XVIII

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- Perdón por llegar tan tarde- Siguió acariciando el rostro adormilado de Suguru.

-No te preocupes,no es tu culpa- Disfrutaba de la caricia de su enamorado esposo.

-¿Cómo te sientes?-

-Bien,el bebé no ha dado problemas- Sonrió tiernamente.

Satoru lo miro firmemente sin cambiar su tono calmó.

-¿Estabas teniendo una pesadilla?- Los ojos de Suguru se desviaron con vergüenza al sentirse como un niño pequeño.

-Si...-

-¿Cómo era tu sueño? Escuché mi nombre mientras te revoloteabas en la cama...- Estaba preocupado sobre la nueva pesadilla.

-Yo... Soñé que rescataba un bebé de una playa y camine junto con él buscándote pero a pesar que gritaba tu nombre,jamás apareciste...- Sabía que el sueño no era real pero le dolió en el fondo de su alma.

Satoru se quedó impresionado.

¿Acaso era una representación de lo que en verdad sentía Suguru?

-Suguru...- Le llamo la atención obteniendo una mirada del azabache.

Satoru se lanzó inmediatamente a los brazos de Suguru dándole un abrazo tan fuerte y cargado de cariño.

- Ya te lo había dicho tonto,yo juro jamás dejarlos solos,yo soy tuyo,mi alma es tuya- No quiero que te sientas así de nuevo y si falló en algo por favor dímelo. Lo arreglaré inmediatamente-

Se recargó en su pecho para escuchar las palpitaciones rápidas del corazón de Suguru quien estaba muy contento al escuchar esas palabras y por el movimiento de su vientre también lo estaba el bebé al escuchar la voz tranquilizante de su progenitor.

- Alguien está contento- Satoru noto el movimiento y posó su mano para sentirlo mejor.

El vientre saltaba en movimientos breves.

-Tranquilo bebé,deja de golpear a tu madre,tu papá está aquí y puedes estar tranquilo por qué soy el más fuerte- Depósito un beso y por orden de magia la panza dejo de brincar.

Suguru solo sonreía mientras veía la demostración de cariño de ambos.

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- Tengo que irme,volveré pronto,hablaré con los ancianos- Satoru estaba en el umbral de la puerta con su uniforme puesto.

- No te preocupes,ve con cuidado por favor- Lo abrazo tiernamente.

-Volvere lo más pronto que pueda,ustedes cuidense mucho,son mi alma y si sucede algo no dudes en llamarme y volveré Inmediatamente - Beso la frente del azabache.

- Tranquilo,todo estará bien,nosotros esperamos en casa- Sonrió tranquilizado a su esposo quien se despidió con un beso en los labios llevando un poco de Suguru a dónde iba.

Pasados 30 minutos por fin Suguru pudo terminar de alistarse para salir.

Tomó un pants deportivo y una sudadera que ocultaba muy bien su creciente barriga.

Sabía que no debía salir sin supervisión pero solo iba a ser una vez,no contaba con su técnica de manipulación de maldiciones por el momento así que no había de que preocuparse,si nadie se enteraba... ¿Que más daba?.

No es que fuera una damisela en apuros de todos modos,su energía maldita se vio afectada por el amuleto pero su fuerza física y su conocimiento en las artes marciales seguía intacto.

Cualquier cosa que le pudiera suceder estaba bajo control.

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Fuera de la mansión por primera vez en soledad paseaba como un transeúnte más,ocultando su rostro por un peinado y mascarilla para más seguridad.

Pecado [SatoSugu] MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora