XXI

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Conforme pasaban los días,Itadori y Suguru se iban uniendo más.

Quizás por qué ambos se entiendan,tenían el destino de exorcizar y absorber,entre los dos podian comprenderse sobre el sentimiento de sentirse como una máquina de devorar la porquería del mundo por el bien de la humanidad.

Itadori necesitaba consejos y Suguru era quien podía dárselos cuando los necesitase,el azabache entendía que ese niño necesitaba ayuda de alguien que pasará por su situación.

Quizás si alguien hubiera estado en el momento que más lo necesitaba no hubiera sucumbido a la oscuridad.

Y ahí estaban de nuevo.

Itadori no tenía nada que hacer ya que sus compañeros habían ido a una misión especial de entrenamiento mientras que él tenía el día libre o algo así, se suponía que tenía que terminar unos exámenes pendientes pero decidió "tomar un descanso" e ir a pasar un tiempo agradable con Suguru.

-Oh,Itadori,que gusto volver a verte- Suguru abrió la puerta para notar el sonriente rostro del niño que tenía una sandía en las manos.

-¡Buenos días,señor Geto! Traje un presente,pensé que una sandía sería un delicioso regalo para ustedes- Sacudió la sandía que lucía muy jugosa.

- Pasa,la cortaré para que podamos comerla- Le devolvió la sonrisa.

Las pláticas con Suguru eran tranquilas y llenas de alegría, Itadori realmente era un chico bastante gentil y amigable lo cual lo hacía recordar a si mismo cuando era más joven.

- Señor Geto,perdón por la pregunta pero,¿Cómo sucedió?- Suguru termino de tragar el pedazo de sandía que ambos degustaban.

-¿Cómo sucedió que cosa?- Suguru arqueo una ceja.

- Ya sabe,bueno me da un poco de curiosidad,¿Cómo se enamoró del profesor Gojo? Por qué él es... difícil y usted es muy diferente- Después de decir esto mordisqueo su pedazo de sandía.

- Vaya...tengo tiempo de no recordarlo pero creo que todo sucedió a partir de que hui de mi casa- su tono había cambiado a uno más serio al recordar todo lo que pasó cuando tenía la edad de Itadori.

-¿Usted huyo de su hogar?- La plática se había puesto bastante seria.

- No era precisamente un "hogar" para ser exactos,solo era el techo que me cubria la cabeza de los males del clima pero solo eso,nadamás o nada menos- Apretó los labios al recordar su infancia.

-Lo lamento,tal vez no debí preguntar,no quiero incomodar - Itadori se disculpó.

-No te preocupes,mi pasado no se puede negar, simplemente hay que aprender a vivir con ello si eso no hubiera ocurrido no estaría donde estoy ahora, aunque para ser exactos preferiría que algunas circunstancias hubiesen sido diferentes - No me molesta en lo absoluto contarlo así que puedes estar tranquilo.-

Y así comenzó uno de los relatos más difíciles de toda su vida,el primer evento que hizo que Suguru Geto tomara un camino diferente al que le estaba trazando el destino.

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Años atrás...

Suguru Geto,un niño de cabellos cortos lucía asustado mientras que sus progenitores se calumiaban entre si.

Su primer recuerdo de la niñez había sido el escondido en el baño escuchando el salero de la mesa estamparse contra la pared de la cocina cuando sus padres discutían acaloradamente.

No entendía por qué sus padres actuaban así entre si,se suponia que las personas que se aman deberían casarse... Pero sus progenitores distaban mucho de esa utopía matrimonial.

Pecado [SatoSugu] MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora