a considerar los ruegos de su madre para volver a México.
Se tomó una ridícula foto en donde su cabello bailaba con el viento helado y el vapor de su vino caliente le besaba el rostro. Al fondo se podía ver el precioso azul del agua difuminándose en el horizonte con las nubes grises del cielo.
#sansebastianyyo #unamexicanaenespaña
Citó a su hermano y a Kendra en el pie de la foto y volvió a guardar su teléfono.
La noche se cernía rápidamente sobre ella, así que decidió ir andando a su Airbnb y meterse temprano en la cama. Sus amigas llegarían la siguiente semana para pasar uno días con ella, cortesía de papá. Mientras tanto, le tocaba aburrirse un poco.
Entró al pequeño recibidor, se quitó el abrigo, los zapatos y la blusa. Se metió a la regadera, dispuesta a ahuyentar el frío con agua caliente.
Mientras dejaba que el agua caliente la engullera, pasó sus manos enjabonadas por toda su piel. Le gustaba la sensación resbaladiza y el aroma de vainilla que se dispersaba con el vapor. Sus manos bajaron hasta el haz de nervios que se fundía en medio de sus piernas, se atrevió, tímidamente, a masajear con el jabón esa parte que últimamente le llamaba tanto la atención.
Le parecía curioso que, cada vez que veía o escuchaba algo remotamente sensual, esa parte de ella pulsara como queriendo despertar y la única forma de calmar el creciente calor que cada vez viajaba más rápido debajo de su piel, era apretando las piernas, cruzándolas para inmovilizar esa parte que la intrigaba y a la vez la asustaba.
Estimuló un poco más y sintió un pequeño pulso eléctrico que la hizo saltar. Sintió como se sonrojaba debajo de la regadera y fue tanta su vergüenza que rápidamente se aclaró toda la espuma y salió de ahí.
Luego de secarse el cabello se metió en la cama y revisó su teléfono.
Su hermano y Kendra le habían dado un me gusta a su publicación y habían dejado un comentario del tipo "te ves hermosa" y "con todo cuñis". Sonrió, pero la sonrisa no le alcanzó para iluminar sus ojos, ellos estaban en Alemania, viajando para evaluar sus opciones de maestría o incluso, sus opciones laborales y a veces Judit sentía un poco de envidia de la relación que tenían.
ESTÁS LEYENDO
TE DESEO A TI (CENSURADA)
RomanceToda la auto determinación de Kendra colisiona con sus sentimientos cuando se ve envuelta en una espiral decadente de deseo, pasión y amor. Ella esconde un lado que no puede mostrarle a cualquiera y aunque su vida parezca perfecta, no lo es. Nunca h...