Pecado [SatoSugu] Mpreg

XXXVII

Su respiración se ahogaba lentamente mientras sus ojos se cerraban empezando a observar oscuridad y el rostro del albino que estaba extinguiendo su vida comenzaba a distorsionarse entre la agonía que le estaba provocando.

- Es todo...-

Una lágrima salió de los ojos castaños que estaban perdiendo su brillo y la fuerza que estaba aplicando para defenderse se rindió cayendo abruptamente a sus costados dejándose morir.

-Lo siento...-

Comenzó a lamentarse sobre todas las decisiones que lo habían llevado a ese lugar.

- Me merezco esto... Yo soy una mala persona...-

Sus párpados pesaban más y más mientras la presión en su cuello aumentaba.

- Eso no es verdad...-

La suave voz se escucho a su lado con tranquilidad haciendo que todo el sufrimiento parase por un instante.

Suguru volvió a abrir sus ojos con lentitud mientras que la sonrisa de ese chico se dibujaba frente suyo.

Aquel niño que había fallecido injusta y violentamente estaba apaciblemente sentado a su lado mientras lo miraba con alegría.

- Geto-senpai...-

- Haibara...- Inmediatamente lo reconocio.

Esa sonrisa aperlada llena de ilusión volvía desde sus adentros mientras los recuerdos al lado del chico castaño del cuál poseia la profunda admiración de desbordaban lentamente.

- Se está haciendo daño... Déjeme ayudarlo-

Las manos tersas de Haibara comenzaron a avanzar hasta el cuello de Suguru retirando las propias manos del azabache que presionaban fuertemente su garganta.

Nisiquiera Suguru se había percatado que era el mismo quien se estaba haciendo daño.

Tiernamente las palmas abandonaron la tráquea de Suguru tomando asi un respiro profundo después de estar privado de oxígeno por un rato.

-¿Mucho mejor no es así?...- El tono calmo de Haibara no se disipaba.

-¿Por qué estás aquí...? Tú no deberías estar junto a mi-

Suguru se sentó a su lado recargado en la nada y la oscuridad.

-¿Por qué no debería?- Pregunto el chico.

- Por qué yo soy una mala persona...- Su rostro se giró hacia otro lado evitando ver la cara de decepción que pondría Haibara.

- Geto-senpai ¿Recuerda nuestra última charla?-

Claro que la recordaba... Es algo que jamás podría olvidar; esa conversación nunca se iría de su memoria por qué también fue la última vez que Suguru lo vió con vida.

- Yo sé distinguir a las buenas personas... Y usted sigue siendo una de ellas-

- Te equivocas Haibara... Yo he matado inocentes con estas malditas manos. No he hecho nada bueno en estos últimos 10 años, las vidas que he extinguido se desbordan de las yemas de mis dedos... Yo merezco todo lo malo que me está pasando. Merezco la muerte.-

Miraba al suelo como un paralelismo hacia aquella vez que ambos hablaban.

El castaño se quedó callado un momento observando la tristeza y la culpa del rostro del azabache.

- Eso fue antes... Tiene que concentrarse en lo que es ahora. ¿No es verdad? Las segundas oportunidades existen por una razón. Deje atrás al Suguru que era antes... Puede renacer en una nueva persona pero la decisión es solo de usted. ¿Quiere seguir aferrado al dolor de su vida anterior? O prefiere vivir en un nuevo destino.-